?Qu¨¦ fue de los mitos er¨®ticos femeninos de los ochenta y los noventa?
En el 70? cumplea?os de Kim Basinger, s¨ªmbolo sexual del final del siglo XX, comprobamos qu¨¦ ha sido de las actrices m¨¢s deseadas de una ¨¦poca en la que las primeras arrugas acababan con una carrera
Todas reinaron en taquilla merced a su atractivo f¨ªsico, algunas consiguieron afianzar su carrera m¨¢s all¨¢ de los roles de bomba sexual y conquistaron los premios m¨¢s prestigiosos, otras renunciaron a pelearse con una industria machista y mis¨®gina que las reduc¨ªa a meros trozos de carne y las condenaba a interpretar a abuelas en cuanto cumpl¨ªan los 40, mientras permit¨ªa que los Pacino, Eastwood y Nicholson siguiesen ejerciendo de galanes sobrepasados los 70. Hay muchos elementos comunes entre ellas. Casi todas protagonizaron thrillers er¨®ticos, el g¨¦nero favorito del cine de hace cuatro d¨¦cadas, y tambi¨¦n casi todas han sido tachadas en alg¨²n momento de ¡°dif¨ªciles¡±, a veces por pedir simplemente mantener cierto control, no ya sobre el guion, sino sobre su propia desnudez.
Kim Basinger (Georgia, 70 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Un striptease amateur a ritmo del You Can Leave Your Hat On de Joe Cocker. En Nueve semanas y media (1986), la pacata galerista Elizabeth descubr¨ªa su sexualidad y los espectadores descubr¨ªan a Kim Basinger. El rodaje fue tan intenso que estuvo a punto de enterrar su carrera en vez de convertirse en su trampol¨ªn.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? Antes de conquistar el mundo con la controvertida cinta de Adrian Lyne, fue chica Bond en Nunca digas nunca jam¨¢s (1983), el retorno ¡°no oficial¡± de Sean Connery a la saga 007. Una vez convertida en estrella sigui¨® cultivando su erotismo en la sudorosa Atrapados sin salida junto a Richard Gere, y demostr¨® su don para la comedia en Cita a ciegas al lado de Bruce Willis. Dispuesta a demostrar que era una todoterreno, se apunt¨® al g¨¦nero de los superh¨¦roes en Batman y fue una improbable alien¨ªgena en Mi novia es un extraterrestre. Junto a su por entonces marido, Alec Baldwin, protagoniz¨® un fallido remake de La huida, y antes de tomarse un descanso, sorprendi¨® con su papel de reportera sobrepasada en la infravalorada Pret-a-porter, de Robert Altman. Regres¨® con un Oscar en 1997 gracias a su papel de prostituta en L.A. Confidential, la constataci¨®n de que su talento era tan apabullante como su atractivo. Algo que corroboraron sus papeles de madre alcoh¨®lica de Eminem en Ocho Millas y de esposa de Jeff Bridges en la adaptaci¨®n de la novela de John Irving Una mujer dif¨ªcil. No volvi¨® a tener ning¨²n ¨¦xito relevante hasta que interpret¨® a la socia y examante de Christian Grey en las secuelas de Cincuenta sombras de Grey, una versi¨®n mucho m¨¢s mojigata de su primer gran ¨¦xito que, aunque nadie lo sab¨ªa entonces, supon¨ªa su despedida de las pantallas. Un adi¨®s motivado por problemas de salud, como confes¨® en una de sus escasas entrevistas. Sufre agorafobia, lo que la hab¨ªa llevado a sentir frecuentes ataques de p¨¢nico. ¡°Todav¨ªa siento ansiedad a veces, pero he trabajado muy duro para que no me paralice como sol¨ªa hacerlo antes. He descubierto que apartar el foco sobre m¨ª misma me ayuda¡±, declar¨®.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora? Alejada voluntariamente de Hollywood, permanece centrada en el activismo en favor de los animales, como puede verse en su cuenta de Instagram, donde se define como ¡°una actriz que espera que toda la humanidad trate alg¨²n d¨ªa a los animales con el respeto que merecen¡±.
Sharon Stone (Pensilvania, 65 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. El cruce de piernas m¨¢s famoso de la historia en Instinto b¨¢sico (1992). Y el m¨¢s controvertido. Stone asegura que Paul Verhoeven le pidi¨® que se quitase la ropa interior prometi¨¦ndole que no se ver¨ªa nada. Cuando vio la pel¨ªcula en pantalla grande descubri¨® que se ve¨ªa todo. ¡°Me qued¨¦ en estado de shock¡±, confes¨®. ¡°Al terminar la pel¨ªcula, me levant¨¦, me acerqu¨¦ a Paul Verhoeven y le di una bofetada¡±.
?Qu¨¦ pas¨® con ella? El papel de Catherine Tramell, una escritora bisexual que ejerce como asesina en serie fr¨ªa y amoral, es uno de esos bombones que se cruzan una vez en la vida de una actriz. Meg Ryan, Julia Roberts y Michelle Pfeiffer lo rechazaron temiendo que da?ase sus carreras. Acept¨® Stone, que siempre ha lamentado que la gloria que tanto anhelaba le hubiese llegado cuando ya hab¨ªa sobrepasado la treintena. Empez¨® en el cine como una enso?aci¨®n de Woody Allen en Recuerdos, pas¨® por todas las series televisivas de la ¨¦poca y atorment¨® a Jos¨¦ Frade en Espa?a, donde rod¨® Sangre y arena. Dio muestras de su personalidad en Desaf¨ªo total, donde demostr¨® un carisma a la altura de Arnold Schwarzenegger, pero fue Instinto b¨¢sico, la cuarta m¨¢s taquillera en todo el mundo en 1992, la que hizo que todos aprendi¨¦ramos su nombre y le consigui¨® una nominaci¨®n al Oscar. No tuvo olfato para elegir buenos proyectos y no fue hasta Casino, de Scorsese, cuando pudo demostrar sus grandes dotes de actriz dram¨¢tica logrando otra nominaci¨®n. Despu¨¦s llegaron pel¨ªculas m¨¢s centradas en su f¨ªsico que en su talento como Acosada o El especialista, tambi¨¦n alg¨²n t¨ªtulo a reivindicar como R¨¢pida y Mortal o La Musa, donde pudimos ver lo bien que se manejaba en la comedia. En 2001 sufri¨® un derrame cerebral tras el que confes¨® haber visto la muerte y que fren¨® su carrera durante a?os. ¡°Tuve que hipotecar mi casa. Perd¨ª mi lugar en el cine. Perd¨ª todo lo que ten¨ªa¡± declar¨®.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora? La hemos visto a las ¨®rdenes de Ryan Murphy en Ratched, tambi¨¦n en El nuevo Papa y junto a Kaley Cuoco en The Flight Attendant.
Kathleen Turner (Misuri, 69 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. ¡°No deber¨ªas llevar esa ropa¡±. ¡°?Por qu¨¦? Solo es una blusa y una falda¡±. ¡°Entonces no deber¨ªas llevar ese cuerpo¡±. Lawrence Kasdan escribi¨® un guion a la altura de los grandes cl¨¢sicos del cine negro y Turner puso toda la carne en el asador para dotar a su Matty Walker en Fuego en el cuerpo (1981) de una sexualidad que traspasaba la pantalla. En el indisimulado homenaje a Perdici¨®n, el sudoroso y desconcertado William Hurt ca¨ªa rendido ante ella al igual que todos los espectadores.
?Qu¨¦ pas¨® con ella? Fue una de las actrices m¨¢s aclamadas de los ochenta. Demostr¨® su talento para el drama en El honor de los Prizzi de John Huston y su vis c¨®mica en las muy reivindicables Tras el coraz¨®n verde y La joya del Nilo, donde qued¨® patente su qu¨ªmica con Michael Douglas. Peggy Sue se cas¨®, de Francis Ford Coppola, le dio una nominaci¨®n al Oscar, y fue la voz de Jessica Rabbit, la sex symbol animada que no era mala, solo la hab¨ªan dibujado as¨ª, en ?Qui¨¦n enga?¨® a Roger Rabbit?. Su trayectoria imparable fue frenada por la artritis reumatoide. Para disimularla, dej¨® que la prensa creyese que era alcoh¨®lica. No le importaba, era consciente de que las cl¨ªnicas de desintoxicaci¨®n son tan comunes en las biograf¨ªas de las estrellas como las visitas a la peluquer¨ªa, pero ninguna aseguradora avalar¨ªa el contrato de una actriz con una enfermedad incapacitante. ¡°Los productores saben lo que son las adicciones y est¨¢n acostumbrados a gestionarlas¡±, confes¨® a Vulture en 2018. ¡°Pero si yo dec¨ªa ¡®tengo una enfermedad misteriosa incurable y no s¨¦ si ser¨¦ capaz de caminar ma?ana¡¯ nadie iba a contratarme¡±. En poco tiempo pas¨® de s¨ªmbolo sexual a v¨ªctima del body shaming m¨¢s vergonzante y el tel¨¦fono dej¨® de sonar. Encontr¨® un hueco en la desparramada troupe de John Waters, con quien rod¨® la divertid¨ªsima Los asesinatos de mam¨¢. Pero a medida que la enfermedad se acrecentaba, lo hac¨ªan las adicciones con las que intentaba sobrellevar el dolor, y sus apariciones fueron cada vez m¨¢s espor¨¢dicas, pero jam¨¢s exentas de talento. Estaba espl¨¦ndida como la fan¨¢tica matriarca de la familia Lisbon en Las v¨ªrgenes suicidas y divertid¨ªsima como padre transg¨¦nero del llorado Mathew Perry en Friends, un papel del que no se arrepiente, pero que no volver¨ªa a hacer. ¡°No se consider¨® dar el papel a una persona trans o una drag queen, nunca se plante¨®. Nunca se me ocurri¨® que le estaba quitando el lugar a alguien. Probablemente no (aceptar¨ªa el papel ahora). Pero no me arrepiento de haberlo hecho. ?Fue un aut¨¦ntico reto!¡±, declar¨® a The Guardian.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora? Televisi¨®n. Para deleite de nost¨¢lgicos, ha vuelto a compartir pantalla con Michael Douglas en la segunda temporada de El m¨¦todo Kominsky tres d¨¦cadas despu¨¦s de su apocal¨ªptico divorcio en La guerra de los Rose. La qu¨ªmica entre ambos sigue intacta.
Debra Winger (Ohio, 68 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Su cabalgada sobre un toro mec¨¢nico en Cowboy de ciudad (1980) consigui¨® eclipsar a un Travolta que ven¨ªa de triunfar en Fiebre del s¨¢bado noche y Grease, pero cuando Winger est¨¢ en pantalla no hay nadie m¨¢s en pantalla.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? La ¨¢cida y pocas veces complaciente Pauline Kael dijo de ella que era ¡°una de las principales razones para ir a ver pel¨ªculas en la d¨¦cada de los ochenta¡±. Sin embargo, 40 a?os despu¨¦s su nombre es sin¨®nimo de portazo a Hollywood, un adi¨®s amplificado por el documental de Rosana Arquette Buscando a Debra Winger, en el que varias actrices comentaban la problem¨¢tica de encontrar buenos papeles femeninos relevantes a partir de los 35 a?os. Fue el abandono de Sissy Spacek el que le hizo protagonizar Cowboy de ciudad a pesar de que el todopoderoso productor Robert Evans la consideraba poco atractiva para el papel. No fue la ¨²ltima vez que tuvo que escuchar algo as¨ª. Don Simpson la consider¨® ¡°poco follable¡± para protagonizar Oficial y caballero. La taquilla le quit¨® la raz¨®n. Tambi¨¦n la Academia, que la nomin¨® a su primer Oscar. La segunda nominaci¨®n le lleg¨® por la lacrim¨®gena La fuerza del cari?o, la tercera por la deliciosa Tierras de penumbra, la historia de amor entre la poeta Joey Gresham y C.S. Lewis, autor de Las cr¨®nicas de Narnia. Tambi¨¦n protagoniz¨® thrillers poco convencionales como El caso de la viuda negra o El sendero de la traici¨®n de Costa Gavras, y se meti¨® en la piel de Jane Bowles en El cielo protector de Bernardo Bertolucci. A los 40 a?os decidi¨® abandonar Hollywood y solo ha vuelto espor¨¢dicamente.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora? La hemos visto como la madre de Ashton Kutcher en la serie de Netflix The Ranch y tambi¨¦n como la madre de Joseph Gordon-Levitt en Mr. Corman de Apple Tv. Poco bot¨ªn para quien fue una de las presencias m¨¢s hipn¨®ticas de la pantalla.
Linda Fiorentino (Filadelfia, 63 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Una morena entra en un garito contone¨¢ndose, cinco minutos despu¨¦s est¨¢ metiendo la mano en la bragueta a un vaquero fanfarr¨®n que se jactaba de ¡°tenerla como un caballo¡±, tras comprobar la mercanc¨ªa se ol¨ªa los dedos y engull¨ªa su Manhattan con total naturalidad. Hollywood acababa de encontrar a la heredera de las Lauren Bacall, Gene Tierney y Barbara Stanwyck.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? La ¨²ltima seducci¨®n (1995), un thriller er¨®tico independiente, cautiv¨® a la cr¨ªtica y le hizo ganar a Fiorentino el Independent Spirit a la Mejor actriz y el premio de la Cr¨ªtica de Nueva York. No aspir¨® al Oscar porque se estren¨® directamente en la cadena HBO, lo que, por aquel entonces, significaba que era inelegible para la Academia, pero no impidi¨® que Vanity Fair la incluyese en su ic¨®nica portada de estrellas femeninas del a?o. Antes hab¨ªa tenido un peque?o, pero inolvidable papel de escultora dominatrix en Jo, qu¨¦ noche, de Martin Scorsese, y formado parte del reparto de la hermosa y maldita Los modernos, de Alan Rudolph. No eran grandes papeles, pero fueron suficiente para crear unas expectativas que La ¨²ltima seducci¨®n cumpli¨®. M¨¢s dif¨ªcil era mantenerse y el proyecto elegido no fue el adecuado. Hollywood le ofreci¨® otro thriller er¨®tico, un remedo de Instinto b¨¢sico con la que compart¨ªa guionista, el excesivo Joe Eszterhas. Producida por el legendario Robert Evans y dirigida por William Friedkin, responsable de El exorcista, parec¨ªa que nada pod¨ªa fallar, pero fall¨® todo. En Men in black se alej¨® del registro que la hab¨ªa hecho popular y aunque se daba por sentado su papel en la segunda parte de la saga, desapareci¨® sin m¨¢s explicaciones, aunque los rumores hablaban de un car¨¢cter ¡°dif¨ªcil¡±, lo que en lenguaje de Hollywood significa tener opiniones propias y no ser un mero instrumento para reafirmar el poder masculino dentro o fuera de la pantalla.
?Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora? Nada relacionado con el cine, el suyo fue uno de los adioses m¨¢s tajantes de la industria.
Susan Sarandon (Nueva York, 77 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Lavar su cuerpo desnudo con limones en Atlantic City (1980) ante la mirada del decadente g¨¢nster interpretado por Burt Lancaster. Nunca el aseo ¨ªntimo hab¨ªa resultado tan sensual. Como en las mejores escenas er¨®ticas, lo m¨¢s seductor es lo que Louis Malle no muestra, pero el espectador intuye.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? Demostr¨® desde sus inicios que no iba a tomar nunca el camino sencillo. Trabaj¨® a las ¨®rdenes de Billy Wilder en la magistral Primera plana y form¨® parte de la ic¨®nica The Rocky Horror Picture Show. A las ¨®rdenes de su pareja, Louis Malle, ejerci¨® de madre proxeneta de Brooke Shields en La peque?a y se enamor¨® de una vampira en la po¨¦tica El ansia. A mediados de los ochenta form¨® junto a Michelle Pfeiffer y Cher el tr¨ªo estelar que combat¨ªa al diab¨®lico Jack Nicholson en Las brujas de Eastwick y fue una especie de fil¨®sofa groupie que cada temporada se acuesta con un jugador de b¨¦isbol en Los B¨²falos de Durham, una de esas pel¨ªculas en las que tienes la certeza de que su guion no ha sido le¨ªdo por ninguna mujer con potestad para tocar una sola coma. En ella comparti¨® rodaje con su marido, Tim Robbins. La pareja no tard¨® en convertirse en la conciencia de Hollywood. Su denuncia del trato que sufr¨ªan los haitianos enfermos de VIH en la c¨¢rcel de Guant¨¢namo les vali¨® el veto de la Academia. Con Thelma y Louise consigui¨® una nominaci¨®n al Oscar y la mayor popularidad de su carrera, pero fue la vida de una monja real, la hermana Helen Prejean, la que le hizo ganar la estatuilla en Pena de muerte.
Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora. Probablemente, buscar una agencia de representaci¨®n. Su apoyo a la causa palestina ha provocado que la empresa que la representaba desde hace 14 a?os se haya desvinculado de ella. Si su activismo no ha deca¨ªdo, tampoco lo ha hecho su agenda, tiene cuatro proyectos en marcha.
Michelle Pfeiffer (California, 65 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Una rubia a la que no le vemos la cara desciende en un ascensor de cristal con un vestido lencero color esmeralda en Scarface (1984). La mirada de deseo y fascinaci¨®n de Al Pacino mientras se le acerca fue la misma que le dedicaron millones de espectadores en los cines.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? Es la actriz total. Ha hecho drama, comedia y musical. Fue malvada de Disney y superhero¨ªna en Marvel y DC, sus pel¨ªculas han recaudado m¨¢s de 7.000 millones de d¨®lares en taquilla y acumula ocho nominaciones a los Globos de Oro (seis de ellas consecutivas), y tres a los Oscar. Estaba deslumbrante en la fantas¨ªa medieval Lady Halc¨®n, cuyo guion oblig¨® a modificar para evitar que fuese tan solo una damisela en apuros. Consigui¨® su primera nominaci¨®n al Oscar con Las amistades peligrosas, donde dej¨® claro que era mucho m¨¢s que una cara bonita y cuando se subi¨® al piano en Los fabulosos Baker Boys, el mundo contuvo el aliento. Los noventa est¨¢n trufados de sus actuaciones inolvidables. De la camarera de Frankie y Johnny a la ruda maestra de Mentes peligrosas. Sin nada m¨¢s que demostrar baj¨® el ritmo. ¡°No quise dejar de trabajar, pero me volv¨ª muy exigente con mis requisitos¡±, se justific¨®.
Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora. Con French Exit consigui¨® en 2021 su ¨²ltima nominaci¨®n al Globo de Oro. Recientemente, ha sido Betty Ford en la televisiva The first lady y Janet Van Dyne en Ant-Man y la Avispa: Quantuman¨ªa. Esperemos que todav¨ªa le queden unos cuantos retornos, la peor pel¨ªcula de Marvel no merece ser su despedida.
Jessica Lange (Minnesota, 74 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Su escena de sexo sobre la mesa de una cocina en El cartero siempre llama dos veces (1981) exud¨® tanto realismo que Bob Rafelson se vio obligado a desmentir que el sexo hubiese sido real. Lange y Nicholson dieron un nuevo sentido a eso de compartir las tareas del hogar y demostraron que se puede transmitir un erotismo intens¨ªsimo sin mostrar demasiada piel.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? Debut¨® en el cine a lo grande. Fue el objeto de deseo de King Kong en la versi¨®n de Dino De Laurentis, un remake que ser¨ªa olvidable de no ser por su presencia. Pero fue El cartero siempre llama dos veces el que la puso en el mapa. Convertida en una bomba sexual, Frances, la tr¨¢gica biograf¨ªa de la actriz Frances Farmer la consagr¨® como actriz dram¨¢tica y la hizo protagonizar un peque?o hito, aquel a?o fue nominada como actriz principal y como secundaria. Gan¨® este ¨²ltimo por Tootsie, aunque no le dio demasiada importancia. ¡°Los Oscar se han vuelto un disparate que nada tiene que ver con las pel¨ªculas¡±. Le importasen los premios o no, los acumul¨® por su papel de Patsy Cline en Dulces sue?os y La caja de m¨²sica de Costa-Gavras, pero fue la esposa maniacodepresiva de Tommy Lee Jones en Las cosas que nunca mueren la que le dio su segundo Oscar.
Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora. Aunque recientemente ha amenazado con retirarse, tiene varios proyectos entre manos, como una pel¨ªcula sobre los a?os de Marlene Dietrich en Las Vegas producida por Ryan Murphy, el art¨ªfice de su fama entre una nueva generaci¨®n de espectadores gracias a American Horror Story y Feud.
Kelly McGillis (California, 66 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. Un discreto baile en un granero a ritmo de Wonderful World en ?nico testigo (1985) demostr¨® lo impensable, que los amish pod¨ªan ser sexis.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? Gracias al ¨¦xito de ?nico testigo le lleg¨® una oferta dif¨ªcil de rechazar, la instructora de vuelo que seduc¨ªa a Tom Cruise en Top Gun. La pel¨ªcula de Tony Scott consagr¨® instant¨¢neamente a McGillis como un mito er¨®tico, a pesar de que las escenas m¨¢s ardientes fueron a?adidas a posteriori, cuando en los screen test los espectadores se?alaron que quer¨ªan algo m¨¢s que interminables secuencias de vuelos y partidos de v¨®leibol. Le ofrecieron el papel que acabar¨ªa interpretando Jodie Foster en Acusados, pero aunque en el momento no se desvel¨®, lo rechaz¨® ya que ella misma hab¨ªa sido v¨ªctima de una violaci¨®n. Prefiri¨® interpretar a la abogada de la protagonista y se convirti¨® en su primer papel relevante en el que no era un mero accesorio del protagonista masculino. Pero su estrellato ten¨ªa fecha de caducidad temprana. Como tantas mujeres de la lista, fue catalogada de ¡°dif¨ªcil¡±. Se ha negado a combatir el envejecimiento de manera artificial y en 2009, cuando todav¨ªa pasaba factura, se declar¨® lesbiana.
Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora. Hace a?os que no tiene un papel relevante. Con un f¨ªsico muy alejado del que luc¨ªa en 1986, no hubo un hueco para ella en la nueva Top Gun.
Melanie Griffith (Nueva York, 66 a?os)
La escena que la convirti¨® en una sex symbol. La actriz porno Holly Body contone¨¢ndose sensualmente en la ventana con medias de rejilla y el pelo oxigenado en Doble cuerpo (1984), la alucinada revisi¨®n de V¨¦rtigo y La ventana indiscreta de Brian de Palma.
?Qu¨¦ pas¨® con su carrera? Antes de ser dirigida por de Palma, el mayor admirador de Hitchcock, azote de su madre Tippi Hedren, Griffith hab¨ªa participado junto a su progenitora en Roar, el rodaje m¨¢s peligroso de la historia del cine. No es lo peor a lo que se ha enfrentado en la vida. Interpret¨® a una rubia tan alocada como peligrosa en Algo salvaje, de nuevo una revisi¨®n de un cl¨¢sico, en este caso La fiera de mi ni?a, pero fue Armas de mujer la que la consagr¨®. Si su Tess McNeill ten¨ªa una mente para los negocios y un cuerpo para el pecado, Griffith ten¨ªa un talento sobrenatural para la comedia. Consigui¨® un Globo de Oro y una nominaci¨®n al Oscar. Despu¨¦s encaden¨® proyectos fallidos como La hoguera de las vanidades y Resplandor en la oscuridad junto a Michael Douglas, y sus matrimonios con Don Johnson y Antonio Banderas y sus retoques est¨¦ticos empezaron a despertar m¨¢s atenci¨®n que sus pel¨ªculas.
Qu¨¦ est¨¢ haciendo ahora. Tom¨¢rselo con calma. Las conocidas adicciones a las drogas y al alcohol de Griffith estancaron temporalmente su carrera en distintas ¨¦pocas. En agosto de 2018, confes¨® adem¨¢s que se le hab¨ªa extirpado un c¨¢ncer de piel. Donde es muy activa en las redes sociales, en las que suele presumir de su bien avenida familia.
Puedes seguir ICON en Facebook, X, Instagram, o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.