Jared Leto ya no se disfraza: por qu¨¦ Hollywood ha vuelto a ponerse el esmoquin
La alfombra roja de los Globos de Oro dej¨® una huella de masculinidad m¨¢s o menos cl¨¢sica. Bradley Cooper vestido con un esmoquin, Jeremy Allen White de negro y blusa transparente o un Timoth¨¦e Chalamet que rebaj¨® el riesgo de su atuendo
?Es el esmoquin la nueva nueva masculinidad? ?Se han cansado ya las superestrellas de ser originales a toda costa y de llevar sobre sus hombros la misi¨®n de derribar los estereotipos de g¨¦nero? La vuelta a la sobriedad del guardarropa masculino en esa subcategor¨ªa especial que es la alfombra roja podr¨ªa demostrar que tambi¨¦n a la hora de vestir existe el efecto rebote. As¨ª, del mismo modo que ciertas dietas provocan el efecto contrario en el cuerpo pasada la novedad de las primeras semanas, las tendencias de color y extravagancia abanderadas por los hombres m¨¢s famosos de Hollywood podr¨ªan estar perdiendo ese efecto sorpresa y haber propiciado una vuelta a los c¨¢nones de vestir m¨¢s tradicionales de la moda masculina.
Dicho de otro modo: hoy lo irreverente ser¨ªa apostar por una sobriedad, eso s¨ª, cuidada al m¨ªnimo detalle y diluida la frontera entre lo femenino y lo masculino a trav¨¦s de peque?os detalles: una camisa con lazada, unos guantes de piel, una blusa semitransparente, una flor XL en la solapa. Un logro, el de superar estas barreras, que ha costado alcanzar y para que el que ya no deber¨ªa haber marcha atr¨¢s. Para Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino, ¡°se trata de mostrar tu fragilidad, tu intimidad, tu ternura¡±, tal y como aseguraba en una entrevista a GQ, en la que afirmaba tras su desfile para hombre presentado en junio de 2023 que ¡°puedes ser asertivo aunque no sigas las reglas. Durante siglos, ser hombre ha significado seguir las leyes de la sociedad. No pod¨ªas mostrar tu intimidad, ni tu vulnerabilidad. Y creo que en eso no hay libertad ni poder¡±.
En ese sentido, podr¨ªa decirse que el hombre ha conseguido esa libertad y ese poder de elegir lo que le gusta de la moda femenina e incorporarlo a su propio armario. Un equilibrio que recupera los trajes sastre tradicionales para darles una nueva dimensi¨®n, tal y como sugiere la primera gran alfombra roja del a?o, la de los Globos de Oro. Es la conclusi¨®n que surge tras echar un vistazo a la que ha sido la primera gran alfombra roja del a?o, la de los Globos de Oro. All¨ª se dieron cita algunos de los hombres del momento y, salvo excepciones (Barry Keoghan de rojo Vuitton, por ejemplo, o Pedro Pascal con cabestrillo y jersey negro cubierto de apliques blancos de Bottega Veneta), la mayor¨ªa de ellos nos dejaron estilismos que nos recordaban a esos tiempos en los que Harry Styles era solo un aspirante a estrella en Factor X y no el embajador mundial del gender fluid en el vestir.
Por aquel entonces las alfombras rojas eran, para muchos, un evento sin sobresaltos en lo que a moda masculina se refiere. El mayor atrevimiento era calzar unas zapatillas de deporte y combinarlas con esmoquin. Un acto de rebeld¨ªa que, como tantos otros, ha sido engullido por las masas tras el inicial asombro.
Jeremy Allen White es el nombre que ¨²ltimamente acapara todos los titulares y portadas. Su reciente ¨¦xito con la serie The Bear le ha posicionado como el hombre m¨¢s deseado del planeta, estatus que ha confirmado la ¨²ltima campa?a de Calvin Klein. Esta marca ha sido, como era de esperar, la encargada de firmar su estilismo para la alfombra roja de los Globos de Oro. Tambi¨¦n previsible era la est¨¦tica minimalista con reminiscencias a los noventa por la que es c¨¦lebre la firma estadounidense. Esta est¨¦tica simplificada de alfombra roja que suele emplear el chef de ficci¨®n m¨¢s famoso de la televisi¨®n le posiciona como el mayor referente de esta nueva corriente de moda sin sobresaltos: no olvidemos que es el hombre que ha vuelto a poner de moda la camiseta blanca. Cillian Murphy tambi¨¦n se calz¨® un esmoquin, este de Yves Saint Laurent, aunque sin pajarita. ?El otro gran hombre con un esmoquin cl¨¢sico? Bradley Cooper, americana cruzada, solapas de sat¨¦n y la mejor compa?¨ªa que puede llevar un hombre cl¨¢sico a una alfombra roja y lo eleva directamente a los altares de la galanter¨ªa tierna: su madre.
Timoth¨¦e Chalamet, gran compa?ero de Harry Styles en la misi¨®n de revolucionar los armarios masculinos de todo el mundo, podr¨ªa haberse sumado a esta corriente clasicista, a juzgar por su elecci¨®n en la alfombra roja. Su chaqueta de esmoquin de pedrer¨ªa firmada por Celine fue lo m¨¢s atrevido que luci¨® el protagonista de Wonka aquella noche. Una minucia si lo comparamos con algunos de sus atuendos m¨¢s sonados del pasado, como el top de sat¨¦n con la espalda al descubierto que llev¨® en el Festival de Venecia de 2022 o, m¨¢s recientemente, el mono de piel en color malva de Prada que eligi¨® para la gira mundial de su ¨²ltimo estreno.
Jared Leto ha sido otro de los hombres que ha encabezado esta revoluci¨®n de la moda masculina y que ahora parece haberse cansado del m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa. Un cambio en el que podr¨ªa haber influido la marcha de Alessandro Michele de Gucci, art¨ªfice de la est¨¦tica andr¨®gina, ir¨®nica y barroca del artista de los ¨²ltimos tiempos, y su sustituci¨®n por Sabato di Sarno, un napolitano con gustos m¨¢s austeros. Desde entonces Leto se ha dejado ver con prendas de Givenchy en las que impera el blanco y negro, las chaquetas de esmoquin perfectas y los pantalones de influencia setentera.
Jacob Elordi tambi¨¦n forma parte de ese exclusivo y reducido grupo de nombres que todos esperan ver sobre una alfombra roja y que tambi¨¦n podr¨ªa apuntar en esta nueva direcci¨®n en la que los trajes de chaqueta cl¨¢sicos y la apuesta por f¨®rmulas m¨¢s tradicionales empezar¨ªan a convertirse en la norma. Una norma que no quita para que veamos ciertas concesiones que dan vidilla a estos eventos, como una camisa transparente, unas solapas de tama?o exagerado, unos botines con algo de tac¨®n o una joya imponente. Peque?os detalles que nos recuerdan que nos encontramos ante un evento excepcional y que la moda masculina ya no es lo que era. Esta podr¨ªa ser, por tanto, la evoluci¨®n natural de la nueva masculinidad: recuperar lo mejor de la gran renuncia masculina sin renunciar a los nuevos terrenos conquistados en cuesti¨®n de materiales y siluetas. Quedarse, en definitiva, con lo mejor de los dos mundos.
Es algo que las nuevas generaciones han interiorizado sin esfuerzo, tal y como reflexionaba Harry Lambert ¨Cestilista de Harry Styles, Josh O¡¯Connor y Eddie Redmayne, entre otros¨C en una entrevista a la revista W: ¡°Ahora hay una nueva perspectiva sobre la moda y el g¨¦nero. Cuando yo crec¨ª, en los noventa, si te interesaba la moda significaba que eras gay, era una asociaci¨®n autom¨¢tica. Para las nuevas generaciones la moda simplemente significa que te interesa la forma en la que te presentas ante los dem¨¢s¡±, y a?ad¨ªa en otra declaraci¨®n recogida por XL Semanal: ¡°Cada vez son m¨¢s los hombres que se apuntan al carro de abrir su armario a opciones tradicionalmente relacionadas con los gustos femeninos: el color rosa, las plumas, las perlas¡ Y todo eso sin perder ni un ¨¢pice de su atractivo como ¡®guapos oficiales¡±.
Una tendencia que confirman las colecciones de hombre para la primavera-verano 2024 en las que el traje de chaqueta y pantal¨®n recupera su protagonismo, pero se presenta variando su silueta, haci¨¦ndola m¨¢s fluida y brillante, como en el caso de Giorgio Armani, combinando los pantalones m¨¢s formales con blusas transparentes de lunares o adorn¨¢ndolos con grandes flores, como vemos en Dolce & Gabbana, inspir¨¢ndose en versiones vintage para darles despu¨¦s un toque contempor¨¢neo, como propone Givenchy, o insistiendo en el cambio del pantal¨®n largo por bermudas y la firme intenci¨®n de mostrar m¨¢s piel, seg¨²n Jonathan Anderson o Zegna. Este equilibrio entre la moda de ambos g¨¦neros parece as¨ª haber encontrado su sitio en el armario masculino de una manera m¨¢s natural y serena y los hombres con m¨¢s estilo del planeta empiezan ya a demostrar todas sus posibilidades.
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