El caso de Bad Bunny: ?de qu¨¦ sirve borrar todo tu historial de Instagram?

En una reciente entrevista publicada en EL PA?S, la fil¨®sofa Margot Rot confesaba que jam¨¢s ense?ar¨ªa a nadie su historial de b¨²squeda porque ah¨ª est¨¢ toda ¡°su alma, su psique¡±. Haciendo caso de esta analog¨ªa, es posible que estemos traspasando el l¨ªmite de lo personal al preguntarle a Luj¨¢n, una malague?a de 25 a?os, qu¨¦ hay dentro de su archivo de Instagram. ¡°!Tengo mucho que responder! hablas con alguien que lleva usando Instagram desde 2013, tengo miles de fotos archivadas. Dame un momento y te voy contestando¡±, escribe por WhatsApp. Las redes sociales facilitan la creaci¨®n, modificaci¨®n y eliminaci¨®n selectiva de nuestra identidad digital. A menudo, desligarse del pasado comienza con la eliminaci¨®n de ciertas publicaciones en nuestros perfiles en estas plataformas, y en situaciones m¨¢s radicales, incluso con la eliminaci¨®n total del perfil. Esta ¨²ltima tendencia se ha popularizado recientemente, adoptada por artistas como Bad Bunny, Quevedo, C. Tangana y Justin Timberlake.

Sin embargo, Instagram no es la ¨²nica plataforma donde los usuarios manipulan su huella biogr¨¢fica digital. En la actualidad, dif¨ªcilmente exista una representaci¨®n m¨¢s v¨ªvida del final de una relaci¨®n que cuando, sin poder hacer nada al respecto, observamos c¨®mo la foto de quien fuera nuestra pareja desciende lentamente en el flujo de WhatsApp, sepultada bajo un alud de conversaciones intrascendentes. Algunos optan por archivar el chat, con el riesgo de perderse un eventual mensaje de esa persona. Otros deciden eliminarlo por completo, y hay quienes, finalmente, deciden bloquear el n¨²mero.

Al examinar su archivo personal en Instagram, donde almacena las publicaciones que ha retirado de su perfil p¨²blico, Luj¨¢n descubre que posee aproximadamente 200 fotograf¨ªas. Se identifica como una usuaria activa en la plataforma, con un enfoque predominante en contenidos musicales. ¡°Sobre todo he encontrado fotos de discos, v¨ªdeos de mala calidad de conciertos, tickets de entradas; simplemente yo flexeando [fardando] de toda la m¨²sica que consum¨ªa¡±, explica en un audio de Whatsapp. Aunque, por supuesto, hay m¨¢s cosas que han ido a parar dentro de su archivo. ¡±Para empezar, el Instagram de 2013 no tiene nada que ver con el actual¡±, sostiene. ¡°Inicialmente era una aplicaci¨®n bastante b¨¢sica, limitada a compartir publicaciones con hashtags y poco m¨¢s¡±. En su opini¨®n, antes los usuarios tend¨ªan a publicar fotos menos elaboradas, carentes de significado profundo. ¡°Era un poco: ¡®?Me estoy tomando un ColaCao?, pues subo que me estoy tomando un ColaCao de desayuno, porque s¨ª¡±. Con el tiempo, Luj¨¢n comenz¨® a desvincularse de muchas de estas fotograf¨ªas en busca de un perfil m¨¢s pulcro, est¨¦tico y coherente. ¡°Acabo de encontrar una foto que sub¨ª hace mil a?os, que simplemente son mis pies dentro de una tienda de camping. En 2014, esto me parec¨ªa buena idea. Ahora no lo subir¨ªa¡±.

Adem¨¢s, Luj¨¢n ha ido eliminando de su perfil de Instagram a personas que ya no forman parte de su vida. ¡°Despu¨¦s de 10 a?os en la red, hay muchas personas con las que ya no mantengo relaci¨®n¡±, explica. Aunque algunas de estas relaciones hayan terminado, no contempla la eliminaci¨®n definitiva de estas fotos. Son gente que ha pasado por mi vida y pienso: ¡®Bueno, pues ah¨ª est¨¢n¡±. Esto incluye a su ex pareja, con quien termin¨® hace unos meses. ¡°Como no vengo de una relaci¨®n turbia, o s¨²per t¨®xica, y no me ha hecho nada para que yo le tenga cierto odio o rencor, no sent¨ªa la necesidad de borrarlo de mi vida. As¨ª que lo archiv¨¦ porque es una persona a la que tengo mucho cari?o. No creo que las publique de nuevo. Pero las tengo ah¨ª, como recuerdo. Creo que me arrepentir¨ªa si las borrase¡±.

La estrategia de las estrellas

En el ¨¢mbito de los artistas y celebridades, la eliminaci¨®n digital se ha popularizado, a menudo como estrategia de marketing. Un ejemplo reciente y destacado es de Bad Bunny, uno de los artistas m¨¢s escuchados en Spotify, que acaba de borrar todas sus publicaciones de Instagram, donde tiene 46 millones de seguidores, y ha cambiado su nombre de usuario a Benito, como se llama realmente. Para tranquilidad de sus fans, hace una semana subi¨® una foto en la que se le ve¨ªa desayunando tranquilamente un taz¨®n de cereales, acompa?ado de un notable fajo de billetes. Y hace unos d¨ªas comparti¨® una segunda publicaci¨®n. No es la primera vez que El Conejo opta por empezar de nuevo en las redes sociales. Hace dos a?os, recibi¨® el 2022 borrando todo el contenido de su perfil oficial en esta plataforma, y en 2020, anunci¨® su partida con un lac¨®nico ¡°Bye, me fui¡±, en una ausencia que dur¨® tres meses.

Esta estrategia de borrado digital, que tuvo en el cantante Maluma a uno de sus grandes precursores, tambi¨¦n ha sido adoptada recientemente por Justin Timberlake, o el artista canario Quevedo, que elimin¨® todas las publicaciones de su cuenta, cumpliendo con lo que hab¨ªa insinuado en una de sus canciones, Ahora qu¨¦: ¡°2021 sembrar, 2022 recoger, 2023 coronar, 2024 desaparecer¡±. Exactamente lo mismo hizo C. Tangana justo antes de convertirse en El Madrile?o. La lista es muy larga, y podr¨ªa proseguir incluyendo a Dua Lipa, quien dej¨® su cuenta de Instagram sin publicaciones el a?o pasado, as¨ª como a los cantantes Marc Anthony y Liam Payne.

Amel Fern¨¢ndez, especialista en redes sociales y experto en Chat GPT, explica que esta acci¨®n busca ¡°generar hype¡±. Seg¨²n Fern¨¢ndez, lo que estos artistas buscan es captar la atenci¨®n del momento, crear suspense y promover que se hable de ellos para lograr un renacimiento medi¨¢tico. Este enfoque no solo atrae atenci¨®n y alcance, sino que tambi¨¦n est¨¢ meticulosamente planificado, incluso hasta el momento exacto del regreso. A pesar de ser una estrategia ampliamente imitada, Fern¨¢ndez afirma que sigue siendo efectiva, ya que ¡°todo lo que desaf¨ªa la percepci¨®n habitual del usuario contin¨²a funcionando¡±. Adem¨¢s, no descarta que, en muchas ocasiones, esta transformaci¨®n digital pueda estar impulsada tambi¨¦n por motivaciones emocionales o por un momento de saturaci¨®n en el uso de las redes sociales. ¡°Durante la pandemia, muchos creadores de contenido sufrieron las consecuencias del confinamiento, se borraron los perfiles, y en muchos casos, nunca llegaron a volver a abrirlos¡±, detalla.

Hacerse mayor, tambi¨¦n en Instagram

Una motivaci¨®n com¨²n para que muchos usuarios borren o archiven gran parte de sus publicaciones en redes sociales es el deseo de proyectar una imagen m¨¢s profesional. Este fue el caso de Sara Gonz¨¢lez, dise?adora de interiores de 26 a?os, quien, a finales del verano pasado, archiv¨® las m¨¢s de doscientas publicaciones que ten¨ªa en su perfil. Este cambio coincidi¨® con la apertura de su propio estudio de dise?o de interiores. ¡°Mi objetivo era asociar mi marca personal con el nombre de mi empresa¡±, explica. Sara se percat¨® de que algunas fotos no eran apropiadas para compartir en un contexto profesional. ¡°Me di cuenta de que ten¨ªa un mont¨®n de fotos casi en pelotas¡±, recuerda con franqueza. ¡°Ah, y porque me oper¨¦ las tetas. Ten¨ªa un mont¨®n de fotos en las que se notaba mucho el cambio, y no quer¨ªa que se viesen¡±.

Las generaciones m¨¢s j¨®venes, incluso la anterior a la Z, muestran una relaci¨®n distinta con las publicaciones en redes sociales. ¡°Hay una inclinaci¨®n creciente hacia las publicaciones ef¨ªmeras, como las stories, en detrimento de las publicaciones permanentes en el feed. Esto refleja una preferencia por la inmediatez y la espontaneidad en la comunicaci¨®n digital¡±, explica Amel Fern¨¢ndez. El experto a?ade: ¡°Esta tendencia parece haber sido impulsada inicialmente por influencers y figuras p¨²blicas que empezaron a mantener sus cuentas con cero publicaciones en el feed¡±. Esto refleja un cambio en la percepci¨®n de la permanencia en el mundo digital, donde los usuarios pueden preferir dejar una huella digital m¨¢s ligera y controlada.

Es curioso que la generaci¨®n Instagram se salv¨® del ¡°trauma colectivo¡± que supuso el gran borrado digital de Tuenti de 2016, cuando la popular red social espa?ola cerr¨® definitivamente. Fundada en 2006, Tuenti lleg¨® a ser una de las plataformas m¨¢s utilizadas en Espa?a, especialmente entre los j¨®venes. Durante su apogeo, acumul¨® millones de usuarios, con un pico de alrededor de 15 millones de cuentas activas. Con su cierre, todos los datos almacenados en la plataforma, incluyendo fotos, mensajes y perfiles de usuario, se perdieron. Aunque la red social ofreci¨® un per¨ªodo para recuperar esas fotos, muchos usuarios no lo hicieron a tiempo. Actualmente, existen p¨¢ginas con instrucciones detalladas para recuperar dicho contenido; no obstante, estos procesos generalmente implican contactar con los administradores y apelar a las leyes de protecci¨®n de datos y privacidad a trav¨¦s de Telef¨®nica. A pesar de estos esfuerzos, para muchos, esa parte de sus vidas probablemente solo persistir¨¢ en sus recuerdos. Los usuarios de Instagram han decidido que mejor tomar ellos la iniciativa. Por si acaso.

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