Bayona o aquel muchacho del barrio de Trinitat Vella que puede ganar un Oscar
J. A. Bayona ha batido suspicacias sobre su potencial condici¨®n de Amen¨¢bar clonado, introducido notas personales en franquicias y se ha superado en t¨¦cnica, aunque alguno a¨²n salga agotado de sus pel¨ªculas
¡°Lo que dar¨ªa por echar el tiempo de nuevo hacia atr¨¢s¡±, cantan los Camela en el videoclip de su tema Por siempre t¨² y yo, realizado por un J. A. Bayona que, en esos momentos, se hallaba exactamente a diez a?os de debutar en el largo con El orfanato. Da la impresi¨®n de que, en los trabajos que realiz¨® para la siempre reivindicable formaci¨®n de tecnorrumba, donde los int¨¦rpretes eran lanzados a los c¨®digos del spaghetti western e incluso de la space opera, Bayona estaba fogue¨¢ndose antes de tomar por asalto el reino del blockbuster global. Sin ir m¨¢s lejos, Por siempre t¨² y yo era un exc¨¦ntrico melodrama b¨¦lico con un retru¨¦cano temporal digno de Christopher Nolan que invert¨ªa la direcci¨®n de las agujas de un reloj para reunir a dos amantes.
Si ech¨¢ramos el tiempo atr¨¢s en la vida del propio Bayona, que ahora mismo est¨¢ a un palmo del Oscar tras recibir un alud de goyas, nos encontrar¨ªamos con la cinefilia inquebrantable de un muchacho del barrio de Trinitat Vella que, contra viento, marea y condicionantes de clase, acabar¨ªa curioseando en festivales de cine y otros focos de atracci¨®n aspiracionales con las c¨¢maras de un programa de televisi¨®n local que llevaba el significativo t¨ªtulo de Por la Kara TV. Aunque lo cierto es que lo suyo fue cuesti¨®n m¨¢s de pasi¨®n que de cara, en una historia ¨¦pica sobre la conquista de un sue?o que empez¨® en una clave tan delicada que no permit¨ªa intuir el estruendo en Dolby Atmos que vendr¨ªa despu¨¦s: Mis vacaciones (1999), su primer corto, se inspir¨® en un texto publicado en el crucial fanzine indie C¨ªrculo primigenio.
Con el tiempo, Bayona ha logrado batir suspicacias en torno a su potencial condici¨®n de Amen¨¢bar clonado, ha introducido notas personales en franquicias jur¨¢sicas y no ha dejado de superarse en excelencia t¨¦cnica, ya sea anegando multisalas o redimiendo antropofagias. Aunque, por supuesto, a¨²n haya quien salga magullado (y agotado) tras ver esas pel¨ªculas que lanzan la emoci¨®n ¡ªy sus subrayados musicales¡ª sobre la platea con la fuerza, c¨®mo no, de un apabullante tsunami.
Puedes seguir ICON en Facebook, X, Instagram, o suscribirte aqu¨ª a la Newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.