¡°Nadie se plantea buscar amigos por ¡®app¡¯, es absurdo hacerlo para encontrar pareja¡±: el desgaste virtual resucita el ligue en persona

¡°Me parece un mercado de ganado¡±, sopesa Lucas Col¨ªn, de 24 a?os, cuando se le pregunta sobre su reticencia a usar aplicaciones de citas. ¡°Me da ansiedad, lo veo muy artificial. Casi nadie se plantea buscar amigos por una aplicaci¨®n y es absurdo plante¨¢rselo para encontrar pareja, que al final es tambi¨¦n, en el fondo, una relaci¨®n de amistad y de cercan¨ªa¡±.

Pese al crecimiento que experiment¨® ¨Centre otras¨C Tinder, reina de las aplicaciones de ligue, durante la pandemia y, en particular, el confinamiento de 2020, Lucas, que est¨¢ soltero, es una de esas personas que se ha resistido al al entorno virtual. No es tanto por una cuesti¨®n de suspicacia hacia lo que pueda encontrar en la plataforma, sino porque lo entiende como una presi¨®n social: ¡°Cuando tu entorno o tu forma de ser no es demasiado fuerte, parece que tienes que demostrar que puedes ligar o que puedes follar mucho, que cuanto m¨¢s folles mejor vas a ser. Yo soy bastante m¨¢s chill que mis amigos que lo usan¡±.

Claudia Vila, de 25 a?os, opina parecido: ¡°Me resulta antinatural quedar con alguien que tiene unas expectativas en ti y t¨² en la otra persona para ver si encaj¨¢is para tener sexo o para enamoraros. Yo recomiendo hablar en los bares y hacer bromas, que no pasa nada, ?que la gente est¨¢ deseando hablar y contar sus cosas!¡±. Mientras San Valent¨ªn se acerca y multitud de parejas tradicionales agotan las reservas de los restaurantes, hay muchas personas solteras que est¨¢n perfectamente satisfechas y despreocupadas con su situaci¨®n, del mismo modo que hay otras a quienes le entran las prisas. Y, cuando el tiempo no sobra, puede que el ritmo de un flirteo online no sea el deseado: el pasado a?o Tinder revelaba que las conversaciones previas a concretar una cita se hab¨ªan vuelto un 32% m¨¢s largas.

Una nueva aplicaci¨®n llamada Thursday, operativa (como su nombre indica) los jueves, ayuda a sus usuarios a acabar con los largos tiempos de espera: las personas con las que establecen contacto en el d¨ªa de la semana en que la aplicaci¨®n est¨¢ activa solo tienen esas horas para concertar una cita. A la manera del cuento de La Cenicienta, todo desaparece a las 12 de la noche, por lo que las personas que han chateado, si no se han proporcionado su tel¨¦fono o su direcci¨®n de correo, no pueden volver a hablar. En Nueva York y Londres, Thursday organiza adem¨¢s eventos presenciales para solteros. En un reciente art¨ªculo de The New York Times titulado ¡°?La ¨²ltima novedad en citas? Ir de verdad a citas¡±, la periodista Becky Hugues acud¨ªa a uno de estos encuentros y la mayor¨ªa de asistentes con los que hablaban mostraban su descontento hacia apps como Tinder o Hinge no solo porque no tuvieran la expectativa de conocer al amor de su vida en la red, sino porque les costaba mucho concretar o les hac¨ªa sentirse juzgados, feos o discriminados.

¡°Deslizar [que es el modo en el que, en Tinder, uno determina si le interesa o no una persona, en base a si mueve el dedo por la pantalla hacia la izquierda o hacia la derecha] no implica ir a citas¡± o ¡°Esto se parece m¨¢s a conocer gente en la vida real¡± eran algunas de las declaraciones que Hugues recababa. Para Amaia Echevarr¨ªa, de 23 a?os, tener a la otra persona delante tambi¨¦n es una condici¨®n indispensable para saber si realmente le gusta: ¡°Cuando hablas, por ejemplo, por WhatsApp, las conversaciones no tienen tono, te lo tienes que imaginar. A m¨ª me interesa c¨®mo habla la otra persona, c¨®mo se expresa, c¨®mo se comunica¡±, explica. Echevarr¨ªa no cree que haya mucha menos posibilidad de enga?o por Tinder que en persona: ¡°En las redes sociales est¨¢s ense?ando lo bueno y lo perfecto de ti, pero eso tambi¨¦n lo haces en persona, porque en el ritual del ligoteo hay mucha performance. Pero yo lo veo m¨¢s real¡±.

Lucas Col¨ªn s¨ª piensa, no obstante, que el hecho de que la gente que est¨¢ predispuesta a encontrar pareja se busque en aplicaciones o eventos espec¨ªficos puede ser bueno a la hora de evitar conductas invasivas. ¡°La gente quiz¨¢ ahora se mira mucho el tirarse a la piscina cuando no est¨¢ en una cita. Se tienen menos actuaciones fuera de lugar, eso da pie a menos confusiones¡±, opina. Amaia Echevarr¨ªa, en cambio, rompe una lanza por reaprender a identificar las se?ales y ligar en persona sin acosar: ¡°Puede que a la hora de llevar la iniciativa te arriesgues m¨¢s, pero creo que el feedback se nota m¨¢s en persona que hablando por Instagram, por ejemplo¡±.

Deslizar, tambi¨¦n mejor en persona

Las llamadas ¡°citas r¨¢pidas¡± o speed dating no han quedado, ni mucho menos, sepultadas por la expansi¨®n de las aplicaciones de ligue. En Madrid, Francisco Morgado lleva a?os organizando encuentros en diferentes locales a trav¨¦s de su plataforma Cita2, cuyos eventos se realizan actualmente en el bar Taj Mahal (calle de Bolivia, 28). Orientado por el momento a parejas heterosexuales, su funcionamiento es sencillo: las mujeres permanecen sentadas en una mesa mientras los hombres, cada 7 minutos, rotan. Tanto ellas como ellos tienen unas tablas en las que apuntan si la persona con la que han hablado les ha gustado o no. Despu¨¦s, les proporcionan esas tablas a Francisco, que se encarga de proporcionar los correos electr¨®nicos a quienes han mostrado inter¨¦s mutuo. ¡°Siempre hay buen rollo. Mucha gente antes de llegar piensa que se va a encontrar lo peor, pero luego ven a chicos o chicas que les gustan y la idea que se hab¨ªan hecho se rompe¡±, afirma.

Aunque las citas se realizan por franja de edad, Francisco Morgado admite que, en el tramo que va de 40 a 55 a?os hay m¨¢s inter¨¦s por parte de mujeres. ¡°Las chicas m¨¢s j¨®venes tienen menos dificultad para encontrar pareja, as¨ª que no se organizan tanto¡±, considera, si bien igualmente Cita2 organiza eventos para la franja de 25 a 35 en igualdad de condiciones y con un n¨²mero equitativo de personas de ambos g¨¦neros. Ana, que prefiere no dar su apellido, de 59 a?os, encontr¨® a trav¨¦s de Cita2 a la persona con la que, actualmente, mantiene una relaci¨®n de un lustro: ¡°Esa primera impresi¨®n, su comportamiento, c¨®mo reacciona cuando t¨² cuentas cosas o las preguntas que hace, no lo puedes tener en una aplicaci¨®n¡±, dice.

Ana nunca ha usado una aplicaci¨®n de ligue, por las experiencias que le hab¨ªan transmitido sus amigas: ¡°Nunca me han gustado, no me f¨ªo y s¨¦ de gente a la que han mandado fotos que no eran reales¡±. Esta inquietud es casi una constante entre las personas que reclaman los servicios de Francisco Morgado, seg¨²n cuenta el organizador: ¡°Muchos de los que vienen han tenido malas experiencias con las aplicaciones, por gente que o no se presenta a la cita o resulta no ser quien dec¨ªan que eran. Se desencantan bastante por eso¡±. El miedo a no saber qui¨¦n es realmente el interlocutor, por mucho que frecuentemente las cuentas vayan asociadas a n¨²meros de tel¨¦fono, es algo consustancial al propio empleo de las aplicaciones. Documentales como El timador de Tinder, estrenado la pasada semana en Netflix, no ayudan precisamente a despejar ese temor, aunque el caso que muestre sea extremo: el largometraje sigue la historia de tres de las mujeres a las que el estafador israel¨ª Simon Leviev enga?¨® haci¨¦ndoles creer que era un rico empresario, para despu¨¦s, por un complejo entramado en el que interven¨ªan supuestos enemigos que buscaban dar un golpe a su riqueza, pedirles prestados miles de d¨®lares que luego nunca recuperaban.

A Alberto Pintado, de 28 a?os, nadie le rob¨® 250.000 d¨®lares por Tinder, pero s¨ª tiempo: ¡°Estuve hablando mucho con una chica que ten¨ªa una biograf¨ªa en la que dec¨ªa que era muy friki, que le gustaban los videojuegos y, adem¨¢s, en las fotos parec¨ªa muy atractiva. Quedamos, llego a la Puerta del Sol y me da un toquecito en la espalda una chica totalmente distinta, que dice ser ella¡±, cuenta a ICON. Aunque el joven se muestra comprensivo con la argumentaci¨®n que le dio la chica, que explic¨® que ¡°no se sent¨ªa bien poniendo sus fotos¡±, no pudo evitar sentirse enga?ado. ¡°No me parec¨ªa bien quedar con alguien que me hab¨ªa estado mintiendo, porque pod¨ªa haberme estado mintiendo tambi¨¦n en todo lo dem¨¢s¡±, explica.

Salvo complejas operaciones de cirug¨ªa pl¨¢stica, como la que pretende hacerse el personaje objeto del documental El timador de Tinder en un momento de la pel¨ªcula, la presencialidad deja poco lugar al enga?o f¨ªsico, aunque, como razona Francisco Morgado, ¡°te puedan enga?ar en todo lo dem¨¢s: en d¨®nde viven, en qu¨¦ trabajan o en el coche que tienen¡±. La operadora de trenes de bajo coste Ouigo, presente en Espa?a desde 2021, tambi¨¦n ha organizado un evento de speed dating para el fin de semana de San Valent¨ªn: concretamente el 13 de febrero, d¨ªa al que, desde la d¨¦cada de los noventa, hay quien se refiere como San Solter¨ªn. Con el plazo de inscripci¨®n ya cerrado y 250 solicitudes recibidas, de entre las que seleccionar¨¢n a 40 personas heterosexuales y homosexuales, seg¨²n detallan fuentes de la compa?¨ªa, el evento consistir¨¢ en citas rotatorias a bordo de un tren de alta velocidad, uno desde Madrid y otro desde Barcelona, con parada en Zaragoza para un brunch que contendr¨¢ ¡°un juego de preguntas para los m¨¢s t¨ªmidos¡±. ¡°Bajo un criterio de afinidad, se seleccionar¨¢n aquellas personas que m¨¢s match hagan en funci¨®n de la descripci¨®n que nos han enviado por redes sociales¡±, detalla Ouigo.

¡°S¨¦ que es una idea un poco hollywoodiense y rom¨¢ntica pensar que voy a encontrar el amor de mi vida comprando una barra de pan, pero siento que, si lo voy buscando, tengo menos posibilidades de encontrarlo¡±, sostiene Amaia Echevarr¨ªa, tan reacia a las aplicaciones de ligue como a los eventos de citas, por mucho que sean presenciales. Con una brecha generacional significativa, sin embargo, Ana, la mujer que encontr¨® a los 54 a?os a su compa?ero de vida mediante el speed dating, anima a confiar en el azar de los cruces de caminos que se dan en los encuentros de citas: ¡°Es una manera de conocer gente bastante real y puedes encajar de una manera que no cre¨ªas. Se lo he recomendado a compa?eras de trabajo que a lo mejor no han tenido muchas coincidencias, pero han podido conocer a otras personas. Los m¨¢s mayores tambi¨¦n tenemos oportunidades¡±.

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