Un suicidio, una sombra y una apuesta: cuando New Order cambi¨® el pop electr¨®nico para siempre
Se cumplen 40 a?os del ¨¢lbum decisivo en la carrera del grupo brit¨¢nico descendiente de Joy Division. En el mes de junio, la banda tiene previsto actuar en las ediciones de Barcelona y Madrid del Primavera Sound
Est¨¢ ya bastante asumido que no hay fronteras entre el pop y el rock de guitarras y la m¨²sica electr¨®nica y de baile, pero hace 40 a?os plantear aquello sonaba ins¨®lito y muy disruptivo. La culpa la tuvo un suicidio: el de Ian Curtis, vocalista de Joy Division, quien se ahorc¨® en la cocina de su casa en las afueras de M¨¢nchester (Reino Unido) el 18 de mayo de 1980. Con solo dos ¨¢lbumes, Joy Division se hab¨ªa convertido en una de las bandas m¨¢s influyentes del mundo: bastiones del post-punk y pioneros de lo que entonces se denomin¨® onda siniestra. Hab¨ªan comenzado a introducir sintetizadores en su sonido, pero no dejaban de ser una banda de rock.
La tragedia paraliz¨® a sus compa?eros de grupo, aunque no por mucho tiempo. Bernard Sumner (guitarra), Peter Hook (bajo) y Stephen Morris (bater¨ªa) r¨¢pidamente decidieron continuar con un nuevo nombre, New Order, incorporando como teclista y guitarra a Gillian Gilbert, la pareja de Morris. Nadie quer¨ªa cantar, pero al final se consens¨® que fuese Sumner quien tomase el puesto de Curtis, tambi¨¦n como letrista. Todo fue muy r¨¢pido. En apenas un par de meses ya estaban tocando en directo y en septiembre emprend¨ªan su primera gira por EE UU. Grabaron un ¨¢lbum, Movement, en 1981, pero era un paso en falso: no consegu¨ªan romper con el estilo de su banda anterior, no sonaban confiados.
Los cuatro comenzaron a trastear con secuenciadores, sintetizadores y cajas de ritmos. Un segundo viaje a Nueva York les hizo ver la luz. All¨ª descubrieron las pistas de baile y la m¨²sica disco del momento, a discjockeys como Jellybean Ben¨ªtez y a productores como Arthur Baker y Shep Pettibone. Tanto les impact¨® que, de vuelta a M¨¢nchester, convencieron a Tony Wilson, el propietario de Factory ¡ªel sello que publicaba sus discos¡ª, para abrir un club en su ciudad siguiendo la estela de discotecas neoyorquinas como Danceteria o Funhouse. En la primavera de 1982 se inauguraba as¨ª la m¨ªtica The Ha?ienda, el lugar que vio c¨®mo los hombres blancos heterosexuales que ven¨ªan del punk tambi¨¦n pod¨ªan bailar.
En el mismo momento en que Afrika Bambaataa y Grandmaster Flash estaban inventando el hip hop (con sus singles Planet Rock y The Message, respectivamente), New Order se encerraban en el estudio a experimentar con su flamante equipamiento y con los samplers. Ellos mismos aprendieron a autoproducirse. De las mismas sesiones de grabaci¨®n sali¨®, en primer lugar, el 12¡å Blue Monday y, despu¨¦s, las ocho canciones de Power, Corruption & Lies. El ¨¢lbum, pese a la influencia de la m¨²sica de baile, ten¨ªa un tono ¡°fr¨¢gil e invernal¡± (seg¨²n declaraciones de Stephen Morris a la revista Rolling Stone) y los t¨ªtulos se pusieron en el ¨²ltimo momento. El del ¨¢lbum (Poder, corrupci¨®n y mentiras) lo tomaron de la contraportada de un ejemplar de 1984, de George Orwell, que hab¨ªa en el estudio. Protagonismo aparte merece la emblem¨¢tica imagen de portada, una idea de su dise?ador de cabecera, Peter Saville, quien tom¨® directamente el cuadro del siglo XIX Una cesta de rosas, del pintor franc¨¦s Henri Fantin-Latour, y camufl¨® el t¨ªtulo y el nombre del grupo en un c¨®digo de colores.
Un nuevo orden en el pop alternativo
¡°Power, Corruption & Lies es la perfecci¨®n de la m¨²sica electr¨®nica encarnada en ¨¢lbum. A partir de este disco, New Order dan el salto cualitativo que les hace ganarse el respeto de todo el mundo, el synthpop anglosaj¨®n hab¨ªa llegado para quedarse y comenzaba a ofrecer sus primeros grandes cl¨¢sicos¡±, afirma a ICON el periodista Pablo Ferrer Torres, autor del libro La Sant¨ªsima Trinidad: El sonido del pop electr¨®nico de masas. 4 d¨¦cadas de Depeche Mode, New Order y Pet Shop Boys (2022). ¡°Esa expl¨ªcita reivindicaci¨®n de la club culture facilit¨® el masivo reconocimiento de la m¨²sica electr¨®nica en el Reino Unido cuando esta desembarc¨® al final de la d¨¦cada en forma de house¡±, escrib¨ªa el tambi¨¦n periodista Half Nelson en Loops: una historia de la m¨²sica electr¨®nica en el siglo XX (2002), mientras que el locutor radiof¨®nico estadounidense Jed The Fish fue a¨²n m¨¢s lejos al declarar que New Order hicieron mucho m¨¢s por la popularizaci¨®n de la m¨²sica house a nivel global que Frankie Knuckles y los DJs de Chicago.
¡°Creo que encontraron una gran f¨®rmula para integrar su sonido y la orientaci¨®n a la pista de baile. Power, Corruption & Lies fue el movimiento definitivo para establecer el estilo New Order y realmente marc¨® una referencia en el sonido alternativo para bailar. Su influencia ha sido enorme, tambien en nosotros¡±, asegura Servando Carballar, l¨ªder de Aviador Dro, a ICON. Es importante recalcar que la trayectoria de los de M¨¢nchester y la del grupo madrile?o ¡ªque se fund¨® en 1979 y todav¨ªa presume de haber inventado el t¨¦rmino tecnopop¡ª discurri¨® bastante en paralelo. Carballar recuerda que se hizo fan a ¡°a muerte¡± de Joy Division cuando los descubri¨® en el recopilatorio A Factory Sample en 1978. Desde entonces, sigui¨® muy de cerca lo que hac¨ªan sus miembros.
¡°A nosotros desde el principio nos ha interesado la pista de baile como antena parab¨®lica de emisi¨®n de ritmos e ideas. No podemos concebir el pop sin que sea bailable, creo que es una parte integral, y eso en los setenta no estaba bien visto¡±, apunta el madrile?o. ¡°Siempre hemos querido que la gente baile con los pies y las neuronas a la vez y, aunque ya est¨¢bamos en ello, Blue Monday fue un disparo en nuestras cabezas, al igual que Das Model de Kraftwerk lo fue en 1978. Selector de frecuencias [maxisingle de Aviador Dro de 1982] y nuestro sonido son una muestra de ello. Lo hicimos cuando los maxis todav¨ªa eran el reino del funk y Giorgio Moroder¡±.
Otro artista, de una generaci¨®n posterior, abducido por Power, Corruption & Lies es Antonio Luque (Sr. Chinarro), quien descubri¨® el disco en una cinta de casete grabada que le hab¨ªa tra¨ªdo un amigo desde Londres. ¡°Puedo revivir la sensaci¨®n, pero no sabr¨ªa a¨²n describirla con palabras. ?Un amor para siempre, tal vez?¡±, intenta explicar el m¨²sico sevillano, quien lleg¨® a grabar en su primer ¨¢lbum, de 1994, su propia versi¨®n de Leave Me Alone, uno de los temas del emblem¨¢tico disco de los de M¨¢nchester. ¡°En aquella ¨¦poca en la que los descubr¨ª no entend¨ªa mucho ingl¨¦s, pero con el tiempo me he dado cuenta de que sus canciones quer¨ªan decir lo que yo intu¨ªa que quer¨ªan decir. Puede que no sean grandes poetas en New Order, pero qu¨¦ m¨¢s da, es solo m¨²sica pop¡±, a?ade.
Ana Fern¨¢ndez-Villaverde (La Bien Querida) recuerda que se los descubri¨® un amigo cuando daba clases de pintura en Madrid. ¡°Reconozco que me cost¨® entrar porque me sonaba muy ochentoso y la voz de Bernard Summer no ten¨ªa ni la oscura desgarradura de Ian Curtis ni la perfecci¨®n vocal de Robert Smith [de The Cure]. Pero hab¨ªa algo que los hac¨ªa irresistibles, las melod¨ªas del bajo de Peter Hook¡±. La artista afirma que el segundo ¨¢lbum de los de M¨¢nchester es ¡°el discazo, pop electr¨®nico perfecto¡±, y que ha tenido mucho peso en su propia m¨²sica. ¡°Mi disco de 2014 Premeditaci¨®n, nocturnidad y alevos¨ªa est¨¢ muy influido por ese ¨¢lbum, pero m¨¢s all¨¢ de eso ha habido momentos en que, para hacer canciones, me pon¨ªa las de New Order y por encima sacaba otra melod¨ªa que me ayudaba con mi tema. Lo he tenido como grupo de cabecera mucho tiempo, sobre todo cuando estaba componiendo, y creo que en todos mis discos hay al menos una canci¨®n con una clara influencia de New Order¡±. La Bien Querida, que comenz¨® como artista gr¨¢fica, tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en los dise?os de Peter Saville, ¡°un visionario sobre las claves del lenguaje visual contempor¨¢neo¡±, sostiene.
Un grupo que no disfrutaba tocando en directo
La grabaci¨®n de Power, Corruption & Lies supuso un breve alto en un creciente calendario de conciertos para una banda que, pese a ello, se sent¨ªa a¨²n insegura en vivo. Nada m¨¢s salir del estudio, incorporaron las nuevas canciones al repertorio de su gira y las probaron en p¨²blico antes de que el ¨¢lbum viera la luz. ¡°Hab¨ªamos grabado los temas, pero no sab¨ªamos c¨®mo tocarlos¡±, declarar¨ªa el bater¨ªa. ¡°La primera noche resonaba un silencio tras cada canci¨®n. La gente simplemente estaba ah¨ª mirando, un mont¨®n de fans de Joy Division pregunt¨¢ndose qu¨¦ est¨¢bamos haciendo¡±. Pero, con el disco ya en la calle, la recepci¨®n fue mejorando. En el verano de 1984 llegaron a Espa?a por primera vez: actuaron dos noches en el Rock-Ola de Madrid, adem¨¢s de en la sala Pach¨¢ de Valencia, Studio 54 de Barcelona y el Estadio Municipal de Marbella, en una noche surrealista en que compartieron cartel con Cabaret Voltaire, Enrique Morente y Pepe Habichuela.
Tres a?os despu¨¦s, volvieron a Madrid, al Palacio de los Deportes, y en esa ocasi¨®n los teloneros fueron Aviador Dro. ¡°Pr¨¢cticamente no cruzamos palabra¡±, recuerda Carballar. ¡°Lo que s¨ª nos sorprendi¨® es que tocamos nosotros primero con el pabell¨®n lleno, luego lleg¨® el grupo de rock The Long Ryders, que triunfaron, y despu¨¦s ellos, pero el Palacio se qued¨® casi vac¨ªo. Bajamos nosotros a primera fila y ¨¦ramos unos pocos cientos. Y ellos no estaban muy motivados. El directo nunca ha sido su fuerte¡±, a?ade el l¨ªder de Aviador Dro. ¡°Siempre he tenido la impresi¨®n de que Bernard y Gillian no disfrutan actuando¡±.
Power, Corruption & Lies inaugur¨® y marc¨® la plantilla estil¨ªstica de la etapa imperial de New Order, que continu¨® en los a?os 80 con otros discos igualmente adorados como Low-Life (1985), Brotherhood (1986), el recopilatorio de singles Substance (1987) y Technique (1989). ¡°Musicalmente hablando, en aquellos a?os fueron por delante del resto de grupos de su generaci¨®n¡±, afirma Pablo Ferrer. ¡°Nunca se relajaron, eran investigadores natos, casi siempre rozaban la perfecci¨®n. Su producci¨®n musical quita el hipo, tanto por la calidad de sus caras B como por la de los remixes que autorizaron publicar, aunque nunca los acompa?aron las ventas masivas¡±. Pero en los noventa el grupo comenz¨® a ir cuesta abajo. ¡°A partir de ah¨ª, llegaron los problemas¡±, relata el autor de La Sant¨ªsima Trinidad. ¡°Proyectos paralelos que fueron desastrosos, conflictos entre sus componentes, inestabilidad emocional y el que, para m¨ª, fue su mayor error, coquetear con el indie pop de entonces, algo que los descentr¨® totalmente. Demasiado a menudo no eran m¨¢s que la sombra de lo que hab¨ªan sido¡±.
En 2007, Peter Hook, en disputa irreconciliable con el vocalista, abandon¨® la banda y esta se reestructur¨®. Los New Order que acudir¨¢n al pr¨®ximo Primavera Sound los completan Tom Chapman al bajo y Phil Cunningham a la segunda guitarra, junto a Sumner, Morris y Gilbert. En su pron¨®stico sobre lo que pueden deparar estos conciertos, Pablo Ferrer concluye con un giro de guion inesperado: ¡°Siempre se dec¨ªa de ellos que sus directos no eran tan buenos como se les pod¨ªa exigir, pero con la incorporaci¨®n de sus nuevos componentes y la revisi¨®n de sus cl¨¢sicos han subido much¨ªsimo el list¨®n. Atr¨¢s qued¨® la ¨¦poca en la que Sumner compet¨ªa con Hook para ver qui¨¦n de los dos daba m¨¢s la nota. Desde la marcha de su hist¨®rico bajista, se les ve en un gran estado de forma, comprometidos y felices¡±.
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