?ramos tan j¨®venes
Este a?o se cumplen cuatro d¨¦cadas de la llegada de los socialistas a La Moncloa
En el mes que hoy comienza, hace cuatro d¨¦cadas, Espa?a entr¨® en la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN) de la mano del presidente Leopoldo Calvo Sotelo. En aquellos d¨ªas ya se palpaba con nitidez en los sondeos y en las calles el ambiente de cambio pol¨ªtico profundo que se concretar¨ªa seis meses despu¨¦s en unas elecciones generales adelantadas: el PSOE las ganar¨ªa por la mayor mayor¨ªa absoluta conocida hasta ahora (202 diputados y el 48,11% de los votos). Fue la primera vez en la historia en la que los socialistas gobernaron el pa¨ªs en solitario, pues durante la Segunda Rep¨²blica lo hubieron de hacer siempre en coalici¨®n con otras formaciones.
Ello sucedi¨® solo 20 meses despu¨¦s del intento de golpe de Estado del teniente coronel Tejero, y apenas siete a?os m¨¢s tarde de la muerte de Franco. Parte de la prensa internacional recibi¨® a Felipe Gonz¨¢lez y a su equipo con los calificativos de ¡°j¨®venes nacionalistas¡±, pues m¨¢s que aplicar un programa socialista en sentido estricto, lo que pretend¨ªan era hacer de Espa?a un pa¨ªs moderno. ¡°Se trataba de devolver a Espa?a la confianza en las instituciones democr¨¢ticas, hacer que estas funcionasen¡±, resume Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n en ese extraordinario libro de memorias titulado Cuando ya nada se espera (Galaxia Gutenberg, 2022).
Adem¨¢s de evitar la intervenci¨®n del Fondo Monetario Internacional y corregir el rumbo de la econom¨ªa, en muy mala situaci¨®n ¡ªestancamiento, inflaci¨®n del 14% anual, tasa de paro del 17%¡¡ª y con la salida diaria hacia el exterior de millones de d¨®lares de las reservas de divisas, los socialistas llegaron a La Moncloa con tres grandes ideas-fuerza: la normalizaci¨®n democr¨¢tica (acabar con los golpes de Estado militares que hab¨ªan asolado al pa¨ªs en los dos ¨²ltimos siglos) y la supremac¨ªa del poder civil sobre el poder militar; la normalizaci¨®n exterior, sacando a Espa?a del agujero en el que se encontraba y haci¨¦ndola ingresar en la Comunidad Europea; y la normalizaci¨®n social, construyendo un Estado de bienestar universal. Los ciudadanos espa?oles quer¨ªan de Europa no solo las libertades democr¨¢ticas, sino su bienestar econ¨®mico.
Ello supon¨ªa revalidar el trabajo puesto en marcha ocho a?os antes en el congreso del PSOE de Suresnes, emplazado el partido socialista a la mayor empresa que se hab¨ªa encomendado desde su fundaci¨®n en 1879. Javier Solana, uno de los ¡°j¨®venes nacionalistas¡±, lo resumi¨® de este modo: ¡°Al PSOE le ha correspondido la tarea hist¨®rica de constituirse en elemento vertebrador de fuerzas sociales que protagonice la transformaci¨®n de nuestro pa¨ªs en una sociedad libre, tolerante, estable, avanzada, que enlace con los mejores momentos de la historia de Espa?a¡±. En el libro citado, Gri?¨¢n opina que hab¨ªa algo del Juan Negr¨ªn de 1938 en las palabras de Solana: no se apelaba al protagonismo de una clase social o a una tarea de construcci¨®n del socialismo, sino a la transformaci¨®n de Espa?a en una sociedad avanzada, tal como reza el pre¨¢mbulo de la Constituci¨®n.
Al margen de la emergencia econ¨®mica, las primeras decisiones del Gabinete de Felipe Gonz¨¢lez son muy significativas: una ley de interrupci¨®n voluntaria del embarazo, la jornada laboral de 40 horas semanales y los criterios b¨¢sicos de la defensa nacional, buscando la autonom¨ªa de la pol¨ªtica respecto al Ej¨¦rcito. Las dos grandes leyes en las que se trabajar¨¢ desde el principio fueron la del derecho a la educaci¨®n (la educaci¨®n hab¨ªa estado en manos de la Iglesia cat¨®lica durante la mayor parte de la historia) y la ley general de sanidad, que marcar¨¢n los contenidos del citado Estado de bienestar.
A cada uno corresponde decidir en qu¨¦ medida lo consiguieron y qu¨¦ es lo que se dejaron por el camino de aquel programa y aquellas intenciones (como por ejemplo la promesa de crear 800.000 puestos de trabajo en la legislatura). La primera etapa socialista en el Gobierno de Espa?a dur¨® 14 a?os y durante ese periodo acab¨® la Transici¨®n, sea cual sea el criterio que se utilice para medirla. Despu¨¦s llegaron Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y el PP, y se comenz¨® a hablar de ¡°segunda transici¨®n¡±.
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