Isla Mauricio: su cuento de hadas es en realidad el del nacimiento de un para¨ªso fiscal

En su d¨ªa se predijo que Mauricio, la diminuta isla en medio del oc¨¦ano ?ndico, siempre ser¨ªa pobre. Carente de recursos naturales, como petr¨®leo o minerales, el economista James Meade, que m¨¢s tarde ganar¨ªa el Premio Nobel, concluy¨® que sus perspectivas de desarrollo eran b¨¢sicamente nulas antes de su independencia del Reino Unido en 1968. Ubicada a 2.000 kil¨®metros de la costa este de Sud¨¢frica, est¨¢ lejos de otros pa¨ªses y mercados, y su econom¨ªa depende mayoritariamente de la exportaci¨®n de un solo producto: la ca?a de az¨²car, introducida por primera vez en el siglo XVII por la Compa?¨ªa Holandesa de las Indias Orientales (otra de esas compa?¨ªas privilegiadas que ayudaron a expandir y cimentar imperios) y cultivada por esclavos.

La ONU abri¨® una oficina en la capital, Port Louis, poco despu¨¦s de su independencia. Por aquel entonces ¡°los economistas dec¨ªan que Mauricio no podr¨ªa sobrevivir como naci¨®n independiente¡±, nos cuenta Simon Springett, coordinador residente de la ONU en la isla, unos 50 a?os despu¨¦s. ¡°B¨¢sicamente, se trataba de averiguar c¨®mo diversificar una econom¨ªa basada en el monocultivo¡±. Nos reunimos con ¨¦l en una oficina cercana al paseo mar¨ªtimo de la ciudad, donde calles con calzadas mal pavimentadas se alternaban con otras m¨¢s modernas que mostraban el reluciente cristal de edificios de oficinas nuevos y bien cuidados. All¨ª, sobre restaurantes y cafeter¨ªas que sirven ensaladas gurm¨¦s y batidos reci¨¦n hechos, encontramos numerosos bancos de inversi¨®n especializados y empresas financieras que dan servicio a las ¨¦lites de todo el mundo. Su omnipresencia es reflejo de lo que sucedi¨® despu¨¦s de la independencia en la historia de Mauricio: la transformaci¨®n de la isla en un para¨ªso fiscal.

Mauricio experimenta ahora un auge tur¨ªstico y de servicios financieros. Es conocida, sobre todo entre la ¨¦lite internacional, por sus playas de coral blanco, las lunas de miel de lujo, los impuestos extremadamente bajos y sus elevados niveles de secretismo financiero. En 2017 acogi¨® a 1,3 millones de turistas, superando sus 1,2 millones de residentes. Mientras tanto, su industria financiera contaba con m¨¢s de 21.000 empresas registradas. Pero no ocupaban mucho espacio; muchas exist¨ªan solo formalmente, quiz¨¢ creadas para beneficiarse de los reducidos impuestos del pa¨ªs y de su pol¨ªtica de ¡°no hay preguntas¡±.

Los economistas especializados en desarrollo estaban fascinados ante las cifras de Mauricio. El PIB per capita de la isla pas¨® de menos de 2.000 d¨®lares a principios de los a?os ochenta a 9.600 d¨®lares en 2016, una cifra superior a la de Rusia o Brasil. La esperanza de vida tambi¨¦n aument¨®, mientras que la mortalidad infantil se redujo y la cantidad de propietarios de viviendas se situ¨® en un extraordinario 90%. El ¡°milagro de las Mauricio¡±, como se le llamaba a veces, parec¨ªa una especie de cuento de hadas del desarrollo. La isla se hab¨ªa reinventado, pero lo hab¨ªa hecho a costa de unirse a una controvertida red internacional de jurisdicciones secretas donde empresas y clases altas pueden esconder su dinero, as¨ª como limitar el pago de impuestos y contribuciones a las infraestructuras p¨²blicas. Quer¨ªamos saber m¨¢s sobre c¨®mo hab¨ªa ocurrido.

La Ley de Actividades Comerciales offshore de Mauricio de 1992 gener¨® un sistema de ¡°compa?¨ªas comerciales globales¡± que permit¨ªa a los no nacionales abrir empresas r¨¢pidamente, sin necesidad de revelar mucha informaci¨®n a las autoridades, menos a¨²n al p¨²blico. Adem¨¢s, el pa¨ªs redujo sus tipos impositivos y firm¨® una serie de ¡°tratados fiscales internacionales¡± con otros pa¨ªses. Desde entonces, su industria como para¨ªso fiscal est¨¢ en auge.

Hacia 2015, las empresas internacionales radicadas en Mauricio ten¨ªan activos por valor de m¨¢s de 630.000 millones de d¨®lares, cincuenta veces su PIB. Gran parte del crecimiento inicial de estos negocios offshore estuvo vinculado a un tratado fiscal ¨²nico firmado con la India que, entre otros incentivos, exim¨ªa del impuesto sobre las plusval¨ªas del capital a los residentes legales en Mauricio que invirtieran en la India, lo que convirti¨® a la isla en un lugar atractivo para los indios acaudalados y las empresas indias. La India termin¨® de renegociar este tratado con Mauricio en 2016 ¡ªtras a?os de debate sobre sus costes¡ª, eliminando la exenci¨®n del impuesto sobre las plusval¨ªas. Sin embargo, estos cambios no se aplicaban retroactivamente a las estructuras corporativas ya establecidas.

Mientras tanto, Mauricio atrae a cada vez m¨¢s multinacionales que invierten en el ?frica subsahariana, promocion¨¢ndose as¨ª como ¡°puerta de entrada¡± al continente, al tiempo que capta mayor cuota del negocio mundial de gesti¨®n de patrimonios, entre otras cosas, facilitando a extranjeros extraordinariamente ricos la compra de propiedades y el establecimiento de su residencia en la isla. En 2017, casi el 60% de las inversiones de empresas registradas en Mauricio se destinaron a ?frica, seg¨²n la revista African Business Review. Vishnu Lutchmeenaraidoo, en aquel momento ministro de Asuntos Exteriores de Mauricio, declar¨® en una rueda de prensa: ¡°Ahora todo gira en torno a ?frica¡±. Mauricio se uni¨®, adem¨¢s, a los principales bloques comerciales africanos, incluido el Mercado Com¨²n del ?frica Meridional y Oriental, posicion¨¢ndose como sede alternativa a Washington para el arbitraje internacional entre inversores y Estados. Con ello completa la gama de servicios para el capital internacional.

La parte negativa se muestra en las acusaciones que recibe Mauricio por parte de algunos Gobiernos africanos y grupos de la sociedad civil. Se quejan de la fuga masiva de recursos p¨²blicos de pa¨ªses pobres, en tanto que las multinacionales trasladan all¨ª sus beneficios sin pagar los impuestos correspondientes en el continente.

En el coraz¨®n de esta industria se encontraba el llamado ¡°sistema global de negocios¡±, mediante el cual se pod¨ªan crear empresas offshore con niveles muy bajos de impuestos o informaci¨®n p¨²blica. Se utilizaban para canalizar inversiones hacia otros pa¨ªses, recibir beneficios y conservar activos. Adem¨¢s de con la India, Mauricio hab¨ªa firmado tratados fiscales con los gobiernos de m¨¢s de 40 pa¨ªses, un tercio de ellos africanos. Se supon¨ªa que la funci¨®n de esos tratados era evitar el cobro de impuestos por partida doble, aunque termin¨® dando lugar a lo que se denomin¨® ¡°mercadeo de tratados¡±, por el que las empresas se estructuraron para aprovechar las mejores condiciones ofrecidas con el fin de pagar lo menos posible.

La isla se hizo famosa por facilitar ¡°transacciones de ida y vuelta¡±, pr¨¢ctica consistente en sacar dinero al extranjero para luego repatriarlo disfrazado de ¡°inversi¨®n extranjera¡±, con lo que probablemente consigan recortes fiscales por partida doble. Entre 2000 y 2015, el 34% de la inversi¨®n total en la India procedi¨® de Mauricio, gran parte de la cual se cree que fue ¡°de ida y vuelta¡±. (...)

La Comisi¨®n Econ¨®mica de las Naciones Unidas para ?frica estim¨® que los flujos financieros il¨ªcitos procedentes de ?frica podr¨ªan llegar a los 50.000 millones de d¨®lares anuales (el doble que los presupuestos en cooperaci¨®n internacional para el continente), con graves consecuencias negativas para el desarrollo, como el agotamiento de las reservas de divisas y el agravamiento de la pobreza. (...) El secretismo que brindan a las empresas lugares como Mauricio puede enmascarar pr¨¢cticas ilegales, adem¨¢s de la agresiva ¡ªsi bien legal¡ª evasi¨®n fiscal, declarando beneficios no all¨ª donde se generan, sino donde se graban menos.

Incluso el FMI lo reconoce (...). En 2015, su entonces presidente, Jim Kim, advert¨ªa que ¡°algunas empresas utilizan elaboradas estrategias para no pagar impuestos en los pa¨ªses en los que trabajan, lo que es una forma de corrupci¨®n que perjudica a los m¨¢s pobres. Un pago de impuestos m¨¢s equitativo podr¨ªa eclipsar la ayuda internacional al desarrollo¡±.

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