Dahie, el barrio de L¨ªbano donde m¨¢s se siente la guerra siria
La milicia chi¨ª libanesa Hezbol¨¢ ha sufrido 2.000 bajas en el conflicto mientras crece la inseguridad en la zona de Beirut que controla ante las amenazas de los yihadistas sun¨ªes del ISIS
Dahie ¡ªperiferia en ¨¢rabe¡ª se ha convertido en tierra de nadie para muchos libaneses que no osan aventurarse en sus calles, feudo del partido-milicia chi¨ª Hezbol¨¢. En estos arrabales al sur de Beirut, los anuncios publicitarios de H&M y Zara compiten con los p¨®steres que recuerdan a los ¡®m¨¢rtires¡¯. Los rostros m¨¢s blanquecinos son de aquellos que murieron combatiendo en el sur del pa¨ªs durante la invasi¨®n del Ej¨¦rcito israel¨ª (1982-2000) o durante la ¨²ltima guerra que libraron contra Israel en julio de 2006. Los m¨¢s recientes, con cerca de 2.000 l¨¢pidas que han saturado los cementerios, son de aquellos ca¨ªdos en Siria luchando junto a las tropas de Bachar el Asad.
Ha sido la entrada de Hezbol¨¢ en la guerra siria y su lucha contra los yihadistas de Al Qaeda y del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) en L¨ªbano la que ha convertido a ojos de los yihadistas a los 800.000 habitantes de Dahie en blanco de ataques terroristas. Entre 2014 y 2015, las regiones chi¨ªes al centro, sur y este del pa¨ªs registraron una docena de atentados con m¨¢s de 150 muertos y centenares de heridos. En los ¨²ltimos dos a?os, el refuerzo de la seguridad ha logrado reducir el n¨²mero de ataques.
Al igual que Hezbol¨¢, nacida en 1982 para combatir al invasor israel¨ª en L¨ªbano, Dahie ha sufrido numerosas metamorfosis. Desde 2011, a?o en que estall¨® el conflicto sirio, el Partido de Dios se ve desbordado por tres frentes. Al riesgo de otra guerra contra Israel al sur, se suma la lucha en Siria y la defensa de los bastiones libaneses amenazados por los yihadistas. Por primera vez en tres d¨¦cadas, sus milicianos han pasado de defender sus fronteras a participar en una ofensiva regional. Puntualmente, incluso asisten a sus aliados en Irak y Yemen.
En Dahie, sus habitantes se muestran ambivalentes ante este nuevo rol. ¡°Sabemos que nos tienen que defender, pero con tantos muertos reclutan cada vez a milicianos m¨¢s j¨®venes¡±, comenta Balkis, funcionaria y madre de cinco. Para la nueva burgues¨ªa chi¨ª, las quejas se vierten sobre la inestabilidad que ¡°el aventurismo b¨¦lico¡± de la milicia crea en el pa¨ªs, arruinando sus oportunidades de negocio. Sin embargo, es la comunidad cristiana libanesa (40% de la poblaci¨®n total) la que aplaude el rol de Hezbol¨¢ como freno ante la amenaza yihadista llegada de la vecina Siria.
¡°Los israel¨ªes bombardearon nuestro hogar en 2006. Hoy lo hacen los yihadistas. Nuestra casa ser¨¢ reconstruida una vez m¨¢s, mejor y m¨¢s solida¡±. Quien habla es Abu Mahdi, orfebre de 45 a?os cuyo hogar se convirti¨® en un amasijo de escombros en 2015 cuando un suicida del ISIS estall¨® su cintur¨®n explosivo en pleno centro de Dahie. ¡°En 2006, los bombardeos israel¨ªes dejaron 217 edificios con 1.300 hogares reducidos a la horizontal en Dahie¡±, cuenta Hassan Jiseh, uno de los arquitectos a cargo de la reconstrucci¨®n. Cinco a?os y 338 millones de euros despu¨¦s, Hezbol¨¢ levant¨® de nuevo los inmuebles a coste cero para sus conciudadanos.
EE UU y Europa intentan distanciar al Ej¨¦rcito liban¨¦s de Hezbol¨¢
En el ¨²ltimo a?o, tanto EE UU como los pa¨ªses miembros de la UE han acelerado la ayuda bilateral para reforzar a Las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL). Los primeros aviones de combate que dispondr¨¢ el Ej¨¦rcito liban¨¦s aterrizaban esta semana. Lo hacen con el doble objetivo de imponer a las FAL como ¨²nico garante de la seguridad nacional y con ello minimizar el rol de Hezbol¨¢, que cuenta con un arsenal de m¨¢s de 160.000 misiles de diferente alcance. Sin embargo, los sucesivos intentos por apartar al Ej¨¦rcito liban¨¦s de Hezbol¨¢ han ca¨ªdo en saco roto.
Unos 10.000 cascos azules de la Fuerza Interina de la ONU para L¨ªbano (Unifil), donde Espa?a est¨¢ presente con 600 soldados, se interponen al sur del pa¨ªs entre Israel y la milicia chi¨ª. "La connivencia entre las FAL y Hezbol¨¢ es flagrante, lo que nos trae muchos quebraderos de cabeza para poder cumplir con nuestra misi¨®n", admite un militar espa?ol destacado en L¨ªbano. En las oficinas de los omnipresentes servicios de inteligencia del pa¨ªs y lejos de los discursos pol¨ªticos, todos admiten la colaboraci¨®n entre la milicia y la rama de la seguridad general libanesa. "Intercambiamos informaci¨®n, coordinamos operaciones y les prestamos ayuda cuando lo solicitan", dice tambi¨¦n bajo el anonimato un oficial de Hezbol¨¢ en Beirut.
En una de sus avenidas, un ejecutivo camina del brazo de una joven embutida en vaqueros y sobradamente maquillada, compartiendo acera con imanes enturbantados y se?oras ocultas bajo el chador. ¡°Durante la guerra civil, Dahie pas¨® de albergar cristianos a ser el refugio de miles de chi¨ªes y palestinos que llegaron del sur huyendo de los enfrentamientos y masacres sectarias. Hoy un 95% de su poblaci¨®n es chi¨ª¡±, cuenta Mohamed Said Alkhansa, alcalde durante 12 a?os de Jebeiri, el ¨¢rea m¨¢s poblada de Dahie.
Sobre la puerta de su oficina cuelga un fusil israel¨ª a modo de trofeo. En el caj¨®n de su despacho guarda una foto donde posa junto a Naim Qassem, n¨²mero dos de Hezbol¨¢ y antiguo trotskista reconvertido al Partido de Dios. Visten camisa de cuadros, luciendo anchas gafas de pasta y pantalones de campana. Hoy, Qassem viste abaya y turbante. Este mi¨¦rcoles, y por primera vez en la ¨²ltima d¨¦cada, Washington ha puesto precio a la cabeza de dos de sus l¨ªderes. Es en esta barriada de Beirut, bajo tierra dicen, donde se oculta tambi¨¦n Hasan Nasral¨¢, l¨ªder de Hezbol¨¢.
Tanto la UE como la Liga ?rabe consideran el brazo armado de Hezbol¨¢ como grupo terrorista, y EE UU la organizaci¨®n al completo. Este ¨²ltimo ofrece hoy seis millones de euros por toda informaci¨®n que permita dar con Talal Hamiyah, y otros cuatro por Fuad Shukr, a quien responsabilizan del atentado contra el cuartel de infanter¨ªa mar¨ªtima estadounidense que en octubre de 1983 dej¨® 241 muertos. Las presiones israel¨ªes sobre la Administraci¨®n de Donald Trump han surtido efecto tambi¨¦n con el incremento este a?o de las sanciones econ¨®micas con las que ahogar las finanzas de la milicia.
Sin embargo, en L¨ªbano este partido-milicia forma parte del bloque pol¨ªtico que gobierna el pa¨ªs. Dispone de dos esca?os en el Parlamento y entre los 65.000 miembros que nutren sus filas se encuentran milicianos armados pero tambi¨¦n panaderos, funcionarios o banqueros. Estos desaparecen de sus oficinas para regresar 20 d¨ªas despu¨¦s tras finalizar sus misiones en Siria.
Estado dentro del Estado, son las armas de Hezbol¨¢ las que han propulsado a los chi¨ªes libaneses, 30% de los 4.5 millones de habitantes, a la esfera pol¨ªtica. Hoy disponen de veto en las decisiones nacionales y cuentan con la milicia m¨¢s importante de toda la regi¨®n, mejor armada que el propio Ej¨¦rcito liban¨¦s. Algo que dej¨® de manifiesto la batalla unilateral que libr¨® su brazo armado este verano para expulsar a la antigua filial siria de Al Qaeda tras tres a?os afincada en territorio liban¨¦s. Sus enemigos le acusan de defender los intereses de Ir¨¢n y Siria como v¨¢stago de ¨¦stos en la lucha indirecta que libran contra la potencia sun¨ª regional que encarna?Arabia Saud¨ª.
¡°Somos fieles al gobierno [por Siria] que nos ha asegurado durante cuatro d¨¦cadas una continuidad territorial con Ir¨¢n para el abastecimiento de armas¡±, dice Mahdi S., miliciano de Hezbol¨¢. Los tanques del Ej¨¦rcito liban¨¦s apostados en las principales entradas de la periferia beirut¨ª no han logrado desterrar a los hombres de la milicia que en las callejuelas internas siguen controlando todo movimiento con walkie-talkies, pistolas al cinto y brazaletes amarillos estampados con su emblema. ¡°Hezbol¨¢ cada d¨ªa gobierna m¨¢s en L¨ªbano¡±, admite un coronel de las Fuerzas Armadas Libanesas en Beirut. ¡°Y cada vez lo hace m¨¢s desde la sombra¡±, acota.
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