¡°El Estado colombiano se atrincher¨® en las ciudades, hay que desplegarlo en los territorios¡±
El exgeneral y negociador con las FARC analiza la crisis que sufre el pa¨ªs en la costa del Pac¨ªfico
?scar Naranjo (Bogot¨¢, 1956) es vicepresidente de Colombia desde el pasado marzo. Exgeneral de la Polic¨ªa Nacional, tuvo un papel clave en la ca¨ªda de Pablo Escobar en los noventa y fue negociador del Gobierno durante el proceso de paz con las FARC, que culmin¨® con la firma del acuerdo en noviembre de 2016. Despu¨¦s de m¨¢s de 50 a?os de conflicto armado, el pa¨ªs afronta el reto de renovar unos territorios rurales todav¨ªa golpeados por el narcotr¨¢fico y la violencia. El 5 de octubre al menos seis campesinos fallecieron en medio de una protesta cocalera en el puerto de Tumaco, en el sur de la costa del Pac¨ªfico. Naranjo, que fue bautizado como "el mejor polic¨ªa del mundo", se traslad¨® a ese municipio del departamento de Nari?o para coordinar una unidad de crisis. As¨ª analiza los desaf¨ªos del Estado en un momento clave para la consolidaci¨®n de la paz.
Pregunta. ?Qu¨¦ puede hacer el Estado en zonas como Tumaco, que viven de espaldas a las instituciones?
Respuesta Una zona como Tumaco realmente es la mejor demostraci¨®n de las consecuencias tan tristes que deja un conflicto armado de m¨¢s de medio siglo. Lo que estamos encontrando en Tumaco son justamente esas consecuencias de una guerra que impidi¨® que el Estado llegara de manera integral y su ¨²nica presencia en esa zona fue con l¨®gica contrainsurgente expresada a trav¨¦s de militares y polic¨ªas.
P. ?Cu¨¢les son los retos de los de las autoridades en ese tipo de zonas?
R. Primero, [hay que] aclarar los temas de tierras, donde la existencia de consejos comunitarios que son poseedores de tierras colectivas se ha visto afectada por la presencia de colonos que est¨¢n ocupando de hecho esos territorios. Dos, hay un problema fuerte alrededor de cultivos il¨ªcitos. Tres, un problema serio alrededor del acceso a bienes y servicios de comunidades que estuvieron condenadas durante el conflicto y de alguna manera confinadas de nuestros territorios. Cuatro, problemas que tienen que ver ya en materia urbana en Tumaco para generar empleo urbano y tambi¨¦n acceso a la educaci¨®n superior de los j¨®venes que est¨¢n graduando como bachilleres. Y quinto, un tema fundamental de integraci¨®n regional de Tumaco y todos los municipios del litoral pac¨ªfico.
P. ?En qu¨¦ ha fallado el Estado?
R. Durante a?os el conflicto armado, que dej¨® atr¨¢s 260.000 muertos y m¨¢s ocho millones de v¨ªctimas, impidi¨® realmente llegar de manera integral al Estado. Y, por esa raz¨®n, lo que estamos haciendo despu¨¦s de firmar la paz con las FARC es que haya una paz con enfoque territorial, que se concentre en esos territorios a trav¨¦s de proyectos de desarrollo que deben consistir en llevar servicios como v¨ªas terciarias, electrificaci¨®n rural, pero tambi¨¦n generar proyectos productivos agr¨ªcolas para transformar la vida de los campesinos.
P. Y ya en la actualidad, ?el mecanismo del proceso de paz est¨¢ funcionando o tiene problemas?
R. Yo creo que estamos en una etapa de transici¨®n despu¨¦s de cinco d¨¦cadas de conflicto. Hay que pensar que solamente llevamos diez meses en postconflicto y que hay que cambiar, y ese es el reto, varias condiciones. Primero, cambiar la cultura del desempe?o institucional. Somos un Estado que debe ir a los territorios, ya de manera permanente, no intermitente. Somos un Estado que debe construir institucionalidad para el postconflicto, esto lo estamos haciendo. Y somos una sociedad que tiene que ser consciente de que hay dividendo de la paz para todos los colombianos con este enfoque de territorios que estuvieron muy condenados a la guerra.
P. ?A qu¨¦ dificultades se est¨¢n enfrentando?
R. La primera tiene que ver con la generaci¨®n de confianza. Acercarnos a los ciudadanos que estuvieron tan distantes de la institucionalidad como resultado del conflicto es un reto enorme. Dos, hay un tema org¨¢nico y funcional del Estado, que por razones de ese conflicto se atrincher¨® en las grandes ciudades y hay que desplegarlo en los territorios. Tres, la posibilidad cierta de conectar a ese pa¨ªs de esa Colombia profunda con las ciudades. Y en ese sentido, las v¨ªas terciarias son una prioridad para conectar a esas dos Colombias. Una Colombia que estaba en el conflicto en esa profundidad y la Colombia urbana.
P. ?Est¨¢ cambiando la percepci¨®n que las comunidades campesinas tienen de la autoridad?
R. Por primera vez en los a?os que llevamos combatiendo los cultivos il¨ªcitos [de coca] hay ya 123.000 familias que han firmado acuerdos colectivos de sustituci¨®n. Esa situaci¨®n durante el conflicto era imposible y eso ahora es una manifestaci¨®n de confianza. Pero tambi¨¦n se nos est¨¢ pidiendo mayor presencia integral del Estado e incluso mayor presencia permanente de la fuerza p¨²blica en esos territorios. Antes era imposible.?
P. En Tumaco operan once o doce bandas criminales.
R. Ciertamente, puede haber once o doce grupos delincuenciales hoy en Tumaco, pero nunca es comparable con la m¨¢quina de guerra que ten¨ªamos con las FARC asociada la explotaci¨®n de drogas en esa zona. Hoy lo que estamos viendo es una situaci¨®n de reacomodamiento de esas bandas criminales. Y el gran reto que tenemos es impedir que esas bandas criminales terminan articul¨¢ndose y conform¨¢ndose como estructuras realmente s¨®lidas. Hoy son bandas delincuenciales muy vol¨¢tiles, hacen mucho da?o, pero no tienen la capacidad de crimen que tuvimos en el pasado y nunca es comparable a la fortaleza criminal de los carteles de la droga de los a?os ochenta, noventa.
P. Tambi¨¦n existe cierta resistencia de un sector de familias cocaleras.
R. El reto es que el programa de sustituci¨®n crezca de manera exponencial y que los campesinos vean que la sustituci¨®n produce m¨¢s beneficios que los cultivos il¨ªcitos. No somos ingenuos y sabemos que hay grupos criminales que quieren instrumentalizar las comunidades para que se opongan a la erradicaci¨®n forzosa y tambi¨¦n a la sustituci¨®n de cultivos, y por eso ese reto se enfrenta con presencia policial y militar en esos territorios protegiendo a las comunidades.
P. ?En qu¨¦ se materializa esa presi¨®n?
R. Lo que hace el crimen organizado es instrumentalizar a las comunidades, llevarlas a la protesta social, en muchos casos a la protesta social violenta, y en todo caso arriesgando a los campesinos, que no son delincuentes, a enfrentarse a las autoridades. Yo dir¨ªa que la gran v¨ªctima de todo esto son las comunidades, los campesinos, que bajo presi¨®n del narcotr¨¢fico son amenazados y llevados a la fuerza, bajo amenaza, a esa protesta social.
P. El 5 de octubre hubo en Tumaco una protesta violenta que acab¨® con seis fallecidos y a¨²n no est¨¢ esclarecida.
R. El Gobierno parte del principio fundamental del Estado social de derecho democr¨¢tico, que la protesta social es un derecho de los ciudadanos y hay que garantizarla. Segundo, que esa protesta tiene que ser pac¨ªfica. Tercero, que los procedimientos de atenci¨®n por parte de la fuerza p¨²blica a esa protesta tienen que ser en todo caso ajustados a la ley. Y por eso el Gobierno ante una situaci¨®n muy confusa, pero muy triste, que termin¨® con la vida de seis campesinos, rodea a la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n de todas las garant¨ªas para que produzca su dictamen concluyente, donde sea posible establecer qu¨¦ pas¨®. Y, por otro lado, lo que estamos pensando es que esta situaci¨®n no se repita m¨¢s, y por lo tanto los protocolos de erradicaci¨®n, pero tambi¨¦n de la velocidad de sustituci¨®n, hay que aumentarlos de manera notable.
P. Los asesinatos de l¨ªderes sociales no cesan.
R. Hemos registrado tristemente, lamentablemente un incremento del 6% de los homicidios contra l¨ªderes sociales y defensores de los derechos humanos en lo que va corrido del a?o comparado con el mismo per¨ªodo del anterior. La respuesta a esa situaci¨®n tiene que ver con tres temas. Primero, hacer una revisi¨®n de los mecanismos de protecci¨®n personal. Dos, avanzar en la expedici¨®n de una norma de prevenci¨®n y seguridad en los territorios de manera colectiva, y tres aumentar la capacidad de judicializaci¨®n para quienes est¨¢n perpetrando esos asesinatos.
P. ?Se han introducido en ese entramado criminal tambi¨¦n carteles mexicanos?
R. Sin duda. Tumaco es un territorio que genera mucho apetito al crimen internacional y en particular a las organizaciones mexicanas. Una regi¨®n que est¨¢ produciendo coca¨ªna como Tumaco en esa magnitud desde luego atrae a esos carteles, por eso estamos focalizados con la Fiscal¨ªa, con organismos de investigaci¨®n, con la propia Polic¨ªa en identificarlos y romper ese v¨ªnculo. Pero es verdad que hay all¨ª contactos mexicanos y actuaci¨®n de delincuentes mexicanos.
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