Las protestas en la calle, un arma de combate entre facciones iran¨ªes
Diferentes sectores pol¨ªticos tratan de aprovechar las manifestaciones para consolidar sus posiciones
Ninguna de las facciones pol¨ªticas en Ir¨¢n ha podido esquivar las cr¨ªticas de los manifestantes, cuyas movilizaciones contra los l¨ªderes de la Rep¨²blica Isl¨¢mica han abierto una crisis en el pa¨ªs. Sin embargo, a medida que la contestaci¨®n se aten¨²a, los distintos grupos de poder tratan de redefinir los incidentes seg¨²n su propio inter¨¦s y as¨ª presionar a sus rivales pol¨ªticos. Las primeras protestas, por ejemplo, animaron a los sectores conservadores a endurecer el tono de sus reproches contra el Ejecutivo.
Rohan¨ª
Los incidentes de los ¨²ltimos d¨ªas han perjudicado fuertemente la popularidad menguante del presidente Hasan Rohan¨ª. Tras ser reelegido el pasado mes de mayo, el mandatario prefiri¨® seguir con su pol¨ªtica de distensi¨®n interna, a costa de darle la espalda a una parte importante de sus seguidores que anhelaban medidas hacia una mayor apertura social.
Aun as¨ª, el presidente iran¨ª no parece estar dispuesto a dar su brazo a torcer y en este ambiente de amenaza tambi¨¦n vislumbra oportunidades. ¡°La gente no critica s¨®lo la econom¨ªa, sino tambi¨¦n la corrupci¨®n. La gente est¨¢ pidiendo transparencia¡±, dijo Rohan¨ª el domingo, atribuyendo los problemas del pa¨ªs a la acci¨®n del poder judicial y a los centros de poder econ¨®mico, que act¨²an fuera del control de su Gobierno. Asimismo, Rohani precis¨® el lunes que ¡°la econom¨ªa de Ir¨¢n necesita una gran cirug¨ªa¡± e invit¨® a todos los grupos pol¨ªticos a unirse.
Conservadores
La facci¨®n conservadora ha optado por hacerse eco de los esl¨®ganes que exigen una mejora econ¨®mica par Ir¨¢n y repudiar a los que cuestionan la legitimidad del sistema isl¨¢mico. ¡°Han sido justas las exigencias de la gente, es justo protestar ante la carest¨ªa de los precios pero no se deben alimentar los medios enemigos¡±, expres¨® el viernes el ayatol¨¢ Alamolhoda, durante las plegarias de Mashhad, la segunda ciudad m¨¢s poblada, al noreste del pa¨ªs.
Muchos de los actores conservadores han repetido las mismas opiniones al respecto y han criticado el desempe?o econ¨®mico del Ejecutivo. No osbtante, a medida que los choques han venido intensific¨¢ndose, algunos han dado un giro en sus posturas acusando al expresidente Mahmud Ahmadiney¨¢d de haberlo orquestado todo. El Jefe de los Guardianes de la Revoluci¨®n, el general Mohamad Jafar¨ª, expres¨® este mi¨¦rcoles que las manifestaciones tuvieron lugar a partir del llamamiento realizado en uno de los sitios web dirigidos por ¡°una de las exautoridades del pa¨ªs que estos d¨ªas ha empezado a criticar los principios y valores del sistema¡±, en una clara referencia a Ahmadineyad.
Ahmadineyad
Mahmud Ahmadineyad, presidente de Ir¨¢n entre 2005 y 2013, es, a priori, el actor pol¨ªtico m¨¢s beneficiado ya que las manifestaciones respaldan las cr¨ªticas que el dirigente ha hecho contra el sistema iran¨ª, en especial al poder judicial y ejecutivo.
Sin embargo, los acontecimientos tambi¨¦n pueden poner fin a su vida pol¨ªtica e incluso social si sus rivales logran atribuirle la organizaci¨®n de las protestas. El exmandatario, consciente de este riesgo, precis¨® el jueves pasado que ¡°cualquier tensi¨®n, conflicto o acto ilegal, calumnias y desprestigio est¨¢n condenados y no tienen nada que ver con nosotros¡±.
Reformistas
Los reformistas han tomado posturas tibias, como evidencia su referente principal, el expresidente Mohamad Jatam¨ª, que enfatiz¨® el derecho de la gente a expresarse pac¨ªficamente y conden¨® los actos violentos.
Esta revuelta, cuya caracter¨ªstica principal ha consistido en dejar de lado las exigencias del Movimiento Verde, ha sorprendido a los reformistas y da se?ales de que se acerca el final de una ¨¦poca en la que ellos han logrado movilizar a las masas haciendo uso del voto ¨²til, en vez de satisfacer las exigencias ciudadanas cumpliendo con sus promesas electorales en la mayor¨ªa de ocasiones.
Al final todo depende de la postura que vaya a tomar el l¨ªder supremo iran¨ª, el ayatol¨¢ Jamene¨ª. Seg¨²n su ¨²nica reacci¨®n del martes pasado, se prev¨¦ una dura intervenci¨®n contra los sectores que tratan de abrir camino hacia la normalizaci¨®n de relaciones con EE UU, en especial, el Ejecutivo y tambi¨¦n puede dar luz verde a los rivales de Ahmadineyad para poner en marcha sus casos de corrupci¨®n.
Aunque estas protestas constituyen una oportunidad de oro para el sistema de recuperar la confianza de la opini¨®n p¨²blica al tomar cartas en el asunto y responder ante los sectores sociales que abogan por una mejora econ¨®mica, no parece que haya tanta unanimidad entre los aparatos del sistema para paliar las estrecheces de los sectores m¨¢s vulnerables de la sociedad iran¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.