El choque en pol¨ªtica exterior ahonda la brecha entre el Este y el Oeste de la UE

Las tensiones entre el Este y el Oeste de Europa se agudizan. Al controvertido asunto de la migraci¨®n, que enfrenta a ambos bloques desde 2015 y volver¨¢ a reavivarse esta semana, se unen otros cap¨ªtulos m¨¢s recientes, tambi¨¦n de largo alcance. La relaci¨®n con Estados Unidos y la batalla por el presupuesto de la UE agrietan m¨¢s la relaci¨®n entre la vieja UE y algunos de sus miembros m¨¢s recientes, especialmente Hungr¨ªa y Polonia.

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Pocas veces un asunto de relevancia concita unanimidad en el club comunitario. El portazo que dio el presidente estadounidense, Donald Trump, al acuerdo nuclear con Ir¨¢n fue una de ellas. Tras el abandono de ese marco, avalado por la ONU y la Uni¨®n Europea, los pa¨ªses comunitarios articularon un mecanismo para blindar a las empresas europeas frente a las sanciones extraterritoriales que impondr¨¢ Estados Unidos a quienes hagan negocios en Ir¨¢n. Las instituciones comunitarias saludaron el consenso que hab¨ªa arrancado esta propuesta. Pero al entrar en los detalles, el respaldo cerrado se quebr¨®.

Hasta 10 Estados de la UE (entre ellos el llamado grupo de Visegrado y los B¨¢lticos, seg¨²n las fuentes consultadas) objetaron un instrumento que claramente desafiaba a Estados Unidos porque obligaba a desobedecer su castigo. ¡°Cuando hay que decidir sobre un asunto que nos enfrenta a Washington, muchos pa¨ªses, en general los m¨¢s pr¨®ximos a Rusia, instan a echar el freno¡±, explica un alto cargo del servicio diplom¨¢tico europeo. Aunque el escudo contra las sanciones estadounidenses acabar¨¢ saliendo adelante (solo una mayor¨ªa cualificada de los pa¨ªses miembros puede tumbarlo), esas discrepancias ilustran bien las dificultades para plantar cara al hasta hace poco aliado estadounidense.

Ir¨¢n no es la ¨²nica materia en la que algunos Estados europeos desean contemporizar con la Administraci¨®n norteamericana, incluso bajo el mandato de Trump. Los festejos del aniversario del Estado de Israel, que a la vez celebraban el traslado de la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusal¨¦n, dividieron al club comunitario hace unas semanas. La UE se hab¨ªa manifestado en contra de esa pol¨¦mica mudanza de embajadas, que legitima los derechos israel¨ªes sobre la disputada Jerusal¨¦n. Aun as¨ª, cuatro embajadores (de Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Rumania y Austria) acudieron a una parte de las celebraciones. Y la diplomacia h¨²ngara en particular fren¨® una declaraci¨®n conjunta de los 28 Estados miembros para condenar la represi¨®n israel¨ª ante las protestas de palestinos en Gaza.

Este pa¨ªs asegura no discrepar de la postura com¨²n de la UE. Simplemente rechaza que Europa alce la voz cada vez que Estados Unidos hace algo que desagrada en Bruselas. Sus pol¨ªticos alegan que la posici¨®n sobre los dos Estados ¡°es bien conocida¡± y que no es necesario reiterarla si eso implica confrontar con Estados Unidos.

La llegada de nuevos dosieres conflictivos no diluye los antiguos. La pol¨ªtica de asilo, sobre la que los ministros del Interior debatir¨¢n este martes en Luxemburgo, genera las mayores tensiones entre los vecinos del Este y del Oeste. Pese a todo, el debate ha degenerado tanto que en la actualidad los frentes son a¨²n mayores. Porque el bloque del Este rechaza la acogida obligatoria de demandantes de asilo, pero el del Sur (con Italia a la cabeza, ahora con un Gobierno que anuncia mano dura contra la migraci¨®n) recela de las normas que responsabilizan a los Estados con fronteras exteriores de la UE del registro y la tutela de los reci¨¦n llegados.

La paradoja es que ese pulso continuo de algunos gobernantes del Este con las autoridades en Bruselas convive con un alto grado de satisfacci¨®n de las ciudadan¨ªas respecto a la pertenencia a la UE. ¡°Los ciudadanos polacos y h¨²ngaros valoran una UE que les permite trabajar fuera y les proporciona fondos para el desarrollo econ¨®mico y social. Sin embargo, los actuales Gobiernos de esos pa¨ªses rechazan pol¨ªticas que podr¨ªan tener un fuerte impacto en la composici¨®n de la sociedad¡±, razona L¨¢szl¨® Andor, excomisario h¨²ngaro de Empleo y hoy profesor en la Universidad Corvinus de Budapest. El pol¨ªtico socialista alude al rechazo que muestra su pa¨ªs a abrir las puertas a refugiados con creencias y rasgos f¨ªsicos diferentes a los de la homog¨¦nea sociedad h¨²ngara.

¡°Hay que decidir c¨®mo gobernar la UE del futuro. Si permitimos m¨¢s nacionalismos y ego¨ªsmos, eso conduce a una situaci¨®n peligrosa. Cuando los problemas son complejos, las personas tienden a buscar identidades simples¡±, alerta Jerzy Pomianowski, de European Endowment for Democracy, una organizaci¨®n que promueve los valores de la democracia europea por el mundo. Este experto alerta de por d¨®nde vendr¨¢ la pr¨®xima l¨ªnea de confrontaci¨®n Este/Oeste: por el reparto del presupuesto europeo. ¡°Esos pa¨ªses [del Este] no aceptar¨¢n el recorte propuesto en pol¨ªticas de cohesi¨®n¡±, concluye.