Plan b para el ¡®proc¨¦s¡¯ brit¨¢nico

Las discutibles f¨®rmulas para frenar las migraciones o reformar la eurozona ocultan hoy el riesgo de que Reino Unido abandone sin acuerdo la UE en marzo y provoque una cat¨¢strofe. El peligro es real porque, dos a?os despu¨¦s del refer¨¦ndum del Brexit, Theresa May es incapaz de presentar un plan de salida. Con las alarmas al viento, Londres y Par¨ªs se aprestan a salvar el mueble m¨¢s sensible, el de la cooperaci¨®n brit¨¢nica en la Europa de la defensa, esa que los ingleses vetaban una y otra vez. Todo un alarde de incoherencia que, sin embargo, prueba la gravedad del momento.

May gasta m¨¢s energ¨ªas en apaciguar a sus enfrentados ministros y parlamentarios que en solventar escollos vitales como mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas o pactar el papel del Tribunal de la UE tras el Brexit. Lo comprobar¨¢n hoy y ma?ana los mandatarios europeos. El tiempo se echa encima y, si no hay acuerdo, tampoco habr¨¢ periodo transitorio, por lo que el 29 de marzo se producir¨¢ una salida violenta.

Bruselas ya contempla esa opci¨®n. Lo demuestra que haya alertado a los 27 para que preparen sus puertos y aeropuertos para esa eventualidad, que tendr¨ªa un impacto brutal en los controles de mercanc¨ªas hacia o desde Reino Unido y los derechos de los pasajeros. Tambi¨¦n lo tiene en cuenta la EBA (Autoridad Bancaria Europea), que exige a los bancos m¨¢s medidas para afrontar ese peligro.

Vamos, que ya hay un plan b. El punto clave del mismo lo est¨¢n cocinando sin alharacas Par¨ªs y Londres, las dos potencias militares europeas que act¨²an a toda prisa para salvar del incendio lo imprescindible: la necesaria cooperaci¨®n militar ante amenazas comunes que van desde Rusia a Oriente Pr¨®ximo, pasando por el norte de ?frica o los ciberataques.

Es esa la raz¨®n por la que Francia acaba de incluir a Reino Unido en el grupo de nueve pa¨ªses europeos creado sin previo aviso y al margen de la UE para intervenciones militares conjuntas. Y esa tambi¨¦n es la raz¨®n por la que Londres se suma a toda iniciativa europea relacionada con la seguridad y la defensa.

La posici¨®n responsable de Reino Unido tiene m¨¢s m¨¦rito porque el Brexit ya le est¨¢ pasando factura en el ¨¢mbito militar. As¨ª, uno de los cinco cuarteles estrat¨¦gicos de la UE y la sede de la Operaci¨®n Atalanta ha pasado de la base de Northwood, cerca de Londres, a la de Rota. Y Bruselas ha comunicado a Reino Unido que, como pa¨ªs fuera del club, no tendr¨¢ acceso a la parte encriptada del sistema Galileo, necesaria para guiar misiles.

Todo esto es otra incongruencia del proceso, tan incoherente en s¨ª mismo que suena l¨®gico lo que un diplom¨¢tico brit¨¢nico ha dicho al periodista Jason Cowley: ¡°Se necesitar¨¢n diez a?os para dejar la UE; otros diez para reconocer que fue un grave error; y otros diez para reingresar en la UE¡±. Suele ocurrir con todo proc¨¦s: se sabe c¨®mo empieza, pero nunca c¨®mo acaba.