La Corte Penal Internacional ampl¨ªa sus competencias en su vig¨¦simo aniversario
Es la primera vez desde Nuremberg que podr¨¢ juzgarse a los l¨ªderes que provoquen una guerra, hito que no evita las cr¨ªticas a la Corte por fijarse demasiado en ?frica
El 20? aniversario del Estatuto de Roma, texto fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI), se cumple este martes con algo m¨¢s que festejos. Supone la inclusi¨®n a su jurisdicci¨®n del crimen de agresi¨®n, que implica ¡°planear, preparar, iniciar o ejecutar una agresi¨®n que por su car¨¢cter y gravedad viole la Carta de Naciones Unidas¡±. Es la primera vez, desde los juicios de Nuremberg y Tokio, tras la Segunda Guerra Mundial, que un tribunal internacional podr¨¢ juzgar a los l¨ªderes responsables de provocar una guerra. La Corte ha ganado competencias, pero sigue siendo blanco de cr¨ªticas por su supuesta inclinaci¨®n hacia delitos perpetrados en ?frica. Y por el hecho de que Estados Unidos, Rusia, China, India e Israel no figuren entre sus miembros.
El crimen de agresi¨®n ha tardado ocho a?os en sumarse al tronco de los peores delitos de la justicia internacional, formado ya por el genocidio y los cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad. El de agresi¨®n solo entrar¨¢ en vigor para los Estados miembros de la CPI, con sede en La Haya (Pa¨ªses Bajos), que hayan ratificado o aceptado ¡ª35 del total de 123¡ª las enmiendas del Estatuto de Roma que lo incluyen.?
El Consejo de Seguridad de la ONU s¨ª que podr¨¢ remitir un caso de este tipo a la Corte sin cortapisas, pero tres de sus cinco miembros son China, Rusia y Estados Unidos. A dicha barrera pol¨ªtica se suma la actitud de los otros dos, Francia y Reino Unido. ¡°Es triste que hayan preferido no ratificar y se aparten del crimen de agresi¨®n. Ambos pa¨ªses estuvieron en el Juicio de Nuremberg, cuando los vencedores de la Segunda Guerra Mundial sometieron a la ley al agresor alem¨¢n vencido. Y sin embargo, Francia y Reino Unido no hacen lo propio con unas normas sobre el imperio de la ley que s¨ª exigen a otros¡±, advierte Donald Ferencz, jurista estadounidense, fundador del Instituto Global para la Prevenci¨®n de la Agresi¨®n.
El Estatuto de Roma cumple 20 a?os, aunque la Corte abri¨® sus puertas en 2002, y todos los acusados o procesados ¡ª26 casos, ocho condenas y tres acusados con el juicio en marcha¡ªproceden de pa¨ªses africanos: desde Sud¨¢n a Libia, y de Mal¨ª, Costa de Marfil a Kenia. Debido a ello, la Uni¨®n Africana (UA) adopt¨® en 2017 una decisi¨®n no vinculante llamando a la retirada de sus miembros de la CPI. Burundi as¨ª lo anunci¨® ese mismo a?o, a pesar de que las investigaciones de la Fiscal¨ªa sobre posibles cr¨ªmenes contra la humanidad siguen su curso. Sud¨¢frica y Gambia siguieron su estela, pero revocaron la decisi¨®n. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, tambi¨¦n dijo que se iba. No quiere injerencias en su particular lucha contra las drogas.
Ha habido en la Corte sentencias hist¨®ricas, como los 14 a?os de c¨¢rcel impuestos en 2012 a Thomas Lubanga, antiguo se?or de la guerra congole?o, por reclutar ni?os soldado. Tambi¨¦n fiascos, como la renuncia a juzgar en 2014 a Uhuru Kenyatta, presidente de Kenia, acusado de cr¨ªmenes contra la humanidad por responsabilidad indirecta en la muerte de 1.300 civiles. Fatou Bensouda, la fiscal jefe, denunci¨® el soborno y amenaza de los testigos, pero no pudo reunir pruebas suficientes y renunci¨® al juicio.
Lo ¨²ltimo ha sido una sorpresa sonada: la libertad provisional, este junio, de Jean-Pierre Bemba, exvicepresidente congole?o. Fue condenado en 2016 a 18 a?os de c¨¢rcel por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, perpetrados en la Rep¨²blica Centroafricana por el Movimiento de Liberaci¨®n de Congo (MLC). Los milicianos estaban a sus ¨®rdenes, pero la Sala de Apelaciones revoc¨® la pena porque ¡°no se le pod¨ªan atribuir los cr¨ªmenes¡±. Bensouda, que hab¨ªa logrado aqu¨ª la primera condena por violaci¨®n como crimen de guerra, acat¨® y lament¨® la decisi¨®n. Fue el peor rev¨¦s desde su toma de posesi¨®n en 2012.
En cifras
- 26 casos, ocho condenas y tres acusados con el juicio en marcha, todos de Mal¨ª, Uganda, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Costa de Marfil.
- 15 ¨®rdenes de arresto de sospechosos de Libia, Sud¨¢n, Kenia y Uganda.
- Una investigaci¨®n abierta sobre Georgia por la guerra contra Rusia en 2008.
- Un caso pendiente en Afganist¨¢n sobre cr¨ªmenes de guerra.
¡°La Corte Penal tiene nobles intenciones, pero como las grandes potencias no han ratificado el Estatuto, el trabajo realizado debe verse bajo el prisma de lo logrado hasta ahora. Aunque ha habido problemas y decepciones, los tribunales especiales, como el de Yugoslavia o Ruanda, no ser¨¢n reemplazados. Por eso hay que apoyarla¡±, dice el jurista brit¨¢nico Geoffrey Nice, fiscal principal del juicio contra el expresidente serbio, Slobodan Milosevic. De visita de trabajo en Kosovo, a?ade por tel¨¦fono que ¡°si bien faltan fondos y la Corte carece de polic¨ªa propia, se podr¨ªa llevar a los grandes [criminales] ante la justicia¡±. ¡°Por ejemplo, con el caso de la Flotilla de la Libertad [cuando la Marina de Israel abord¨® en 2010 seis embarcaciones con ayuda humanitaria para Gaza y hubo nueve activistas muertos y 30 heridos]. La acusaci¨®n decidi¨® que no era suficiente y cerr¨® el caso¡±, dice lac¨®nico. En su opini¨®n, la Fiscal¨ªa es un puesto sometido a presiones, ¡°y el primer fiscal jefe, el argentino Luis Moreno Ocampo, parec¨ªa m¨¢s interesado en la pol¨ªtica; no dej¨® la oficina en buen estado¡±. ¡°Bensouda es mejor, pero parece tener tambi¨¦n muy en cuenta la influencia de las fuerzas internacionales. Hay que esperar. F¨ªjese en el Tribunal para la antigua Yugoslavia. Al final logr¨® juzgar a buen n¨²mero de los mayores responsables de las guerras balc¨¢nicas¡±.
Para el jurista Ferencz, el caso de Bemba es ¡°perturbador y dif¨ªcil de entender¡±, seg¨²n se?ala en conversaci¨®n telef¨®nica desde Reino Unido. Es tambi¨¦n asesor especial del grupo de trabajo encargado de las enmiendas del Estatuto de Roma sobre el crimen de agresi¨®n. Y es hijo de Benjamin Ferencz, fiscal jefe del tribunal militar de Nuremberg que juzg¨® a 24 oficiales nazis de las SS (los Einsatzgruppen)?por el asesinato de un mill¨®n de personas en Polonia y en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ferencz recuerda ahora que la creaci¨®n misma de una Corte Penal Internacional ¡°se acord¨® en Nuremberg¡±. ¡°Por eso, con sus imperfecciones y los pa¨ªses que la ignoran, tiene la oportunidad de cumplir el legado de aquellos juicios sobre la guerra agresiva¡±.
Ex¨¢menes preliminares e investigaciones abiertas
La acusaci¨®n de fijarse solo en los grandes criminales de ?frica es refutada con firmeza por Fatou Bensouda, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional. Se?ala, para ello, sus ex¨¢menes preliminares (Afganist¨¢n, Colombia, Gab¨®n, Guinea, Irak/Reino Unido (en el contexto de la guerra de Irak de 2003 a 2008), Nigeria, Palestina, Filipinas, Ucrania, Venezuela). Apunta asimismo el caso de Palestina, reci¨¦n incorporada a la Corte, y que ha denunciado a Israel por cr¨ªmenes vinculados a la ocupaci¨®n.
En las investigaciones abiertas s¨ª hay mayor¨ªa de pa¨ªses africanos (Uganda, Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, Darfur (Sud¨¢n), Rep¨²blica Centroafricana, Libia, Costa de Marfil, Mal¨ª, Georgia, Burundi). En el plano personal, recuerda que ella es de Gambia, y si los mayores delitos se cometen hoy en su continente, los perseguir¨¢.
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