May pide a la UE una alternativa a su plan ¡°inviable¡± para la frontera con Irlanda del Norte

A solo ocho meses de la fecha en la que se consumar¨¢ la salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea (UE), la l¨ªnea de 500 kil¨®metros que separa Irlanda del Norte ¨Cterritorio brit¨¢nico¨C, y la Rep¨²blica de Irlanda ¨Cpa¨ªs miembro de la UE¨C , se consolida como el obst¨¢culo m¨¢s peliagudo del divorcio."No hay m¨¢s que hablar con los negocios situados cerca de la frontera, como hice yo ayer [este jueves], para comprobar que la noci¨®n de una frontera r¨ªgida es casi inconcebible¡±, ha asegurado este viernes en Belfast la primera ministra brit¨¢nica,?Theresa May, en el marco de una visita de dos d¨ªas a Irlanda del Norte, donde ha aprovechado para pedir a la UE una alternativa a su "inviable" plan en este territorio.

Aunque las dos partes est¨¢n de acuerdo en la necesidad de evitar una frontera r¨ªgida entre ambos territorios, los limitados avances en la negociaci¨®n de los t¨¦rminos para lograrlo de momento no han dejado satisfecho a nadie. ¡°Durante el refer¨¦ndum, ambas campa?as coincidimos en que la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda debe permanecer absolutamente inalterada¡±, ha afirmado May el mismo d¨ªa que la UE ha vuelto a mostrar su desacuerdo con la iniciativa brit¨¢nica de evitar los controles de mercanc¨ªas entre las dos Irlandas, por la que Londres se garantizar¨ªa un acceso ilimitado al mercado ¨²nico sin aceptar las reglas del juego.

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La premier volvi¨® a mostrar su rechazo al borrador presentado por Bruselas en mayo, que planteaba la opci¨®n de que Irlanda del Norte permanezca dentro de la uni¨®n aduanera, con total alineaci¨®n regulatoria y bajo el control del Tribunal de Justicia de la UE, si no emerge otra f¨®rmula factible. Algo que, seg¨²n May, crear¨ªa una frontera regulatoria y aduanera en el mar de Irlanda que no est¨¢ dispuesta a considerar: ¡°Cualquier acuerdo que alcancemos con la UE tendr¨¢ que permitir el movimiento sin trabas de bienes a trav¨¦s de la frontera de Irlanda del Norte. Es igualmente claro que nunca podr¨ªamos aceptar que la manera de evitar una frontera r¨ªgida con Irlanda sea creando una nueva frontera dentro de Reino Unido¡±. Y a?adi¨® que eso supondr¨ªa ¡°una violaci¨®n del esp¨ªritu del Acuerdo de Belfast¡± y ¡°una amenaza a la integridad constitucional¡± brit¨¢nica.

La l¨ªder conservadora, que se reafirm¨® en el compromiso alcanzado en diciembre con la UE de ¡°incluir una barrera de contenci¨®n legalmente operativa en el acuerdo de salida¡±, asegur¨® que su libro blanco (el plan para el Brexit que public¨® la semana pasada y que propone, entre otras medidas, un ¨¢rea de libre comercio en bienes y productos agr¨ªcolas entre Reino Unido y la UE) ofrece una ¡°opci¨®n cre¨ªble¡± para desatascar las negociaciones. Y coloc¨® la pelota en el tejado de Bruselas: ¡°Ahora le toca a la UE responder. No sencillamente apoyarse en posiciones anteriores que ya han demostrado ser inviables, sino evolucionar en su posici¨®n de la misma forma. Y, sobre esa base, estoy deseosa de retomar un di¨¢logo constructivo¡±.