El tortuoso camino hacia la inclusi¨®n de transexuales en India
El C¨®digo Penal a¨²n estipula que cualquiera que tenga relaciones sexuales "antinaturales" debe ser castigado con, incluso, cadena perpetua
¡°La abolici¨®n del art¨ªculo 377 es el primer paso para acabar con el acoso, pero el camino a la integraci¨®n est¨¢ a¨²n por recorrerse¡±, explica Zara Sheikha sobre la ley que persigue a las minor¨ªas sexuales en India y que se debate estos d¨ªas en el Tribunal Supremo. Nacida Nishant hace 28 a?os, Zara super¨® el trauma personal, el abandono familiar, el ostracismo social y el castigo institucional para convertirse en la primera transexual india en conseguir trabajo como jefa del departamento de recursos humanos en una multinacional con sede en Trivandrum, capital del primer Estado del pa¨ªs con una legislaci¨®n espec¨ªfica para la comunidad LGTBI. Pero sucesos como la detenci¨®n arbitraria de cuatro transexuales en esa regi¨®n a principios de a?o cuestionan la efectividad de una ley que est¨¢ por cumplirse.
En 2015, Kerala se convirti¨® en el ¨²nico Estado del pa¨ªs asi¨¢tico en aprobar una pol¨ªtica transg¨¦nero. La norma admit¨ªa el derecho a la autodeterminaci¨®n del g¨¦nero de cada individuo adem¨¢s de establecer medidas para la integraci¨®n socioecon¨®mica de las minor¨ªas sexuales, reconociendo su condici¨®n marginal. El Estado sure?o, famoso por el ¨¦xito de pol¨ªticas progresistas como la alfabetizaci¨®n universal o la eliminaci¨®n de la defecaci¨®n al aire libre, se situaba tambi¨¦n a la vanguardia de la defensa de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales indios. A nivel nacional, los 4,8 millones de miembros de la comunidad LGTBI identificados en el ¨²ltimo censo carecen de protecci¨®n frente al art¨ªculo 377 del C¨®digo Penal, que estipula que ¡°cualquiera que tenga relaciones sexuales antinaturales debe ser castigado¡± con, incluso, cadena perpetua.
Pese a la revoluci¨®n del marco legal en defensa de las minor¨ªas sexuales de Kerala, la norma no se cumple. ¡°Todos los departamentos, especialmente el de salud, deber¨ªan aplicarla con urgencia. Solo recientemente se ha impuesto la reserva de un porcentaje de plazas en ciertas universidades¡±, explica Jijo Kuriakose, gay y fundador de Qeerala. Esta asociaci¨®n LGTBI y la Red Legal de Derechos Humanos (HRLN, por sus siglas en ingl¨¦s) recopilaron una lista con las mayores lagunas en la pol¨ªtica transg¨¦nero.
El estudio critica la falta de m¨¦dicos en hospitales p¨²blicos con conocimiento para asesorar en el cambio de sexo, la ausencia de una traducci¨®n de la ley al malayalam?¡ªla lengua regional que hablan las clases trabajadoras¡ª o la falta de un sistema de reservas en los sectores de educaci¨®n y empleo, esenciales para la integraci¨®n social. La abogada y directora de HRLN, Preetha K. K., resume: ¡°Las autoridades ni siquiera expiden el certificado de g¨¦nero¡±. Sin este documento, cualquier reconocimiento de nueva identidad es una odisea para los solicitantes.
¡°Es la pesadilla de todos los transexuales. Sufrimos una vejaci¨®n institucional continua¡±, se queja Vihaan Peethambar, de 31 a?os. Despu¨¦s de pasar por el quir¨®fano repetidas veces para el cambio de sexo en el extranjero, decidi¨® registrar su g¨¦nero en su Kerala natal, hace un a?o. Entonces empez¨® su calvario. Aunque la norma transg¨¦nero solo requiere la disposici¨®n del individuo al cambio, es necesario legalizar la nueva identidad a trav¨¦s de la Gaceta Oficial del Estado, donde, contrario a lo que estipula la ley, exigen pruebas que avalen el tr¨¢mite.
¡°Rechazaron mis informes m¨¦dicos anteriores. As¨ª que tuve que someter mi cuerpo a escrutinio en hospitales p¨²blicos donde la ignorancia era insultante. Una ginec¨®loga incluso me dijo: '?Pero qu¨¦ problema tienes si naces mujer y tienes todos los ¨®rganos bien?' ?Y ella es la experta!¡±, clama Vihaan, quien tuvo que pasar, adem¨¢s, por un comit¨¦ m¨¦dico sin conocimiento de la nueva ley. ¡°Ni psic¨®logos, ni ginec¨®logos, ni trabajadores sociales... Es como pedir a un granjero construir un cohete¡±, resume. Pero su tormento ha sentado precedente. Este julio, el Tribunal Superior de Kerala exigi¨® agilidad y efectividad en el registro del g¨¦nero como respuesta al caso presentado por la abogada Preetha K. K. en nombre de Vihaan.
Desde su aprobaci¨®n, la pol¨ªtica transg¨¦nero ha inspirado algunos cambios en Kerala, aunque con resultados dispares. En la primavera del a?o pasado, se dio a conocer la contrataci¨®n de una veintena de transexuales como trabajadoras del metro de la ciudad de Cochin, centro econ¨®mico del Estado. La decisi¨®n result¨® ser m¨¢s pol¨¦mica que acertada cuando se demostr¨® el impago ante la falta de contratos por escrito y, sobre todo, tras el abandono de varias empleadas a causa de abusos por parte de sus compa?eros de trabajo. ¡°Se anunci¨® como una medida para visibilizar a nuestra comunidad. Pero todas estaban empleadas como limpiadoras, ninguna como vendedoras de billetes¡±, explica Maya Ann Joseph, transexual desempleada de Cochin.
Un a?o antes, la propia Maya y su compa?era Gowri se convirtieron en las primeras modelos transexuales de vestimenta femenina en India. ¡°Supe de los problemas transg¨¦nero tras la aprobaci¨®n de la ley y quise celebrar su feminidad a trav¨¦s de mis sari?(vestido tradicional del subcontinente)¡±, cuenta la dise?adora Sharmila Nair. Su campa?a, ideada para sensibilizar m¨¢s que para hacer negocio, multiplic¨® sus ventas pese a las premoniciones nada halag¨¹e?as. ¡°Me sorprendi¨® que ninguna maquilladora transg¨¦nero quisiera colaborar y que ning¨²n sari?se vendiese en Kerala. Aqu¨ª la gente no est¨¢ preparada para una ley tan progresista. Se necesita educaci¨®n para que funcione¡±, analiza Sharmila. Con ese objetivo, abri¨® el primer canal de YouTube de Kerala centrado en la comunidad LGTBI, en febrero de este a?o. Desgraciadamente, una de las primeras emisiones del canal estuvo dedicada al asesinato de una transexual hace un a?o en una estaci¨®n de tren de Cochin, la ciudad m¨¢s grande y abierta del Estado de Kerala.
Una ley de 1861
En julio comenz¨® el debate sobre la constitucionalidad del Art¨ªculo 377 del C¨®digo Penal, una ley brit¨¢nica de 1861 combatida en los tribunales desde hace una d¨¦cada. En 2009, el Tribunal Superior de Nueva Delhi declaraba su nulidad por violar los derechos fundamentales. Pero el dictamen fue revocado por la Corte Suprema en 2013?al considerar necesario que la ley fuese sometida a consenso parlamentario y no a la decisi¨®n de un tribunal menor. El a?o pasado, sin embargo, la misma corte fall¨® en favor de la necesidad de preservar la orientaci¨®n sexual como elemento principal del derecho a la privacidad.
Paralelamente, el Supremo declar¨® el derecho a la autodeterminaci¨®n del g¨¦nero en 2016. El hist¨®rico veredicto, conocido como NALSA, inst¨® al Gobierno central y a los estatales a reconocer el tercer g¨¦nero, adem¨¢s de establecer medidas para la asistencia m¨¦dica p¨²blica y gratuita del colectivo y para su inclusi¨®n social. El borrador de esta ley tambi¨¦n se debate en el Parlamento. Su aprobaci¨®n y la esperada anulaci¨®n de la norma colonial vislumbran un horizonte sin discriminaci¨®n legal para el colectivo LGTBI en India. ¡°Esperamos el veredicto final sobre el art¨ªculo 377 para antes de octubre de este a?o¡±, dice, esperanzado, Jijo Kuriakose.
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