El agitador Bannon avanza en el frente europeo
El exestratega de Trump crea en Bruselas una fundaci¨®n para impulsar el voto radical populista en las elecciones de mayo al Europarlamento
Las elecciones al Parlamento Europeo suelen ser una anodina pugna entre los acalorados llamamientos de las instituciones comunitarias a la participaci¨®n y la indiferencia de una gran parte de la opini¨®n p¨²blica. Pero la pr¨®xima cita con las urnas (mayo de 2019) se anuncia m¨¢s caliente que nunca por el auge de los partidos populistas, que contar¨¢n con el apoyo de un personaje tan ajeno a la arena comunitaria como Steve Bannon, antigua mano derecha de Donald Trump, expulsado de la Casa Blanca y en busca de nuevas batallas.
¡°Soy un luchador callejero¡±, dijo esta semana al portal The Hill. Bannon se qued¨® hu¨¦rfano de poder desde que Trump lo despidi¨® en agosto de 2017 y m¨¢s a¨²n cuando en enero pasado el presidente dijo que hab¨ªa ¡°perdido la cabeza¡± por criticar a sus hijos en un libro. A continuaci¨®n, la familia Mercer, su mecenas, le dej¨® tirado y el portal ultra Breitbart le ense?¨® la puerta de salida. A¨²n como un apestado, sigue apareciendo en los medios de comunicaci¨®n, respaldando a Trump pese a todo y provocando. A The Hill le dijo que la separaci¨®n de padres y ni?os inmigrantes en la frontera fue ¡°una soluci¨®n muy humana¡±. Estar¨¢ rondando la pol¨ªtica de su pa¨ªs hasta las legislativas de noviembre y despu¨¦s se centrar¨¢ en tratar de influir en los comicios de la Uni¨®n Europea, en sus palabras ¡°el primer cara a cara entre el populismo y el partido de Davos¡±.
Las maniobras europeas de Bannon, de 64 a?os, se conocen desde primavera, pero en julio habl¨® por primera vez de El Movimiento, una fundaci¨®n inscrita seg¨²n documentos oficiales en Bruselas en 2017 por Mischa?l Modrikamen, abogado y miembro del minoritario Partido Popular belga (sin v¨ªnculo con el Partido Popular Europeo). El Movimiento ser¨¢ su veh¨ªculo para apoyar a partidos nacionalpopulistas de cara a las parlamentarias con la aspiraci¨®n de formar un ¡°supergrupo¡± euroesc¨¦ptico. Un caballo de Troya para desintegrar la Uni¨®n: esa es la fantas¨ªa de Bannon. ¡°Lo que viene es el populismo de derechas. Eso gobernar¨¢¡±, ha dicho a The Daily Beast. Imagina una vuelta a la Europa dividida de los Estados naci¨®n ¡°con sus propias identidades y sus propias fronteras¡±. Aunque afirma que quisiera tener el poder de influencia del magnate George Soros y su Open Society Foundation, la plantilla de 10 empleados de El Movimiento indica que por ahora su aventura tiene m¨¢s de anhelo napole¨®nico que de embate real.
Sus cr¨ªticos desacreditan sus planes. Kurt Bardella, excolaborador estrecho de Bannon convertido en dem¨®crata, ha escrito que Europa para el exconsejero ¨¢ulico de Trump es solo una v¨ªa para alimentar su personaje: ¡°Por s¨ª mismo no es nada. No es un l¨ªder. Es un organismo que necesita de otro para vivir, como un par¨¢sito¡±. A juicio del experto holand¨¦s en extremismo Cas Mudde, ¡°resulta tan rid¨ªculo que ¨¦l proclame que quiere unir a la derecha radical europea como que los medios lo publiquen acr¨ªticamente¡±, dec¨ªa en una columna, y que nada tiene de ¡°Rasput¨ªn¡± ni de ¡°prodigio pol¨ªtico¡±, sino de ¡°venderse a s¨ª mismo como operador pol¨ªtico exitoso a inversores y periodistas¡±. John Judis, autor de La explosi¨®n populista, dice a EL PA?S que Bannon es ¡°un intelectual sin habilidades burocr¨¢ticas¡± y duda de ¨¦l como ¡°organizador¡±.
Inquietud
Sin embargo, su entrada en escena preocupa a la ¨¦lite comunitaria. ¡°Bannon tiene el plan y el dinero para influir en las pr¨®ximas elecciones europeas¡±, avisa el grupo liberal del Parlamento Europeo, que incluso ha lanzado una recogida de firmas para mostrar rechazo a las ideas del estadounidense. ¡°Quiere unir a los Orbans, LePens, Wilders y otros extremistas con el objetivo de acabar con los valores europeos¡±, acusan los liberales, cuarto grupo parlamentario con 68 de los 751 esca?os.
Fuentes comunitarias aceptan el reto y se muestran esperanzadas de que la UE resista el envite. Incluso contemplan la posibilidad de que d¨¦ un estrepitoso patinazo: ¡°Veremos qu¨¦ hace cuando descubra que la legislaci¨®n europea no es tan tolerante con la explotaci¨®n de datos personales¡±, apunta un alto cargo europeo en referencia a las artima?as digitales de captaci¨®n de voto que emple¨® como jefe de campa?a de Trump. ¡°Y se va a topar con normas sobre financiaci¨®n de partidos y campa?as mucho m¨¢s restrictivas¡±, tranquilizan.
Matthew Goodwin, estudioso brit¨¢nico del populismo, explica a este diario que Bannon es ¡°una figura ciertamente influyente y con capacidad para, al menos, poner en contacto a unos con otros¡±, pero matiza que ¡°est¨¢ por ver si sus esfuerzos pueden evolucionar en un movimiento paneuropeo serio¡±. Yascha Mounk, autor de El pueblo contra la democracia (que se publicar¨¢ en septiembre), avisa de que los partidos populistas europeos han demostrado en los ¨²ltimos a?os ¡°ser capaces de aprender unos de otros a un nivel asombroso¡±, y el bagaje de Bannon les podr¨ªa aportar. La gran dificultad que afronta, dice Mounk, es que las elecciones europeas ¡°tienen mucha menos relevancia p¨²blica y no hay un ¨²nico candidato en torno al que movilizar el fanatismo como en EE UU¡±.
Bannon solo asoma con planes inciertos, pero en las capitales europeas cunde la inquietud. No tanto por la fortaleza del propagandista como por la fragilidad de la UE, que seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas se encuentra en uno de los momentos m¨¢s delicados de su historia. Ser¨ªa una oscura iron¨ªa que la participaci¨®n en las elecciones aumentase por primera vez gracias a Bannon y que solo sirviera para intentar demoler la UE.
Una amenaza para un Parlamento europe¨ªsta
El poder pol¨ªtico de Bruselas se ha ido de vacaciones consciente de que a la vuelta puede encontrarse con un enemigo extra?o al que deber¨¢ tomar la medida. Durante 40 a?os el Parlamento ha estado dominado por las dos grandes familias europeas (populares y socialistas) con los liberales y verdes completando un bloque pro-UE. Los euroesc¨¦pticos y la extrema derecha han ido ganando peso, pero suman unos 170 esca?os, insuficientes para marcar o paralizar la agenda parlamentaria. Ese bando perder¨¢, tras el Brexit, los apoyos brit¨¢nicos (38 esca?os), pero Steve Bannon espera coaligar a grupos de varios pa¨ªses e incluso atraer a la facci¨®n m¨¢s dura del Partido Popular Europeo (PPE).
Desde que Bannon empez¨® a coquetear con Europa, solo se han mostrado dispuestos a trabajar con ¨¦l dos partidos marginales y sin la m¨¢s m¨ªnima presencia a nivel comunitario como el espa?ol Vox y el belga Partido Popular (sin v¨ªnculo con el PPE). En Francia cuenta con la simpat¨ªa de Marine Le Pen y su Reagrupamiento Nacional pero miembros del partido han descartado cualquier plan ¡°supranacional¡±. Tampoco Alternativa por Alemania (AfD) piensa en cooperar con ¨¦l.
Donde m¨¢s lo escuchan es en el sector duro del Brexit en Reino Unido, aunque no competir¨¢n en las elecciones europeas. All¨ª cuenta con el eur¨®fobo Neil Farage, exl¨ªder del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), como aliado y hace buenas migas con Boris Johnson, el canciller tory que dimiti¨® en julio y se perfila como potencial candidato a suceder a la primera ministra Theresa May. En Londres tambi¨¦n opera su socio Raheem Kassam, de 32 a?os, un dandi antiislam de origen musulm¨¢n que participa en El Movimiento.
El modelo de ¨¦xito en Europa, para Bannon, es el Gobierno italiano formado por la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas con el ministro del Interior, Matteo Salvini, aplicando su ideario xen¨®fobo. ¡°Italia es el coraz¨®n palpitante de la pol¨ªtica moderna¡±, le dijo a The Daily Beast. Es el mismo Stephen Kevin Bannon que en marzo, en el congreso del entonces Frente Nacional, exclam¨®: ¡°Dejad que os llamen racistas, xen¨®fobos o lo que sea. Llevadlo como una medalla de honor¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.