¡°El Gobierno polaco est¨¢ destruyendo la estructura del Estado¡±
El regidor, esperanza de los progresistas del pa¨ªs centroeuropeo, aspira a plantar cara al partido ultraconservador de Kaczynski
Walesa, Juan Pablo II, los Kaczynski y el fontanero polaco han marcado la imagen de los ¨²ltimos 40 a?os de Polonia, un pa¨ªs visto como trabajador, cat¨®lico, ultranacionalista y emigrante. Robert Biedron (1976), alcalde independiente de Slupsk, ciudad polaca de apenas 100.000 habitantes, aspira a crear de la nada un movimiento pol¨ªtico que supere todos los estereotipos y le convierta en la fuerza dominante de la futura Polonia a la manera mete¨®rica de Emmanuel Macron en Francia. Muy seguro de s¨ª mismo sin caer en la arrogancia, proclama a los cuatro vientos su europe¨ªsmo, su ate¨ªsmo y su homosexualidad, convencido de que esos rasgos le permitir¨¢n? devolver a Polonia a la senda europea abandonada por el actual gobierno del partido Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski. De visita en la capital europea para asistir al 4? Congreso de mujeres polacas en Bruselas, Biedron comparte con El PA?S su entusiasmo por una Polonia progresista y a la vanguardia de Europa.
- P. Pasar de una alcald¨ªa a disputar las elecciones al Parlamento Europeo y las generales de su pa¨ªs sin un partido pol¨ªtico detr¨¢s es un tremendo salto. ?Por qu¨¦ se atreve a intentarlo?
- R. Porque ofrezco confianza y la gente necesita alguien en quien confiar. Los populistas [PiS] llegaron al pa¨ªs prometiendo cambios y lo han llenado de corrupci¨®n, chantajes y fraudes. Y pens¨¢bamos que el paso por la oposici¨®n ser¨ªa una buena lecci¨®n para los anteriores gobernantes [Plataforma C¨ªvica, del Partido Popular Europeo], pero no han aprendido nada. Tienen un techo de votos y no logran superarlo. Por eso queremos concurrir a las elecciones del a?o que viene.
- P. Su movimiento todav¨ªa no tiene ni nombre....
- R. No, estamos en ello. Pero sin nombre, ni programa, ni equipo, los sondeos ya nos conceden el 8% de intenci¨®n de voto. Y lo hemos conseguido con una sola rueda de prensa.
- P. ?Es usted el Macron polaco?
- R. No soy Macron, soy Biedron. Macron fue muy inspirador, muy estimulante. Gan¨® la batalla al populismo y para Europa fue una poderosa se?al. Y para un pa¨ªs como el m¨ªo, donde el populismo est¨¢ en el Gobierno, es una se?al de esperanza. Pero yo soy mucho m¨¢s progresista que ¨¦l.
- P. En caso de llegar al Parlamento Europeo, ?en qu¨¦ familia pol¨ªtica se integrar¨ªa?
- P. En la que sea europe¨ªsta.
- P. Pero hay varias, a derecha e izquierda, que lo son.
- R. Bueno, hoy mismo tengo una cita con el l¨ªder de grupo parlamentario socialista, Udo Bullman. Y nunca me integrar¨ªa en el Partido Popular Europeo. Mi coraz¨®n est¨¢ a la izquierda. Como el de todas las personas, por otra parte, incluso el de Kaczynski [sonr¨ªe].
- P. A pesar de su enmienda a la totalidad, el PiS de Kaczynski gan¨® las elecciones y es popular.
- R. Cada vez menos. Y adem¨¢s su popularidad se debe en parte a la decepci¨®n que generan el resto de partidos. Y hay que reconocer que el PiS cumple lo que promete.? Las reformas que anuncia se llevan a cabo. Pero al mismo tiempo, una buena parte de la opini¨®n p¨²blica percibe que est¨¢n destruyendo la estructura del Estado y que Polonia pierde presencia e influencia en Europa. Y no quieren resignarse a esa situaci¨®n.
- P. La UE recibi¨® a Polonia en 2004 como "la nueva Espa?a", un pa¨ªs europe¨ªsta y con un gran futuro econ¨®mico. El salto econ¨®mico se ha producido. Pero Polonia se ha convertido en el primer pa¨ªs expedientado por Bruselas por su deriva autoritaria. ?Qu¨¦ sali¨® mal?
- R. Se ha invertido mucho dinero, se han construido grandes infraestructuras, carreteras, aeropuertos, estadios... Pero solo el 10% de la poblaci¨®n coge alguna vez un vuelo y una gran parte no tiene siquiera acceso al transporte p¨²blico. Si se mide el crecimiento por t¨¦rmino medio ha sido espectacular. Pero mucha gente tiene la impresi¨®n de que ha sido abandonada, de que se han quedado atr¨¢s. Nuestro movimiento defender¨¢ valores de progreso, de integraci¨®n europea, de justicia, de transparencia y, sobre todo, una sociedad que no deje tirado a nadie.
- P. Si fuera necesario, podr¨ªa llegar a alg¨²n tipo de alianza con el partido de Kaczynski.
- R. Imposible. Mi madre perteneci¨® al sindicato Solidaridad. Y si pacto con Kaczynski, me retirar¨ªa el saludo y no me dar¨ªa ni la mano.
- P. En todos sus perfiles, se le presenta como "el primer pol¨ªtico abiertamente gay de Polonia". ?Est¨¢ harto de esa etiqueta?
- R. S¨ª, la verdad es que estoy harto. En Polonia hace a?os que nadie se refiere a m¨ª as¨ª. Pero entre la prensa internacional sigue llamando la atenci¨®n porque se tiene una imagen estereotipada de un pa¨ªs ultraconservador, donde un pol¨ªtico como yo, abiertamente ateo y homosexual, no puede tener cabida. Pero no es as¨ª en absoluto. Y mi caso lo demuestra. Me dijeron que nunca podr¨ªa llegar al Parlamento y sal¨ª elegido diputado. Me dijeron que nunca llegar¨ªa a la alcald¨ªa y soy alcalde. Y creo que el a?o que viene seremos capaces de aprovechar ese impulso para dar un nuevo salto.
"Kaczynski tiene que acatar la decisi¨®n del Tribunal europeo"
El Tribunal de Justicia europeo adopt¨® el viernes la hist¨®rica decisi¨®n de paralizar de manera cautelar la reestructuraci¨®n del Tribunal Supremo en Polonia, para evitar que se ponga en peligro la independencia de sus jueces. ?Qu¨¦ le parece esa intervenci¨®n de la corte europea?
Es un mensaje muy potente para Polonia, para que se ponga fin a la intervenci¨®n pol¨ªtica en la justicia. El Tribunal europeo deja claro que el Estado de derecho es un valor fundamental de la UE. Creo que puede ser una se?al positiva para los ciudadanos polacos de que el desmantelamiento del sistema judicial tiene que pararse de inmediato.
?Acatar¨¢ el Gobierno el auto de la justicia europea?
Kaczynski tiene que acatarlo. Y no es por una cuesti¨®n de multas, que en todo caso probablemente no ser¨ªan demasiado altas, sino por una cuesti¨®n de credibilidad. Si Polonia no respeta esta decisi¨®n, ?qu¨¦ pasar¨ªa en el futuro? Y no solo con las sentencias que afecten a Polonia sino tambi¨¦n con las que afecten a otros pa¨ªses.
Pero tal vez una parte de la poblaci¨®n polaca lo interprete como una injerencia inaceptable de Europa.
Nosotros acordamos ser parte de la Uni¨®n Europea, as¨ª que el Tribunal europeo es nuestro Tribunal. Y hay que respetar sus decisiones igual que se respetan las de los tribunales polacos. Es nuestro Tribunal, la ¨²nica diferencia es que no est¨¢ situado en territorio polaco. No puedo imaginarme que el Gobierno polaco no acate la orden de la corte europea.
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