Xi Jinping: ¡°Nadie est¨¢ en posici¨®n de dictar a China lo que debe hacer¡±
El presidente chino evita concretar nuevas medidas de apertura econ¨®mica en la celebraci¨®n del 40? aniversario del inicio del proceso de reforma
China celebr¨® este martes el 40 aniversario del inicio del proceso de reforma y apertura econ¨®mica, un punto de inflexi¨®n que ha cambiado al pa¨ªs asi¨¢tico y lo ha encumbrado como la gran potencia emergente del planeta. El presidente chino, Xi Jinping, prometi¨® seguir por esta senda, aunque us¨® un tono desafiante contra las presiones externas y redobl¨® su apuesta por un Partido Comunista con un papel omnipresente en el modelo de desarrollo del pa¨ªs asi¨¢tico.
Xi no anunci¨® ninguna medida concreta en cuanto a liberalizaci¨®n econ¨®mica en un momento en que el compromiso de China con la apertura ha sido cuestionado por varios de sus socios comerciales -especialmente Estados Unidos- e incluso por varias voces dentro del pa¨ªs, aunque t¨ªmidamente. Xi, sin mencionar en ning¨²n momento a Donald Trump, dej¨® claro que no piensa claudicar ante las demandas de otros pa¨ªses: ¡°Nadie est¨¢ en posici¨®n de dictar a China lo que debe hacer¡±, asegur¨®.
Durante una hora y media, Xi articul¨® un discurso basado principalmente en defender a ultranza el papel y la contribuci¨®n del Partido Comunista chino en el desarrollo del pa¨ªs durante los ¨²ltimos cuarenta a?os. ¡°El Partido lo lidera todo¡±, dijo, citando al fundador de la Rep¨²blica Popular China, Mao Zedong. Hubo tambi¨¦n referencias a Deng Xiaoping, el carism¨¢tico l¨ªder que hace cuatro d¨¦cadas impuls¨® el proceso de reforma y cuya figura se ha visto desdibujada en este aniversario en favor de la del propio Xi. ¡°El proceso de reforma y apertura es uno de los hitos m¨¢s destacados de la China contempor¨¢nea¡±, dijo el actual l¨ªder chino ante m¨¢s de 3.000 personas en el Gran Palacio del Pueblo de Pek¨ªn.
Pero, pese a defender este proceso de reforma y apertura del pa¨ªs, Xi no concret¨® los pr¨®ximos pasos ni dio se?ales de seguir reduciendo el control actual del Estado-Partido sobre la econom¨ªa. La administraci¨®n estadounidense, liderada por Donald Trump, ha optado por la v¨ªa dura ¨Ciniciando una guerra comercial- con el objetivo forzar a China a modificar su pol¨ªtica industrial o reducir los privilegios de las empresas estatales al considerar que el pa¨ªs no juega limpio. Xi, que considera ambos factores claves para el modelo de desarrollo del pa¨ªs, defendi¨® ¡°hacer reformas en ¨¢reas en que es necesario hacerlas, pero no en otras que no deben ser reformadas¡±, dejando claro que no est¨¢ dispuesto a cruzar cualquier l¨ªnea roja que debilite el liderazgo y control del Partido Comunista.
Una vez m¨¢s, el presidente chino pareci¨® referirse al t¨¦rmino ¡°reforma¡± como algo que no tiene por qu¨¦ estar relacionado directamente con la liberalizaci¨®n econ¨®mica, y, por tanto, lejos de los reclamos en Occidente que piden mejorar el acceso a su mercado y una mayor igualdad de condiciones entre empresas locales y extranjeras. Xi, de hecho, inst¨® al pa¨ªs a ¡°mantener el rumbo¡± de su actual camino de reformas, si bien durante sus seis a?os de mandato no ha cumplido gran parte de sus promesas basadas en que las fuerzas del mercado jueguen un papel determinante en la econom¨ªa.
El consenso entre los analistas es que Xi opta por un sistema autoritario m¨¢s dirigido por el Estado que por el mercado, algo que socava los intereses del vibrante sector privado chino y de las empresas extranjeras, pese a las presiones internas y externas. ¡°Debemos reforzar de forma inquebrantable el desarrollo de la econom¨ªa estatal mientras alentamos, apoyamos y guiamos el desarrollo del sector privado¡±, afirm¨® Xi al respecto. Esta visi¨®n es el principal obst¨¢culo que enturbia las relaciones entre Pek¨ªn y sus principales socios comerciales, especialmente Estados Unidos, pa¨ªs con el que tiene roces evidentes que se extienden m¨¢s all¨¢ del puro intercambio comercial pese a que se haya acordado una tregua arancelaria de 90 d¨ªas.
El discurso de Xi, muy dirigido a la audiencia local, no da motivos para pensar que ambos pa¨ªses sean capaces de alcanzar un acuerdo significativo en materia comercial. Para Alicia Garc¨ªa Herrero, economista jefe de Natixis en Asia-Pac¨ªfico, la falta de un anuncio espec¨ªfico de reformas por parte de Pek¨ªn "podr¨ªa implicar que China se haya dado cuenta de que existe un margen limitado para las concesiones a Estados Unidos. En otras palabras, China no puede ofrecer las reformas que Estados Unidos quiere, y lo que Pek¨ªn puede dar no satisfar¨¢ a los negociadores estadounidenses".
Esta circunstancia, a su vez, llevar¨ªa a China a tratar de ser cada vez m¨¢s autosuficiente especialmente en lo tecnol¨®gico, un mantra que fue repetido por Xi este martes. "El liderazgo chino puede haber llegado a la conclusi¨®n de que ha comenzado una era de competencia estrat¨¦gica entre China y Estados Unidos y de desvinculaci¨®n entre ambas econom¨ªas que no se puede detener", explica Garc¨ªa Herrero en una nota.
En cuarenta a?os, China ha multiplicado por 80 el tama?o de su econom¨ªa ¨Cactualmente la segunda mayor del mundo- y se ha convertido en la primera potencia comercial y manufacturera del planeta. ¡°Lo que hemos logrado no es fruto del regalo de otros, sino del trabajo duro y la sabidur¨ªa del Partido y del pueblo chino. En solamente unas d¨¦cadas hemos completado un proceso de industrializaci¨®n que para otros pa¨ªses desarrollados llev¨® cientos de a?os conseguir¡±, presumi¨® Xi.
¡°No buscamos la hegemon¨ªa¡±
El crecimiento de la econom¨ªa china se ha traducido en una mayor influencia global y un Gobierno cada vez m¨¢s asertivo en el exterior. Su amplia inversi¨®n en ?frica, Am¨¦rica Latina o en el sudeste asi¨¢tico han despertado algunas voces de alarma en estas regiones, unas cr¨ªticas que se han multiplicado con el plan de la Nueva Ruta de la Seda, una ambiciosa red de infraestructuras financiadas por China que tienen por objetivo facilitar la conectividad entre Asia, Europa y ?frica.
Xi insisti¨® en su discurso que su pa¨ªs ¡°nunca buscar¨¢ la hegemon¨ªa¡± y que su desarrollo no representa ninguna amenaza para otras naciones. Pek¨ªn, dijo, ¡°no se desarrollar¨¢ a costa de otros pa¨ªses¡±, aunque tampoco ¡°renunciar¨¢ a sus derechos e intereses leg¨ªtimos¡±. El presidente chino se present¨® adem¨¢s como un ¡°actor responsable¡± que contribuye a la paz mundial, defiende el orden internacional establecido ¨Ccon una referencia expl¨ªcita al libre comercio- y lidera la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
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