Paulo Guedes, el ultraliberal que quiere encoger el Estado brasile?o

Un superministerio de Econom¨ªa empieza a tomar forma en Brasil. Bajo las ¨®rdenes del economista ultraliberal Paulo Guedes, de 69 a?os, la cartera re¨²ne funciones que desempe?aban tres ministerios: Hacienda, Planificaci¨®n e Industria y Comercio Exterior. La propuesta de fusi¨®n ya figuraba en el programa de Jair Bolsonaro y arrojaba pistas de la t¨®nica que seguir¨ªa el equipo cuando el asunto es el Estado: cuanto m¨¢s peque?o, mejor. La fusi¨®n revela, adem¨¢s, el tama?o del poder que el presidente electo le concede a su gur¨² econ¨®mico para una ardua tarea. Guedes debe ordenar las cuentas p¨²blicas, reformar las pensiones, reducir la tasa de desempleo y poner de nuevo a Brasil en la ruta del crecimiento sostenible.

Si hay algo que Bolsonaro nunca ha negado, desde el inicio de su campa?a, ha sido su escaso conocimiento sobre econom¨ªa. Le dio carta blanca a Guedes ¡ªf¨¦rreo defensor de la privatizaci¨®n de todas las empresas estatales¡ª, hasta el punto de que los nombramientos de los nuevos presidentes de los bancos p¨²blicos y de Petrobras, que generalmente los hace el mandatario electo, los ha hecho ¨¦l. El economista Roberto Castello?Branco acaba de asumir la presidencia de la petrolera estatal con la prioridad de mejorar la producci¨®n y acelerar las desinversiones previstas.

Para disminuir el agujero de las cuentas p¨²blicas, estimado en 139.000 millones de reales este a?o (33.000 millones de euros) y revertir el aumento de la deuda, que alcanza el 77% del PIB, Guedes propone tres pilares: privatizaciones ¨Casunto espinoso en la sociedad brasile?a-, simplificaci¨®n de tributos y la Seguridad Social. Sin embargo, defiende que la principal reforma para solucionar problema fiscal es la reforma de las pensiones, un asunto que se les ha atragantado a sus predecesores. Guedes lleg¨® a decir en su toma de posesi¨®n que las jubilaciones son una f¨¢brica de desigualdades. ¡°Quien legisla y juzga tiene las mayores jubilaciones y el pueblo, las menores¡±.

La reforma de las pensiones ser¨¢, de hecho, la prueba de fuego del Gobierno Bolsonaro con el Congreso. Sus 52 diputados y el apoyo declarado de las bancadas de los ruralistas (los defensores de los intereses de la industria agropecuaria) y evang¨¦licos, son insuficientes. En la pr¨¢ctica ser¨¢ necesario alinear muchos intereses que afectan directamente a la poblaci¨®n.

Todo indica, hasta el momento, que a pesar de haber comprado la idea de la capitalizaci¨®n, el nuevo presidente estar¨ªa dispuesto a reajustar la reforma en varios proyectos. Bolsonaro declar¨® este jueves que la edad de jubilaci¨®n deber¨ªa elevarse a 62 a?os para los hombres y 57 para las mujeres. Aunque Guedes ha reclamado ¡°ayuda¡± a los parlamentarios para la aprobaci¨®n de los cambios en la jubilaci¨®n, el nuevo ministro de Econom¨ªa afirm¨® que si las reformas no funcionan, ya tiene un plan B para equilibrar las cuentas; un titubeo no fue bien recibido por los economistas. La propuesta ser¨ªa flexibilizar las r¨ªgidas normas del presupuesto federal.

Para componer el superministerio, Guedes ha reunido a los Chicago Boys brasile?os. Es un grupo de economistas que, como ¨¦l, pasaron por la Universidad de Chicago, templo del pensamiento econ¨®mico liberal, que pretenden aplicar¨¢n en Brasil las ideas que aprendieron all¨ª bajo el mantra de ¡°menos Estado, m¨¢s iniciativa privada¡±. Chicago Boys fue el apelativo dado a los j¨®venes chilenos que estudiaron en esa universidad estadounidense ¡ªcon Milton Friedman a la cabeza¡ª y posteriormente implantaron reformas liberales durante los setenta, en plena dictadura de Augusto Pinochet. En Brasil, el grupo de Guedes ya ha sido bautizado como Chicago Oldies (los vejetes, en vez de los chavales). El presidente de Petrobras es de los primeros Chicago Boys nombrados

La apuesta en Guedes, que no tiene experiencia en el sector p¨²blico, es alta. El ministro ¡°siempre ha sido un buen estratega de bancos y gestoras, pero es una inc¨®gnita saber si es un buen l¨ªder de un equipo de esa envergadura y c¨®mo sobrellevar¨¢ la pol¨ªtica¡±, afirma Alexandre Chaia, profesor de econom¨ªa de la Facultad Insper. De hecho, el futuro superministro, solo tiene una breve experiencia pol¨ªtica. Asesor¨® en 1989 al candidato a la presidencia Guilherme Afif Domingos. Natural de R¨ªo de Janeiro, hizo fortuna en el sector financiero.

Seg¨²n Chaia, no obstante, no hay dudas de que el poder de decisi¨®n concedido a Guedes ha sido recibido de forma bastante positiva por el mercado y por el empresariado, que aprueban las propuestas defendidas por el futuro ministro. Sin embargo, el profesor se?ala que a¨²n es pronto para saber si su equipo va a materializar el prometido viraje liberal. A pesar del entusiasmo con Guedes, hay algunas trabas en el Congreso, en la sociedad y en el propio Gobierno de Bolsonaro que pueden obstaculizar los planes.

Las principales reformas que el nuevo Gobierno quiere poner en marcha siguen dependiendo de una compleja negociaci¨®n pol¨ªtica y de la aprobaci¨®n del Congreso, que est¨¢ mucho m¨¢s fragmentado que en la anterior legislatura.

¡°Hace falta saber tambi¨¦n cu¨¢nto va a ceder Bolsonaro en determinadas decisiones. Al parecer, apoyar¨¢ menos la privatizaci¨®n generalizada y m¨¢s las cuestiones de apertura de la econom¨ªa y de medidas para desobstruir las trabas burocr¨¢ticas, para mejorar el ambiente de negocios del pa¨ªs¡±, explicar el profesor. El ministro es partidario de una transici¨®n del actual sistema a un r¨¦gimen de capitalizaci¨®n o cotizaciones individuales, un modelo similar al adoptado en Chile, pa¨ªs en que trabaj¨® como profesor en los ochenta.

En su primer discurso como ministro, afirm¨® que este mes anunciar¨¢ ya medidas y que las propuestas de reformas estructurales ser¨¢n enviadas al nuevo Congreso, que toma posesi¨®n en 1 de febrero. ¡°No adelanta salir hablando medida 1, medida 2, medida 3, tengo una avalancha de medidas, no faltar¨¢n noticias¡±, afirm¨®. ¡°Creo que vamos hacia la liberal democracia, vamos a abrir la econom¨ªa, simplificar impuestos, privatizar, descentralizar recursos para Estados y municipios¡±.