May antepone la unidad en su partido a evitar un Brexit sin acuerdo
El Gobierno brit¨¢nico, incapaz de aclarar las "soluciones alternativas" a la salvaguarda irlandesa
Theresa May no quiere despertar del sue?o. La primera ministra brit¨¢nica disfruta en las ¨²ltimas horas de un apoyo de sus correligionarios conservadores al que ya no estaba acostumbrada. Los diputados tories aplauden su valent¨ªa y la animan a renegociar con Bruselas el acuerdo del Brexit. Cuenta con el mandato de la C¨¢mara de los Comunes, le recuerdan. "La UE ya sabe ahora que una mayor¨ªa parlamentaria que respalde el plan es posible", ha dicho ufana durante la sesi¨®n de control de este mi¨¦rcoles. Tan solo es necesario que se elimine del texto el fat¨ªdico backstop, la salvaguarda irlandesa impuesta por los l¨ªderes comunitarios para evitar una frontera dura entre Irlanda (socio de la UE) e Irlanda del Norte (territorio brit¨¢nico), que se ha convertido en el enemigo a batir por los euroesc¨¦pticos.
Pero Bruselas ya ha dicho que eso no es posible. Los l¨ªderes empresariales brit¨¢nicos asumen ya que Reino Unido saldr¨¢ de la UE el 29 de marzo sin un acuerdo y aceleran sus preparativos de emergencia. Nadie en el Gobierno, incluida la propia May, es capaz de explicar en qu¨¦ consisten esas "soluciones alternativas" al backstop a las que se agarran como a un clavo ardiendo.
"La declaraci¨®n pol¨ªtica [acordada con la UE] ya hace referencia a posibles soluciones alternativas y sugiere algunas propuestas que pueden ser estudiadas, como el reconocimiento mutuo de operadores comerciales de confianza", ha respondido la primera ministra a Jeremy Corbyn, ante la insistencia del l¨ªder laborista a que especificara qu¨¦ pretende ofrecer para sustituir la salvaguarda irlandesa. Ambos l¨ªderes se han reunido este mi¨¦rcoles. Corbyn, que hab¨ªa rechazado reunirse con May hasta que no se descartara la opci¨®n de que el Reino Unido abandone el bloque comunitario sin un acuerdo, ha dado finalmente su brazo a torcer.
Ambos han estado reunidos durante unos 45 minutos en el despacho de May en la C¨¢mara de los Comunes, donde mantuvieron un intercambio "serio y comprometido", seg¨²n describi¨® un portavoz del Partido Laborista.?
Pero ni los llamados Trusted Trader Scheme (por los que se facilitan los tr¨¢mites aduaneros a las empresas que han demostrado con garant¨ªas que cumplen los est¨¢ndares regulatorios) ni las soluciones tecnol¨®gicas de control de mercanc¨ªas han convencido a Bruselas, que cree que no est¨¢n a¨²n lo suficientemente desarrolladas como para ser eficaces para solventar el problema.
Casi al mismo tiempo en que May explicaba vagamente hacia d¨®nde se dirige, el viceprimer ministro irland¨¦s, Simon Coveney, echaba un jarro de agua fr¨ªa a sus pretensiones. "H¨¢ganme caso, todas estas soluciones se han explorado hasta el infinito durante dos a?os de negociaciones. Y no hemos dado con ninguna soluci¨®n alternativa que supere el umbral m¨ªnimo. Necesitamos un backstop?o alg¨²n otro mecanismo asegurador que se base en certezas legales, y no en puro voluntarismo", explicaba en el Instituto de Estudios Europeos e Internacionales en Dubl¨ªn.
May conoce ya todas esas pegas. Las ha o¨ªdo antes. Y, sin embargo, ha preferido ceder a los cantos de sirena de los euroesc¨¦pticos y lograr una fr¨¢gil imagen de unidad. Ha dado dos pasos que ponen en riesgo el acuerdo del Brexit alcanzado con la UE. El primero se pudo ver el martes. En contra de su l¨ªnea oficial de los ¨²ltimos meses -"no es posible renegociar ni mejorar el texto acordado con la UE"-, decidi¨® respaldar la moci¨®n presentada por Sir Graham Brady. Un texto que se limita a exigir que se retire de la mesa el backstop?y se negocie algo distinto. La primera ministra se ha convencido? a s¨ª misma de que, de este modo, lograr¨¢ m¨¢s adelante una mayor¨ªa parlamentaria que respalde su plan.
Su segunda decisi¨®n ha sido a¨²n m¨¢s arriesgada. Ha dado alas al plan forjado en secreto en los ¨²ltimos d¨ªas por un grupo de euroesc¨¦pticos y partidarios de la permanencia en la UE. Es el llamado Compromiso Malthouse, en honor al secretario de Estado, Kin Malthouse, que acogi¨® en su domicilio parte de las conversaciones. Proponen extender en un a?o, hasta diciembre de 2021, el periodo de transici¨®n ya acordado con Bruselas. Tambi¨¦n prometen acelerar las negociaciones para cerrar una relaci¨®n comercial futura, y aseguran que existen las capacidades tecnol¨®gicas para controlar las aduanas de Irlanda del Norte sin necesidad de levantar una nueva frontera. Y si no se llega a un acuerdo, alegan reglas de dudosa interpretaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio para afirmar que se mantendr¨¢ con la UE un comercio sin aranceles.
Y a cambio de todo esto, proponen respetar los derechos de los ciudadanos europeos residentes en Reino Unido -algo acordado ya desde el primer minuto de las negociaciones- y cumplir con las obligaciones financieras -y legalmente vinculantes- que Londres tiene pendiente con Bruselas.
May ha hecho gui?os de aprobaci¨®n a la propuesta. Eso explica que los euroesc¨¦pticos m¨¢s fan¨¢ticos se pusieran del lado del Gobierno en la votaci¨®n del martes y elevaran de tono el fr¨¢gil optimismo de la primera ministra. Ellos, y los unionistas norirlandeses del DUP. Su voto es fundamental para sacar adelante cualquier plan. "Lo que nos vendi¨® anoche [la primera ministra] fue que iba a regresar a la Uni¨®n Europea y pedir que se abra de nuevo el acuerdo de retirada, que va a lograr que se elimine el backstop y que regresar¨¢ con garant¨ªas legales de que Irlanda del Norte no se separar¨¢ del resto de Reino Unido", ha dicho este mi¨¦rcoles Sammy Wilson, el portavoz para el Brexit del DUP.
La pol¨ªtica brit¨¢nica est¨¢ estos d¨ªas plagada de "unicornios". La palabra est¨¢ en boca de muchos diputados y los analistas pol¨ªticos la usan constantemente. Theresa May ha atrapado el suyo, y de momento, no est¨¢ dispuesta a dejarlo escapar.
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