¡°?Aqu¨ª, ech¨¢ndole bolas a Venezuela!¡±
Venezolanos exiliados comienzan a plantearse el regreso a su pa¨ªs a la luz de los ¨²ltimos acontecimientos pol¨ªticos
A Mariveni Rodr¨ªguez se le quiebran la voz y los ojos. Dice: ¡°Llegamos muy heridos. Desquiciados. Desmembrados. Era la primera vez que te sent¨ªas en el exilio¡±. Habla de la di¨¢spora venezolana, de cuya facci¨®n espa?ola forma parte desde 2003. Es periodista y tiene un restaurante, Angosta, en la Latina.
Su relato desgarra. ¡°Dej¨¦ atr¨¢s la Universidad, a la madre, a mis amigos, y llegas como una veleta, sin rumbo¡±. Espa?a fue ¡°solidaria¡±, ten¨ªa su propia historia de exilio, ¡°y nuestra herida es muy honda. La vamos a sanar¡±.
Est¨¢ en la Cesta Rep¨²blica, nombre que Guillermo Barrios, catedr¨¢tico, arquitecto secuestrado y amenazado en Venezuela, le puso a esta tienda/estudio cuando Hugo Ch¨¢vez instal¨® en su pa¨ªs la Quinta Rep¨²blica. Este exilio le hace a?orar el aire de Caracas, el olor de su Universidad. Hace dos a?os, Mariveni, Guillermo, el profesor Tom¨¢s P¨¢ez, la fot¨®grafa e interiorista Gabriela Navarro y Dom¨¦nico Chiappe, autor de El largo viaje inm¨®vil, sobre el interminable entierro de Ch¨¢vez (¡°que a¨²n sigue¡±), explicaron para EL PA?S un drama que parec¨ªa eterno. ¡°Ahora¡±, dice Gabriela, ¡°me veo triste en aquella foto del peri¨®dico¡±. Todo cambia. Dos a?os despu¨¦s, ven una rendija de futuro.
Guillermo cree que se les est¨¢ dando ¡°permiso para tener esperanza¡±. Tom¨¢s, que dirige un ¨ªndice del ¨¢nimo de los cuatro millones de los exiliados que componen la di¨¢spora venezolana, trae noticias. Esos cuatro millones, representados en pa¨ªses y ciudades de todo el mundo, han contestado a una encuesta que hace desde 2015. En ese a?o, el 80% de los exiliados no pensaba volver. ¡°Ahora se ha revertido por completo la tendencia¡±. Regresar es ya una palabra bienvenida.
Cinco emigrados, a quienes hace dos a?os el drama de su pa¨ªs les parec¨ªa eterno, se plantean ahora volver
Dom¨¦nico, quien habl¨® con EL PA?S en un encuentro aparte, no es optimista, o por lo menos no lo es a corto plazo. ¡°Nunca he sido optimista. El chavismo ten¨ªa el prop¨®sito de eternizarse¡±. Y buscar¨¢ el modo de hacerse eterno como el entierro de su l¨ªder. ¡°La paciencia es un valor venezolano. Y la paciencia ha visto ya muchas muertes. Mientras no haya una transici¨®n efectiva seguir¨¢ ese largo viaje inm¨®vil. En la desesperaci¨®n del chavismo cualquier cosa puede pasar¡±.
?Volver? Guillermo: ¡°Por primera vez hay un proyecto. Hasta las preguntas que nos hacen ya implican novedad. Nos est¨¢n dando permiso para tener ilusi¨®n¡±. A Tom¨¢s le respond¨ªan con cara de escalofr¨ªo hace dos a?os cuando hac¨ªa esa pregunta. ¡°Ahora la cara es de futuro¡±, asegura. Gabriela: ¡°Gente que se fue humillada, ahora est¨¢ dispuesta a regresar para trabajar en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs¡±. Guillermo lo dice en venezolano: ¡°?Aqu¨ª estamos ech¨¢ndole bolas a Venezuela!¡±. Se trata de reconstruir, dicen, ¡°la autoestima y la ciudad de Caracas, s¨ªmbolo de lo p¨²blico destruido. Porque recuperar lo p¨²blico es recuperar la libertad¡±. Todo eso significa echarle bolas.
Mariveni ve ¡°un poco de luz; no ser¨¢ f¨¢cil, un narco-Estado se aferra al poder, desde el que han instalado a Venezuela en la miseria y en el primer grado de la peligrosidad mundial¡±. Vivir ¡°ha sido salvar el pellejo¡±. Llora cuando recuerda la vela rota que era al venir. Sus compa?eros brindan con esta jaculatoria:
¡°?Aqu¨ª, ech¨¢ndole bolas a Venezuela!¡±.
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