La crisis econ¨®mica amenaza con pasar factura a Erdogan en las elecciones locales
El Gobierno turco ordena vender alimentos a precios subvencionados con el fin de evitar un resultado adverso para su partido
Un kilo de patatas, 2 liras (32 c¨¦ntimos de euro). Cebollas, 2 liras. Tomates, 3 liras. Berenjenas, 4,5 liras, se lee en una pizarra a la entrada de una carpa instalada por el Ayuntamiento de Estambul en el barrio de Kasimpasa. Una verdadera ganga. Los precios son la mitad o incluso un tercio de lo que se paga por los mismos alimentos en un supermercado o en los mercadillos callejeros. Y, sin embargo, el ambiente es g¨¦lido: las familias hacen fila en silencio; recogen, en silencio, las bolsas del producto que desean (m¨¢ximo tres kilos por persona), pagan silenciosamente y se van. Una atm¨®sfera muy alejada de la de los ajetreados mercados turcos, donde los clientes manosean el producto, se quejan de la calidad, regatean el precio y los vendedores se desga?itan por colocar su mercanc¨ªa: ?Patata nueva de Afyon! ?Ajos de Task?pr¨¹, los mejores de Turqu¨ªa! ?Tiramos los precios! ?Vamos se?ora, que me lo quitan de las manos!
¡°Es una buena iniciativa¡±, sostiene un comprador en otro de los puestos de ¡°venta directa¡± municipales, en este caso en la plaza de Taksim: ¡°Pero, claro, habr¨ªa que preguntar a quienes gobiernan por qu¨¦ hemos llegado a esta situaci¨®n¡±.
Los turcos votar¨¢n este domingo en unas elecciones locales cruciales ¡ªlos Ayuntamientos son una de las bases del poder de Erdogan¡ª en las que, en n¨²mero de votos, vencer¨¢ sin duda el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan. Sin embargo, algunas importantes alcald¨ªas, como la capitalina Ankara o las sure?as Antalya, Adana y Mersin, podr¨ªan pasar a manos de la oposici¨®n. Mientras, en la populosa Estambul se prev¨¦ un largo y re?ido recuento.
Los islamistas turcos, que dirigen el Gobierno central desde 2002 y los principales Ayuntamientos del pa¨ªs desde 1994, se precian de haber sido quienes acabaron con las colas en Turqu¨ªa. Colas para abastecerse de combustible y productos b¨¢sicos en los a?os setenta; filas ante las fuentes de quienes, en los ochenta, todav¨ªa no ten¨ªan agua corriente en sus viviendas; interminables esperas en los hospitales o en cualquier oficina del Estado para hacer la m¨¢s m¨ªnima gesti¨®n burocr¨¢tica. Por eso, estas nuevas filas para comprar alimentos a precios subvencionados han sido utilizadas como un dardo por la oposici¨®n, que las ha bautizado como ¡°colas de la pobreza¡±.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que fue reelegido el a?o pasado con la promesa de que el nuevo sistema presidencialista traer¨ªa m¨¢s estabilidad y prosperidad, desecha estas cr¨ªticas y las considera ¡°colas de la riqueza¡±. Fue ¨¦l quien, ante los elevados precios alcanzados por los alimentos b¨¢sicos en los primeros meses del a?o (un 31% m¨¢s que hace un a?o), orden¨® a las alcald¨ªas bajo su control empezar a vender verduras directamente a la poblaci¨®n a precios rebajados para luchar contra los abusos de los ¡°intermediarios¡±, ¡°especuladores¡± y ¡°terroristas econ¨®micos¡±.
En principio, estaba previsto que la iniciativa se prolongase s¨®lo hasta las elecciones locales, pero recientemente se anunci¨® que continuar¨¢ hasta junio. Y es que la crisis econ¨®mica que vive Turqu¨ªa ha alcanzado de lleno a los hogares. ¡°La gente no puede ir al supermercado, los precios son terror¨ªficos. Yo iba y me volv¨ªa a casa con los manos vac¨ªas¡±, confiesa Rukiye, una ama de casa asidua al punto de venta directa del barrio de Kasimpasa. Para ella no hay duda de qui¨¦nes son los culpables de la situaci¨®n: ¡°Aquellos que intentan derrocar a nuestro Gobierno. Afortunadamente, tenemos a Erdogan y el pueblo sabe la verdad¡±.
La mayor¨ªa de economistas coinciden en que las razones de la crisis son m¨¢s profundas y tienen que ver con la desconfianza exterior hacia las pol¨ªticas del Gobierno, as¨ª como con el endeudamiento en divisas de las empresas turcas, que aprovecharon la ¨¦poca de crisis en la eurozona y EE UU para tomar pr¨¦stamos a bajo inter¨¦s en euros y d¨®lares. Estas deudas se convirtieron en inasumibles para muchas compa?¨ªas cuando, el pasado verano, la lira se desplom¨® a causa de un enfrentamiento pol¨ªtico entre Erdogan y su hom¨®logo estadounidense, Donald Trump. ¡°La econom¨ªa real est¨¢ resultando muy afectada por la crisis debido a sus deficiencias estructurales, no exportamos lo suficiente para conseguir toda la divisa que necesitamos¡±, explica el economista Mustafa S?nmez: ¡°El crecimiento del PIB fue negativo en el ¨²ltimo trimestre del a?o pasado [-3%] y todo indica que la contracci¨®n econ¨®mica continuar¨¢ durante los primeros trimestres de 2019¡±.
El n¨²mero de desempleados se ha incrementado notablemente hasta superar los 4,3 millones. La tasa de paro est¨¢ en el 13,5% y en el 24,5% en el caso de los j¨®venes como Ahmet ¡ªnombre ficticio¡ª, quien tras varios meses sin trabajo logr¨® empleo a inicios de marzo en una empresa que, se teme, tendr¨¢ que dejar en breve. ¡°Ha entrado en suspensi¨®n de pagos y probablemente en abril presente quiebra. Hay much¨ªsimas empresas en la misma situaci¨®n, pero esto no sale en las noticias¡±, se queja.
Quiebra de empresas
Desde hace dos meses, el Gobierno no da cifras del n¨²mero de empresas acogidas al nuevo mecanismo de suspensi¨®n de pagos aprobado el a?o pasado para evitar un alud de quiebras. Seg¨²n los datos del Ministerio de Comercio, a finales del a?o pasado 979 se hab¨ªan acogido a esta prerrogativa, pero el diario opositor S?zc¨¹ estima que rondan las 5.000. De acuerdo con la aseguradora Euler Hermes, en 2018 quebraron 15.400 compa?¨ªas, un 20% m¨¢s que el a?o anterior, y la prensa local ha publicado que el valor de los cheques impagados se increment¨® en un nivel similar, hasta superar los 150 millones de euros durante el a?o pasado.
Pese a que el Banco Central hab¨ªa logrado estabilizar la lira tras la crisis estival elevando considerablemente la tasa de inter¨¦s hasta el 24%, en los ¨²ltimos d¨ªas la divisa turca ha vuelto a registrar importantes p¨¦rdidas. La prensa especializada lo achaca a una ralentizaci¨®n de la econom¨ªa global, especialmente en el mercado europeo ¡ªprincipal destino de las exportaciones turcas¡ª, y a un repentino descenso en las reservas en divisas del Banco Central de Turqu¨ªa que la instituci¨®n no ha explicado de forma transparente. Pero Erdogan ha vuelto a utilizar el argumento que tan bien vende entre su base: se trata de un ataque conjunto de especuladores, fuerzas extranjeras y enemigos de la patria.
¡°Si lo que est¨¢ en juego es la patria, no importan los problemas que cada uno pueda tener individualmente. Votar¨¦ al AKP¡±, explica Arzu, otra ama de casa, del barrio estambul¨ª de Gaziosmanpasa. ¡°La situaci¨®n econ¨®mica ha afectado mucho a los ciudadanos ¡ªsostiene el periodista y exdirector de la cadena CNN-T¨¹rk, Ferhat Boratav¡ª, pero la pol¨ªtica en Turqu¨ªa est¨¢ tan polarizada que dif¨ªcilmente habr¨¢ un trasvase de votantes de un campo al otro¡±.
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