Crece la desconfianza de los inversores en Brasil ante las constantes pol¨¦micas de Bolsonaro
El d¨®lar alcanza los 4 reales y la Bolsa cay¨® el mi¨¦rcoles un 3,6% ante las crecientes dudas sobre la reforma de las pensiones
Las enormes expectativas que acompa?aron la s¨®lida victoria electoral de Jair Bolsonaro est¨¢n menguando r¨¢pidamente mientras el presidente de Brasil y sus ministros se embarcan en pol¨¦micas diversas tras solo tres meses en el poder. El ultraderechista echa m¨¢s le?a al fuego a cuenta del aniversario de la dictadura, que se cumple este domingo, mientras se enzarza en p¨²blico con el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Rodrigo Maia, pese a que requiere todo su apoyo para sacar adelante la reforma m¨¢s urgente de su mandato, la de las pensiones. Los inversores expresaron con claridad este mi¨¦rcoles su creciente preocupaci¨®n: la Bolsa cay¨® un 3,6% y el d¨®lar cerr¨® en la cota m¨¢s alta respecto al real de los ¨²ltimos seis meses.
Al abrir los mercados este jueves, la divisa brasile?a ha seguido cayendo hasta cruzar la barrera de los cuatro reales por d¨®lar horas despu¨¦s de un agrio intercambio anoche entre los presidentes de la C¨¢mara y del Gobierno. Maia dispar¨® primero la artiller¨ªa verbal: ¡°Hay 12 millones de parados, 15 millones de brasile?os bajo el umbral de la pobreza y para el presidente cree que gobernar Brasil es un juego de ni?os¡±. El ultraconservador le contest¨® inmediatamente: ¡°No hay ning¨²n juego por mi parte. Todo lo contrario¡±.
Cala en los mercados la desconfianza en que Bolsonaro y su ultraliberal equipo econ¨®mico no consigan los amplios apoyos parlamentarios (tiene 53 escasos en una C¨¢mara de 513) que requiere la reforma de las jubilaciones a la vista de la velocidad a la que est¨¢ perdiendo un capital pol¨ªtico imprescindible para cambiar el insostenible sistema. La propuesta pretende ahorrar 1,1 billones de reales (226.000 millones de euros) en una d¨¦cada.
Bolsonaro ha intentado calmar los ¨¢nimos este jueves al asegurar que la reforma est¨¢ encarrilada y calificar de ¡°chaparr¨®n de verano¡± el agrio intercambio con el presidente de la C¨¢mara. No obstante, el pesimismo ha llegado incluso al Banco Central de Brasil, que este jueves ha rebajado la previsi¨®n de crecimiento del PIB para este a?o de 2,4% al 2%.
Pese a la tormenta, el militar retirado sac¨® tiempo para ir el martes por la ma?ana al cine con su esposa e insiste en la controversia sobre el golpe tras alentar oficialmente a sus antiguos compa?eros a celebrar en los cuarteles la quiebra del orden constitucional en 1964. Este mi¨¦rcoles reiter¨® en una entrevista su discurso de que la dictadura no fue tal y minimiz¨® las graves violaciones de derechos humanos documentadas por la Comisi¨®n de la Verdad. ¡°Tenemos que conocer la verdad. No quiero decir que fuera una maravilla, ning¨²n r¨¦gimen es una maravilla. De vez en cuando tienen problemillas¡±, afirm¨® tras asegurar que las Fuerzas Armadas nunca tuvieron ¡°una pol¨ªtica represiva de Estado¡± y recordar, como si fuera un hecho in¨¦dito en la historia, que entregaron ¡°el Gobierno a la oposici¨®n de forma pac¨ªfica¡±. Algo que se asemeja a lo ocurrido en los ¨²ltimos a?os en Myanmar (la antigua Birmania) y ahora en Tailandia.
Pero posiblemente las palabras que m¨¢s preocupan a los inversores la advertencia pronunciada por el zar econ¨®mico, Paulo Guedes, en una comisi¨®n parlamentaria sobre la reforma de las pensiones que ha dise?ado. ¡°Estoy aqu¨ª para servirles. Si nadie quiere el servicio, ser¨¢ un placer haberlo intentado¡±, espet¨® a los senadores Guedes, que se hizo rico en el sector financiero y carece de experiencia pol¨ªtica.
En Jerusal¨¦n, oficina comercial
En v¨ªsperas de su viaje a Israel, que comienza este s¨¢bado, el presidente ha dado se?ales de que quiz¨¢ no cumple por ahora su promesa electoral de trasladar la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusal¨¦n, siguiendo los pasos de Estados Unidos. Preguntado por el tema, Bolsonaro ha respondido que quiz¨¢ abra ¡°una oficina de negocios¡± en la Ciudad Santa que Israel considera su capital. La industria agr¨ªcola est¨¢ en contra del cambio porque temen que amenace la exportaci¨®n de carne halal (que sigue los preceptos isl¨¢micos) a los pa¨ªses ¨¢rabes, con los que Brasil comercia much¨ªsimo m¨¢s que con el Estado jud¨ªo.
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