Un v¨ªdeo de los periodistas asesinados pone en duda la gesti¨®n de Ecuador de la crisis

Acaba de cumplirse un a?o del secuestro de los tres periodistas asesinados en la frontera caliente entre Ecuador y Colombia. A pocos d¨ªas del aniversario del asesinato, un v¨ªdeo que sirvi¨® como prueba de vida ha sido publicado este mi¨¦rcoles por el portal de investigaci¨®n C¨®digo Vidrio. El material fue enviado?por los disidentes de las FARC al Gobierno ecuatoriano el mismo d¨ªa del secuestro, el 26 de marzo. Los secuestradores de las FARC, liderados por Walter Ar¨ªzala, m¨¢s conocido como Guacho, ped¨ªan a Ecuador intercambiar a los tres civiles por tres de sus hombres de confianza detenidos en los meses previos por las autoridades del pa¨ªs sudamericano. La negociaci¨®n con el Gobierno de Len¨ªn Moreno era a trav¨¦s de un chat.

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C¨®digo Vidrio, dirigido por Arturo Torres, exeditor del equipo secuestrado y asesinado de El Comercio?mostr¨® la grabaci¨®n de 1 minuto y 17 segundos. En ella, los tres hombres detallaban las condiciones de su liberaci¨®n.?¡°Bueno, estamos con Efra¨ªn Segarra, Pa¨²l Rivas y Javier Ortega, quien les habla; estamos en calidad de retenidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Llegamos el lunes, nos detuvieron aqu¨ª este d¨ªa lunes 26 de marzo; nos han tratado bien, estamos bien, para quien escuche este mensaje, y ahorita solo estamos en manos del presidente ecuatoriano Len¨ªn Moreno. Ellos simplemente est¨¢n negociando, no nos han hecho da?o¡±, expone con semblante serio pero calmo el m¨¢s joven de los tres.

Ortega a¨²n llevaba la camisa azul y la acreditaci¨®n de prensa colgada al cuello. Los tres lucen aseados y en buen estado. Las im¨¢genes han impactado a Ecuador, que ten¨ªa en la retina un recuerdo muy diferente. Hace un a?o, cuando el Gobierno de Moreno inform¨® del secuestro en la frontera en la localidad de Mataje tras una serie de ataques y explosiones que dejaron cuatro militares muertos y un cuartel policial reducido a escombros, se difundi¨® un solo v¨ªdeo de los tres secuestrados. Se dijo entonces que era la ¨²nica prueba de vida y en ella, el equipo de El Comercio aparec¨ªa con ropa prestada, encadenado por el cuello, con barba de varios d¨ªas y con un semblante deteriorado por la amenaza. Hab¨ªan transcurrido ocho d¨ªas desde la retenci¨®n.

¡°Ahora que atamos cabos, nos damos cuenta de que nos dejaron pr¨¢cticamente cuatro d¨ªas en la angustia de no saber c¨®mo estaban, d¨®nde y qu¨¦ se ped¨ªa por ellos¡±, ha reprochado Yadira Ayaguallo, pareja del fot¨®grafo asesinado, ante los medios locales. Ella no hab¨ªa visto la grabaci¨®n de un celular hasta ahora, aunque otros familiares s¨ª hab¨ªan accedido a su contenido gracias a los miembros del comit¨¦ de crisis desplegado hace un a?o.

A dos d¨ªas del secuestro, medios colombianos filtraron que los tres ecuatorianos hab¨ªan sido liberados. Un d¨ªa despu¨¦s, el ministro de Interior ecuatoriano, C¨¦sar Navas, desminti¨® la informaci¨®n. Su gesti¨®n de la situaci¨®n de crisis, con un tr¨¢gico final, termin¨® por costarle el puesto. El grupo del Guacho, el frente Oliver Sinisterra, hizo p¨²blico un comunicado el 11 de abril en el que responsabilizaba a Ecuador de la muerte del fot¨®grafo, del redactor y del ch¨®fer de El Comercio por haber frustrado la negociaci¨®n con acciones militares. El presidente Len¨ªn Moreno no sali¨® hasta el viernes 13, dos d¨ªas despu¨¦s de difundirse la nota de los secuestradores, a confirmar la muerte de los civiles.

Los familiares de Efra¨ªn, Pa¨²l y Javier, cuyos nombres han quedado grabados en la opini¨®n p¨²blica, cuestionaron la falta de transparencia del Gobierno ecuatoriano en la gesti¨®n del secuestro. Desde que se confirm¨® el asesinato iniciaron una odisea en instituciones nacionales e internacionales para acceder a los detalles de la negociaci¨®n y saber por qu¨¦ fracas¨®. Mientras lidian con la p¨¦rdida de sus seres queridos, han llevado el caso hasta la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que, seg¨²n ha anunciado, publicar¨¢ los resultados de la investigaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas.