Memor¨¢ndum mitol¨®gico para los nuevos l¨ªderes de la UE: Europa necesita D¨¦dalos
Adem¨¢s de las virtudes tradicionales, los futuros dirigentes deber¨¢n cuidar las cualidades de innovaci¨®n, ingenio y agilidad del mito griego


El quinteto de l¨ªderes que encabezar¨¢ la UE en la pr¨®xima legislatura ha quedado designado: el futuro dir¨¢ si la apuesta fue acertada. El panorama que estos dirigentes tendr¨¢n que afrontar es sombr¨ªo y requerir¨¢ extraordinarias cualidades de liderazgo. Por supuesto, las cl¨¢sicas virtudes plat¨®nicas: fortaleza, templanza, justicia, prudencia. Pero, en un tiempo en metamorfosis tan convulsa, al frente adem¨¢s de una estructura tan sui g¨¦neris como la UE, tendr¨¢n que cultivar en s¨ª mismos (y promover en los dem¨¢s) otras cualidades menos evidentes: ingenio, innovaci¨®n, agilidad, voluntad f¨¦rrea ante las adversidades. Esto es lo que se necesita y no abunda en Europa ¡ªen pol¨ªtica, y otros sectores de la sociedad¡ª. Europa necesita D¨¦dalos.
Como casi todos los personajes mitol¨®gicos, D¨¦dalo tiene luces y sombras, lecciones brillantes y oscuras. Pero su imagen esculpida en el bello libro VIII de Las metamorfosis de Ovidio ¡ªtan adecuado a este tiempo de cambios vertiginosos e imprevisibles¡ª parece encarnar precisamente las dotes que m¨¢s necesita Europa ahora. Por un lado, el ingenio y la reactividad con la que respond¨ªa a los requerimientos y solventaba problemas inauditos: el envoltorio de vaca artificial para permitir a Pas¨ªfae satisfacer el deseo de emparejarse con el toro blanco; el grandioso laberinto para encerrar el Minotauro; y, claro est¨¢, las legendarias alas para huir de la reclusi¨®n con su hijo ?caro. Por el otro, la capacidad de sobreponerse a terribles adversidades: el dolor por la muerte del hijo, que se acerc¨® demasiado al sol, no frena el camino de D¨¦dalo hacia su destino.
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Todo esto es importante. Europa est¨¢ bien dotada de virtudes cl¨¢sicas: su propia historia las alimenta en sus hijos. Los nuevos l¨ªderes designados presentan credenciales de solidez y seriedad. Pero, ?lograr¨¢n encarnar tambi¨¦n esas otras cualidades de innovaci¨®n, agilidad, resiliencia? Es importante porque Europa adolece de carencias en ese dominio. En el mundo empresarial se hace evidente un d¨¦ficit en capacidad de innovaci¨®n, por ejemplo, con respecto a EE UU. En el mundo institucional, si bien la UE es un prodigioso ejemplo de evoluci¨®n y adaptaci¨®n, en muchos lares comunitarios o nacionales se detectan se?ales de anquilosamiento y dificultad de adaptaci¨®n. La rigidez, la complejidad y la tradici¨®n nos frenan: hace falta agilidad e ingenio para sobreponerse. Por ¨²ltimo, en t¨¦rminos sociales, inevitablemente, Europa es una sociedad acomodada con menor capacidad de aguante que aquellas en v¨ªas de desarrollo (y sin embargo expuesta a choques sist¨¦micos m¨¢s que nunca desde la segunda guerra mundial): necesitamos resiliencia.
El tiempo dir¨¢. La edad media de los cinco designados ¡ªUrsula Von der Leyen (Comisi¨®n Europea), Christine Lagarde (BCE), Charles Michel (Consejo Europeo), Josep Borrell (Alto Representante de Exteriores), David Sassoli (Parlamento Europeo)¡ª es de 60 a?os. Unos 65 si se quita el m¨¢s joven, Michel. Este dato, junto con los curr¨ªculos, ofrece ciertas garant¨ªas con respeto a las virtudes plat¨®nicas. Pero su ¨¦xito depender¨¢ en igual medida de las 'ded¨¢licas'. Que las ejerzan y las promuevan. Con mucha valent¨ªa de esp¨ªritu.
Cada cual es Dios de s¨ª mismo, y la ¨¢spera Fortuna rechaza las peticiones pusil¨¢nimes, advierte Ovidio, en el fant¨¢stico libro VIII de Las metamorfosis.
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