Solalinde y Sicilia: un choque de trenes en tiempos de L¨®pez Obrador
La resistencia civil que se levant¨® contra la crisis de violencia y los abusos del poder en M¨¦xico se enfrenta al dilema de alinearse o mantener el pulso con el Gobierno
El sacerdote Alejandro Solalinde y el poeta Javier Sicilia son dos polos opuestos cuando se trata de hablar del Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Ambos han sido reconocidos como unos de los referentes m¨¢s importantes en la lucha contra la ola de violencia que ha hundido a M¨¦xico en los ¨²ltimos a?os. Ambos han salido a las calles y en caravanas para exigir justicia. Ambos han sufrido amenazas por defender sus convicciones. Y ambos simbolizan el cisma m¨¢s reciente entre los defensores de derechos humanos en el pa¨ªs. Solalinde defiende a ultranza al presidente. Sicilia se ha mantenido como un cr¨ªtico f¨¦rreo del poder oficial. La tercera jornada de actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se ha saldado este lunes con un foro en el que han coincidido el cura y el escritor, con tensi¨®n e indirectas incluidas.
"No ha cambiado nada", ha sentenciado Sicilia un d¨ªa despu¨¦s de que la cuarta transformaci¨®n de L¨®pez Obrador cumpliera un a?o en el poder. "El presidente no ha sido emp¨¢tico con el dolor de esta naci¨®n ni con sus v¨ªctimas", ha afirmado el poeta, que fund¨® el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad tras perder en 2011 a su hijo Francisco de 24 a?os a manos del crimen organizado. "Entendamos que no se trata de cu¨¢ntos abrazos hay que darnos, se trata de cu¨¢nto Estado tenemos que construir para enfrentar este terror", ha zanjado el escritor ante los m¨¢s de 30.000 asesinatos en lo que va de a?o y sobre el dicho de campa?a que populariz¨® L¨®pez Obrador: "Abrazos, no balazos".
Sicilia regres¨® a la arena p¨²blica tras la matanza el pasado 4 de noviembre de tres mujeres y seis ni?os de la familia Langford-LeBar¨®n, que formaban parte una comunidad mormona en M¨¦xico. Un par de semanas m¨¢s tarde, Solalinde arremeti¨® contra el escritor al decir que "no son marchas, sino propuestas lo que necesitamos ahora".
"El desastre que nos heredaron es muy grande, no es f¨¢cil cambiar las cosas en un a?o", ha respondido Solalinde durante el foro, organizado por la Universidad de Guadalajara. "Me siento muy orgulloso del presidente que tenemos, es el primero que ha dejado de rendir cuentas a la oligarqu¨ªa para servir al pueblo", ha sostenido el cura, conocido por su protecci¨®n a los migrantes centroamericanos, aunque ha descartado que se haya convertido en un portavoz del Gobierno y ha admitido que la actual Administraci¨®n no ha tenido una pol¨ªtica migratoria coherente.
Ninguno de los dos ha cruzado mirada ni le ha dirigido la palabra al otro. Entre ambos estaba el moderador Alberto Galarza, senador suplente del partido opositor Movimiento Ciudadano, y Norma Romero, l¨ªder de las Patronas, una asociaci¨®n de mujeres que se dedica a dar comida y refugio a los migrantes en tr¨¢nsito por M¨¦xico. "Nosotras no somos partidistas, no creemos que un Gobierno pueda resolver la crisis que vivimos", ha dicho Romero. "Hay una pol¨ªtica de maquillaje que est¨¢ simulando una mejora en los derechos de los mexicanos, pero que no est¨¢ tocando el fondo del problema", ha agregado por su parte Ra¨²l Vera, obispo de Saltillo (norte del pa¨ªs), durante su participaci¨®n.
"?Por qu¨¦ seguir con la inercia de darle de palos a un gobierno que quiere cambiar las cosas? Tenemos que unirnos", ha sugerido Solalinde, que ha sorprendido tambi¨¦n por sus cr¨ªticas a las protestas feministas contra la violencia de g¨¦nero de la semana pasada, en un pa¨ªs en el que son asesinadas 10 mujeres a diario. "Yo no creo en el feminismo a ultranza, tenemos que darnos cuenta de que no debemos ponernos las unas contra los otros", ha dicho el sacerdote. "Dejemos el infantilismo y las protestas in¨²tiles y ayudemos al Gobierno", ha dicho Solalinde para cerrar su participaci¨®n.
Para concluir su participaci¨®n, Sicilia cit¨® a Albert Camus para lanzar un dardo a Solalinde y de paso a lo que ¨¦l percibe como un fanatismo -"un amor abstracto" o "la promesa de que las cosas van a mejorar en el futuro", en sus palabras- que se ha extendido entre los seguidores m¨¢s fan¨¢ticos de L¨®pez Obrador y que los ha hecho intolerantes a cualquier cr¨ªtica contra el presidente. "Estas son nuestras calles, nuestras casas, nuestros hijos", ha reclamado Sicilia para defender su derecho a manifestarse y a mandar un mensaje tanto al Gobierno cuanto al crimen organizado. "Yo seguir¨¦ exigiendo y creo que todo lo dem¨¢s est¨¢ dicho", ha concluido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.