Trump, Johnson, Putin, Erdogan: la UE est¨¢ rodeada de adversarios

Observando el atlas alrededor de Europa, cada vez hay menos margen de duda: la UE est¨¢ rodeada de adversarios.

Los ¨²ltimos desarrollos desafiantes se producen en el Reino Unido, donde Boris Johnson y su visi¨®n de descarnada competici¨®n con la UE avanza viento en popa tras la victoria en las legislativas del pasado d¨ªa 12. Su antecesora, Theresa May, trabajaba para construir una relaci¨®n de futuro con el club lo m¨¢s estrecha posible. Johnson emplea palabras amigables hacia los europeos del continente, pero su proyecto pol¨ªtico est¨¢ claramente dirigido a un modelo de relaci¨®n que le deje las manos libres para reformar de manera ultracompetitiva los sistemas fiscales, laborales y sociales del Reino Unido.

Este es probablemente el quid principal que subyace a su intenci¨®n de cerrar un acuerdo de futuro rapid¨ªsimo, excluyendo pr¨®rrogas a la transici¨®n que expirar¨¢ en diciembre de 2020. Johnson quiere manos libres, no quiere verse atado a garantizar lo que en jerga se conoce como ¡°terreno de juego nivelado¡±. Quiere poder divergir de los est¨¢ndares de la UE y sabe que para ello solo ser¨¢ posible un acuerdo de m¨ªnimos en lo econ¨®mico y lo social (los asuntos culturales y policiales son una dimensi¨®n diferente). Lo dijo Merkel hace unos meses y es cada vez m¨¢s evidente: el Reino Unido pasa a ser un competidor.

Recorriendo el mapa, el escenario alrededor de la UE parece casi un cerco de adversarios. En el Occidente, al otro lado del Atl¨¢ntico, los Estados Unidos de Trump, aferrados a una l¨®gica global de suma cero que se aplica inexorable tambi¨¦n a los viejos aliados europeos. Un pulso de poder e intereses que no contempla la estrategia de beneficio mutuo: yo gano si t¨² pierdes. La UE, adem¨¢s, representa todo lo que Trump aborrece en t¨¦rminos de multilateralismo; abandera una lucha al cambio clim¨¢tico de la que la Casa Blanca se desentiende. El cortocircuito entre las dos orillas del Atl¨¢ntico es el m¨¢s brutal que se recuerde desde el establecimiento del actual orden en 1945.

Hacia Oriente, el escenario es peor a¨²n. La Rusia de Putin es cada vez m¨¢s asertiva, m¨¢s desacomplejada, con acciones abiertas u ocultas de todo tipo. M¨¢s all¨¢ de la ret¨®rica, es evidente el deseo de Mosc¨² de dividir, alborotar y debilitar a la UE. La relaci¨®n con la Turqu¨ªa de Erdogan tambi¨¦n roza la hostilidad, y Ankara amenaza c¨ªclicamente con abrir las puertas a los casi cuatro millones de refugiados sirios en su territorio. El Israel de Netanyahu tambi¨¦n ha representado un factor problem¨¢tico, con extrema frialdad en la relaci¨®n con la Europa occidental y n¨®rdica y el llamativo cultivo por parte del gobernante israel¨ª de lazos con l¨ªderes euroesc¨¦pticos en el Este del continente.

Hacia el Sur, el mapa no presenta adversarios, pero s¨ª un desaf¨ªo formidable en forma de una macrorregi¨®n turbulenta, con conflictos, reg¨ªmenes autoritarios represivos en distinta intensidad, grupos terroristas y m¨¢s problemas.

Conviene tener claro el panorama.