La UE vislumbra un t¨²nel al final de la luz

Tras el enorme impacto de la crisis econ¨®mica estallada en 2008 y las turbulencias generadas por los grandes flujos migratorios recibidos en 2015, Europa entr¨® en una prometedora llanura en 2017. Ese a?o varias estrellas se alinearon favorablemente para la UE: el europe¨ªsta Emmanuel Macron gan¨® las presidenciales en Francia; el flujo migratorio irregular remiti¨® considerablemente (del mill¨®n de llegadas a las costas europeas en 2015 hasta las 185.000); la econom¨ªa cobr¨® vigor despu¨¦s de a?os de dificultades, con un crecimiento del 2,5% en la Zona Euro (algo m¨¢s en el conjunto UE) y una tangible reducci¨®n del paro; en Italia segu¨ªa en el poder el europe¨ªsta Partido Democr¨¢tico y en Alemania, aunque con complicadas negociaciones, se instalar¨ªa a principios de 2018 una nueva Gran Coalici¨®n.

En su conjunto, ello representaba una gran ventana de oportunidad para dar un gran impulso a las reformas desde una ¨®ptica de serenidad en vez de una de crisis. En la Zona Euro se han puesto las semillas de un m¨ªnimo y muy condicionado presupuesto com¨²n; en Defensa se han dado algunos pasos, con la constituci¨®n de un Fondo europeo y el impulso a algunos peque?os proyectos piloto; se han dado importantes pasos comerciales con acuerdos ¡ªen distintos grados de ejecuci¨®n¡ª con Canad¨¢, Jap¨®n y Mercosur; y resuelto la crisis de Macedonia del Norte.

Sin embargo, dif¨ªcilmente estos pueden considerarse avances sustanciales y satisfactorios para los defensores del proyecto de integraci¨®n europea. Y, de repente, varias nubes se agolpan en el horizonte.

En t¨¦rminos econ¨®micos, una clara ralentizaci¨®n afecta a las naciones europeas. El panorama se ensombrece.

En t¨¦rminos pol¨ªticos, el congreso de la CDU celebrado ayer en Leipzig muestra que la transici¨®n de poder en Alemania no ser¨¢ f¨¢cil y que es probable que la gran potencia europea se ver¨¢ entrampada en una compleja carrera sucesoria de Merkel que afectar¨¢ su agilidad decisoria en Europa. A la vez, la inestabilidad de la coalici¨®n gubernamental en Italia es m¨¢xima y cobra mucha fuerza la posibilidad de unas elecciones adelantadas en las que el probable ganador ser¨¢ Matteo Salvini. El l¨ªder de la Liga ya fue un socio problem¨¢tico para Bruselas en calidad de vicepresidente y ministro del Interior del Gobierno italiano; m¨¢s lo ser¨¢ como presidente del Ejecutivo.

Las relaciones internacionales tampoco deparan grandes alegr¨ªas. En el arco sureste hay grandes turbulencias en las naciones ¨¢rabes, con leg¨ªtimas protestas de ciudadan¨ªas que no queda claro c¨®mo terminar¨¢n; Rusia sigue siendo un actor imprevisible y agresivo; el Reino Unido bajo Johnson ¡ªel m¨¢s probable vencedor de las elecciones de diciembre¡ª puede que evite el desastre colectivo de un Brexit sin acuerdo pero va rumbo de convertirse m¨¢s en un rival que en un socio, como ya reconoci¨® Angela Merkel hace unas semanas. Al otro lado del Atl¨¢ntico, queda al menos un a?o de Donald Trump, y de todas formas EE UU hab¨ªa empezado una metamorfosis pol¨ªtica y un giro hacia Asia ya bajo Barack Obama.

Un nuevo cuadro de mando asume el poder en Europa en estas semanas. Parece dejar atr¨¢s t¨ªmidas luces y dirigirse hacia un t¨²nel. Conviene que aproveche al m¨¢ximo la visibilidad que queda y se prepare para una probable etapa oscura.