?Qu¨¦ se juegan Bruselas y Londres en la nueva negociaci¨®n?
Preguntas y respuestas sobre las relaciones entre la UE y el Reino Unido tras el Brexit
La Uni¨®n Europea y el Reino Unido han iniciado este lunes la primera ronda de negociaci¨®n sobre su nueva convivencia despu¨¦s del Brexit, un marco legal que aspira a regular, entre otras cosas, la relaci¨®n comercial y el transporte entre ambas partes, la cooperaci¨®n judicial, la movilidad laboral y el acceso de los pescadores europeos a las aguas brit¨¢nicas.
La primera sesi¨®n se ha celebrado en Bruselas, con un plenario encabezado por el negociador jefe europeo, Michel Barnier, y su hom¨®logo brit¨¢nico, David Frost. La ronda se prolongar¨¢ hasta el jueves y marca el inicio de unas maratonianas negociaciones que, en caso de fracaso, abocar¨¢n a una peligrosa ruptura el pr¨®ximo 31 de diciembre. Ese d¨ªa termina el per¨ªodo transitorio acordado en el Acuerdo de salida del Reino Unido de la UE, durante el que se mantienen intactas las relaciones a efectos de empresas y ciudadanos.
?Qui¨¦n negocia?
Por parte de Europa, el llamado Grupo de Trabajo para las Relaciones con el Reino Unido (UKTF, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s), creado en noviembre de 2019 y dirigido por Barnier, con la espa?ola Clara Mart¨ªnez Alberola como n¨²mero dos. En la orilla brit¨¢nica, Frost es la cabeza visible del Grupo de Trabajo Europa (TFE). En teor¨ªa, el Reino Unido cuenta con el formidable aparato de su diplomacia, valorada como una de las m¨¢s eficaces del mundo. Pero durante la negociaci¨®n del Brexit (entre 2017 y 2019), el peque?o equipo de Barnier demostr¨® que la claridad de objetivos y el respaldo sin fisuras de la UE permite imponerse incluso frente a un rival presuntamente temible.
?Qu¨¦ se negocia?
Las dos partes han pactado la formaci¨®n de 11 grupos de negociaci¨®n, especializado cada uno de ellos en las materias que se desean pactar: comercio de bienes; comercio en servicios e inversi¨®n; competencia justa y en igualdad de condiciones; transporte; energ¨ªa y cooperaci¨®n civil en el sector nuclear; pesca; movilidad y coordinaci¨®n de la seguridad social; cooperaci¨®n judicial en asuntos penales; cooperaci¨®n tem¨¢tica; participaci¨®n del Reino Unido en los programas de la UE; y asuntos horizontales y gobernanza del acuerdo.
?Cu¨¢nto tiempo hay para negociar?
El Acuerdo de salida del Reino Unido prev¨¦ un per¨ªodo transitorio hasta el 31 de diciembre de este a?o, prorrogable un a?o o dos si las dos partes lo pactan antes del pr¨®ximo 1 de julio. El Gobierno de Boris Johnson ha asegurado que no solicitar¨¢ esta pr¨®rroga, por lo que apenas quedan 10 meses para llegar a un nuevo acuerdo sobre la futura relaci¨®n. Londres ha advertido, adem¨¢s, que si a mediados de este a?o no se ha avanzado significativamente en la negociaci¨®n comenzar¨¢ a prepararse para una ruptura sin acuerdo. El equipo de Barnier asegura que est¨¢ dispuesto a trabajar 24 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, para alcanzar un pacto. Pero las dos partes asumen que, como m¨ªnimo, se vivir¨¢ un peligroso momento de tensi¨®n el pr¨®ximo mes de junio cuando haya que hacer un primer balance del estado de la negociaci¨®n. Ser¨¢ el momento de decidir si merece la pena seguir adelante o se rompe la baraja definitiva. Las apuestas indican que se continuar¨¢ y se seguir¨¢ negociando al menos hasta el oto?o o hasta el ¨²ltimo minutos si hay posibilidad de acuerdo.
?Es una negociaci¨®n complicada?
El acuerdo es mucho m¨¢s complejo que el del Brexit porque Bruselas aspira a fijar con Londres una relaci¨®n sin precedentes y que no es equiparable a la que mantiene con el resto de terceros pa¨ªses del mundo. ¡°En cierto modo, estamos ante una negociaci¨®n que marcar¨¢ la propia identidad de la UE y la naturaleza de su mercado interior¡±, apunta una fuente diplom¨¢tica. La Comisi¨®n Europea tambi¨¦n recuerda que, a diferencia de otros acuerdos comerciales, en los que se busca la convergencia regulatoria con el nuevo socio, en este caso se trata de evitar la divergencia excesiva con un antiguo miembro de la UE. La presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, ha advertido que ¡°si el Reino Unido elige alejarse, distanciarse de la UE, entonces tambi¨¦n aumentar¨¢ su distancia con el mercado ¨²nico en cuanto a la competencia en igualdad de condiciones y en lo relativo a la libre circulaci¨®n de bienes, capitales y servicios¡±. Bruselas insiste en que el acceso al lucrativo mercado europeo ser¨¢ proporcional a la alineaci¨®n regulatoria que Londres acepte.
?Cu¨¢les son los puntos m¨¢s conflictivos?
Las mesas de negociaci¨®n m¨¢s enrevesadas, en principio, son las relativas a competencia desleal, pesca y gobernanza del propio acuerdo.
?Qui¨¦n teme la competencia desleal?
Bruselas quiere garant¨ªas de que Londres no recurrir¨¢ al dumping social o medioambiental para favorecer a sus empresas y que no se propasar¨¢ con las ayudas p¨²blicas. Fuentes brit¨¢nicas aseguran que sus est¨¢ndares son comparables a los europeos y, en muchos casos, m¨¢s elevados. ¡°El Reino Unido, por ejemplo, ofrece una baja por maternidad de un a?o, con posibilidad de compartirlo entre ambos progenitores, mientras que la UE fija un m¨ªnimo de 14 semanas¡±, apuntan esas fuentes. En cuanto a las ayudas de Estado, Londres recuerda que los ¡°campeones¡± de los subsidios son Alemania y Francia, con 42.800 millones y 17.400 millones de euros, respectivamente, seg¨²n datos de la Comisi¨®n para 2017. En ese a?o, el Reino Unido concedi¨® ayudas por valor de 8.800 millones. La respuesta de Barnier a esos argumentos llegaba la semana pasada, antes de la primera ronda de negociaci¨®n. ¡°Hemos o¨ªdo a Johnson garantizar que el Reino Unido no socavar¨¢ los est¨¢ndares europeos y que, de hecho, se propone mantenerlos m¨¢s elevados. Eso significa que no deber¨ªa tener problemas en pactar unas normas b¨¢sicas¡±, se?al¨® el negociador europeo.
?Qu¨¦ problema hay con la pesca?
Bruselas y Londres se han comprometido a llegar a un acuerdo sobre pesca antes del 1 de julio de este a?o, por lo que solo disponen de cuatro meses para lograrlo. Y adem¨¢s de ser un asunto explosivo de por s¨ª, sobre todo desde el punto de vista social y laboral, el fracaso en ese cap¨ªtulo puede salpicar al resto de la negociaci¨®n. Las potencias pesqueras de la UE, como Francia, Espa?a o Portugal, desean mantener intacto el acceso a los importantes bancos de las aguas brit¨¢nicas. Y Londres preservar la entrada de las capturas en los mercados europeos. La envergadura del acuerdo, seg¨²n el lado europeo, ¡°no tiene precedentes¡± en el terreno pesquero.
?C¨®mo se vigilar¨¢ el cumplimento de los acuerdos?
Ese es el tercer gran punto de discordia. Bruselas exige que en las materias relacionadas con la legislaci¨®n comunitaria la ¨²ltima palabra corresponda al Tribunal de Justicia europeo. Londres, en cambio, desea un sistema de arbitraje independiente de la estructura comunitaria. Una discrepancia clave, que de no resolverse, inutilizar¨ªa todo el pacto.
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