Tres Sirias frente a una pandemia
Una d¨¦cada de guerra ha dejado el pa¨ªs partido en tres, el sistema sanitario devastado y una poblaci¨®n empobrecida incapaz de confrontar la covid-19
Una d¨¦cada de guerra ha partido Siria en tres: al noroeste la insurrecta Idlib, la autonom¨ªa kurda al noreste y el Gobierno del presidente sirio, Bachar el Asad, a cargo del resto del territorio. Divididas, las tres zonas se enfrentan a la pandemia con unas infraestructuras m¨¦dicas diezmadas para proteger a una poblaci¨®n hundida por la crisis econ¨®mica. Tan solo 58 de los 111 hospitales p¨²blicos que hab¨ªa antes del conflicto siguen en funcionamiento, mientras que el 70% del personal m¨¦dico ha huido al extranjero, seg¨²n recoge un informe de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La London School of Economics (LSE) calcula un m¨¢ximo de 6.500 pacientes ¡ªde entre una poblaci¨®n de 18 millones de habitantes¡ª el n¨²mero m¨¢ximo que puede absorber el sistema sanitario sirio antes de colapsar.
Despliegue de fuerzas en Siria
Ej¨¦rcito sirio y fuerzas aliadas
Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias
(milicia kurdo-¨¢rabe)
Tropas turcas y milicias locales insurrectas
Grupos yihadistas afines a Al Qaeda
Base militar de EEUU
TURQU?A
Qamishli
Alepo
Manbij
Hasaka
Raqa
Idlib
Deir Ezzor
SIRIA
Abu
Kamal
l¨ªbano
IRAK
Damasco
ISRAEL
Deraa
JORDANIA
100 km
Fuente: Liveuamap y elaboraci¨®n propia.
EL PA?S
Despliegue de fuerzas en Siria
Ej¨¦rcito sirio y fuerzas aliadas
Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias
(milicia kurdo-¨¢rabe)
Tropas turcas y milicias locales insurrectas
Grupos yihadistas afines a Al Qaeda
Base militar de EEUU
TURQU?A
Qamishli
Alepo
Manbij
Hasaka
Raqa
Idlib
Deir Ezzor
SIRIA
Abu
Kamal
l¨ªbano
IRAK
Damasco
ISRAEL
Deraa
JORDANIA
100 km
Fuente: Liveuamap y elaboraci¨®n propia.
EL PA?S
Despliegue de fuerzas en Siria
Ej¨¦rcito sirio y fuerzas aliadas
Tropas turcas y milicias locales insurrectas
Fuerzas Democr¨¢ticas Sirias
(milicia kurdo-¨¢rabe)
Grupos yihadistas afines a Al Qaeda
Base militar de EEUU
TURQU?A
Qamishli
Manbij
Alepo
Hasaka
Raqa
Idlib
Deir Ezzor
SIRIA
Abu
Kamal
l¨ªbano
IRAK
Damasco
ISRAEL
Deraa
JORDANIA
100 km
Fuente: Liveuamap y elaboraci¨®n propia.
EL PA?S
La mitad de la poblaci¨®n se ha visto desplazada por el conflicto y los que habitan en los insalubres y masificados campos de refugiados, incluidos 100.000 extranjeros cautivos del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s), son los m¨¢s vulnerables y principal temor a una r¨¢pida propagaci¨®n del virus en el pa¨ªs. La covid-19 ha brindado, al menos, una tregua a una poblaci¨®n exhausta y desprovista de los recursos con los que respetar las medidas de distanciamiento e higiene exigidas.
El balance oficial se antoja muy inferior al real, aseguran los m¨¦dicos sirios consultados que cifran en ¡°cientos¡± los infectados, aunque Damasco apenas cuenta 43 casos y tres fallecidos, todos menos uno en zona gubernamental. Unas cifras que parad¨®jicamente dejan al pa¨ªs en una posici¨®n mucho m¨¢s favorable que la de muchos Estados europeos.
Cada regi¨®n se enfrenta a sus propios retos. En el caso de Damasco las f¨¦rreas sanciones impuestas por la UE y EE UU a la importaci¨®n de medicinas y equipos m¨¦dicos dificultan su capacidad de maniobra. ¡°Restaurar la capacidad del Estado para combatir completamente la infecci¨®n por el coronavirus solo es posible a trav¨¦s del apoyo externo¡±, fue el llamamiento hecho el pasado mes por el oficial ruso para el retorno de refugiados a Siria, Mija¨ªl Mizintsev, para levantar las sanciones. Mizintsev asegura que existen ¡°solo 25.000 camas en las instalaciones m¨¦dicas sirias y carecen de respiradores¡±. El Gobierno sirio controla hoy cerca del 70% del territorio donde habitan entre 10 y 12 millones de ciudadanos.
La presencia de milicianos de Ir¨¢n, pa¨ªs convertido en foco regional del virus, para luchar junto a las tropas sirias hizo temer una aceleraci¨®n del contagio en el pa¨ªs. El Ministerio de Sanidad sirio anunci¨® el primer caso de contagio el 22 de marzo para despu¨¦s imponer una serie de medidas preventivas como el cierre de bares, restaurantes y lugares de rezo as¨ª como la limitaci¨®n de movimientos.
No obstante, en un pa¨ªs con la divisa en ca¨ªda libre y unos precios de productos b¨¢sicos disparados hasta un 75%, el confinamiento no es una opci¨®n para aquellos cuya subsistencia depende del jornal diario. Por lo que algunas medidas han resultado incongruentes. ¡°La v¨ªspera del primer d¨ªa de Ramad¨¢n la gente hac¨ªa largas colas a las puertas de las panader¨ªas y se hacinaban en los mercados para llegar a casa antes del toque de queda¡±, relata una vecina al tel¨¦fono desde la capital siria. Damasco ha relajado estas medidas al inicio del Ramad¨¢n, mes de ayuno musulm¨¢n, el pasado 24 de abril.
Desde el pasado 5 de marzo rige una tregua en Idlib, ¨²ltima provincia insurrecta dominada militarmente por unos 10.000 yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS, paraguas de facciones radicales liderada por la rama local de Al Qaeda). La ¨²ltima ofensiva gubernamental de principios de a?o para recuperar la provincia, con la consiguiente entrada en el campo de batalla de 9.000 soldados turcos sumados a unos 30.000 combatientes salafistas locales armados por Ankara, ha provocado un mill¨®n de desplazados.
A cargo de la administraci¨®n civil de Idlib, y supeditados a HTS, ha quedado el Gobierno de Salvaci¨®n, opuesto al de Damasco. Las fricciones entre ambos se han agravado durante la pandemia con los primeros rehusando el cierre de las mezquitas para el rezo colectivo de los viernes.
¡°Es imposible mantener las distancias en una tienda de 10 metros cuadrados donde duermen 20 personas¡±, protesta en conversaciones a trav¨¦s de WhatsApp Jaled Zafiri, padre de cinco menores y uno de los 500.000 desplazados que habitan el asentamiento informal de Atmeh, en la frontera occidental con Turqu¨ªa. Empujados por el miedo, varios miles han optado por abandonar el campo, donde al menos recib¨ªan ayudas de la ONU, para confinarse en derruidas casas sin alimentos.
¡°De propagarse el virus puede ser una hecatombe¡±, advierten los m¨¦dicos desde Idlib, cuyo hospital central ha recibido este mes procedente de Turqu¨ªa la primera m¨¢quina para hacer test PCR. ¡°Se han realizado unas 220 pruebas y todas han dado negativo¡±, cuenta aliviado el doctor Ahmed Dbeis, director de operaciones de la plataforma de m¨¦dicos UOSSM. Para los casos menos urgentes, remiten las pruebas a los laboratorios turcos. Con menos de 2.000 camas para tres millones de personas, Dbeis calcula que disponen de 90 plazas de aislamiento. Un n¨²mero similar al de los ventiladores disponibles, seg¨²n cifras aportadas por M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF).
¡°El aislamiento de Idlib puede haber ayudado a que no haya a¨²n casos, unido al hecho de que en la frontera con Turqu¨ªa se mantienen estrictas medidas de chequeo a los pocos que la cruzan¡±, acota el m¨¦dico. En la capital regional se teme que sean los comerciantes turcos los que lleven consigo el virus, ya que son los ¨²nicos que aprovisionan sus estanter¨ªas despu¨¦s de haber cerrado todas las rutas comerciales con territorio gubernamental. ¡°Qui¨¦n puede comprar unas mascarillas que han pasado de dos a 13 d¨®lares [de 1,8 a 12 euros] el paquete¡±, se pregunta en un intercambio de mensajes de voz a trav¨¦s del m¨®vil la desplazada Um Fatiha. El sueldo medio asciende a unos 30 euros mensuales.
¡°Si este virus se comporta de manera similar en Siria a como lo ha hecho en otros lugares, y esa es nuestra suposici¨®n por ahora, entonces ser¨¢ una tragedia¡±, ha dicho este mi¨¦rcoles Mark Lowcock, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, tras se?alar que se ha realizado un n¨²mero muy reducido de test en el pa¨ªs, lo que explicar¨ªa un balance tan reducido de infectados.
Mientras, tanto la comunidad internacional como las ONG locales acusan a los cazas rusos y sirios de haber bombardeado deliberadamente los centros m¨¦dicos de Idlib y a su personal. ¡°En todo el noroeste de Siria contamos con 600 m¨¦dicos para atender a 4,2 millones de ciudadanos sirios [incluida parte de la provincia de Alepo]¡±, escribe en un mensaje Munzer Jalil, a cargo del sector sanitario del Gobierno de Salvaci¨®n en Idlib. Para Jalil, conseguir equipos de protecci¨®n y preservar la vida del pu?ado de trabajadores m¨¦dicos es la prioridad. As¨ª podr¨¢n no solo atender a los infectados sino tambi¨¦n a los futuros heridos que habr¨¢n de llegar ¡°cuando se d¨¦ por terminada la tregua¡±. Durante el alto el fuego en vigor, Damasco agrupa nuevas tropas a las puertas de Idlib, mientras que Turqu¨ªa intenta fundir a las diferentes facciones salafistas en un ¨²nico bloque.
Si bien la OMS ha provisto de equipos y material m¨¦dico de protecci¨®n a los hospitales de Damasco e Idlib, los responsables de la Administraci¨®n Auton¨®mica kurda que gestiona el noreste del pa¨ªs se quejan de la desidia de esta agencia y de la falta de colaboraci¨®n por parte de Damasco. Ambos tardaron dos semanas en informales de la primera muerte por la covid-19, y ¨²nico caso hasta ahora registrado en esta zona, denunci¨® la Administraci¨®n en un comunicado.
El acceso se ha convertido en la principal r¨¦mora en la lucha contra la pandemia para este pedazo de Siria que ocupa el 25% del pa¨ªs. Al norte, comparte frontera con la enemiga Turqu¨ªa, que el pasado mes de octubre lanz¨® una ofensiva e invadi¨® parte del territorio sirio para expulsar a las milicias kurdas a las que tacha de terroristas por sus lazos con el PKK turco. Ofensiva que ha acercado al brazo pol¨ªtico kurdo al Gobierno de Damasco. Idlib linda al Este con el Kurdist¨¢n iraqu¨ª, y una frontera cerrada por la covid-19.
Con unos cuatro millones de habitantes aproximadamente, 200.000 de ellos desplazados por la incursi¨®n turca, toda ayuda de la ONU ha de pasar obligatoriamente por Damasco desde que el pasado mes de enero Rusia vetara la renovaci¨®n del acuerdo transfronterizo que permit¨ªa a la agencia distribuir ayuda humanitaria desde Irak. De hecho, es desde el vecino Kurdist¨¢n iraqu¨ª donde se acaban de aprovisionar de cinco m¨¢quinas de test PCR, tres de ellas compradas a los Emiratos ?rabes Unidos, seg¨²n precisa el Centro de Informaci¨®n de Rojava (RIC, por sus siglas en ingl¨¦s y creado por voluntarios internacionales sobre el terreno).
¡°De los 11 hospitales p¨²blicos, tan solo dos funcionan¡±, asegura un miembro de RIC. En un reciente informe, la ONG Human Rights Watch tambi¨¦n ha denunciado a Turqu¨ªa por cortar el acceso al suministro de agua para medio mill¨®n de civiles en esta zona, un acceso vital para mantener las condiciones de higiene m¨ªnimas. Seg¨²n el informe de la LSE, el umbral m¨¢ximo que la regi¨®n kurda puede asumir es de 460 contagiados graves antes de que colapse el sistema hospitalario. La capacidad m¨¦dica sigue siendo muy limitada dice la Administraci¨®n kurda, con 140 camas de las cuales 60 de ellas en la UCI, y apenas 40 pertrechadas con ventiladores. ¡°Una propagaci¨®n descontrolada en estos pa¨ªses [en guerra] podr¨ªa alargar la pandemia globalmente y favorecer nuevos brotes¡±, concluye el informe.
Mot¨ªn de presos del ISIS por temor al contagio
Es sobre la Administraci¨®n kurda sobre la que pesa el lastre de los campos y prisiones con m¨¢s de 100.000 yihadistas del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) y sus hijos, entre ellos cuatro adultos y 17 menores espa?oles. ¡°Hemos dotado el campo de al Hol [al noreste del pa¨ªs y el m¨¢s masificado con 65.000 personas] con un respirador y estamos planeando distribuir kits de higiene a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable¡±, escribe en un correo electr¨®nico Diala Ghassan, del departamento de comunicaci¨®n de MSF. En el campo tambi¨¦n han impuesto un toque de queda y el cierre del mercado desde las cuarto de la tarde.
¡°Durante 48 horas obligaron a todas las mujeres a mantenerse recluidas en las tiendas para rociar el campo desde el aire y desinfectarlo¡±, cuenta un familiar de una de las espa?olas cautivas. Hasta hora no se ha detectado ning¨²n caso entre los yihadistas ni sus hijos cuya mejor protecci¨®n ha resultado ser el aislamiento con el mundo exterior y el alto porcentaje de ni?os que representan m¨¢s del 60% y son mayormente asintom¨¢ticos al virus. Un factor positivo que, seg¨²n Ghassan, queda neutralizado por las condiciones de insalubridad y masificaci¨®n en las que viven estos menores. En cuanto a las prisiones, la de Hasake en zona kurda protagoniz¨® un mot¨ªn por parte de los 3.000 presos yihadistas internacionales que el pasado 30 de marzo lograron hacerse temporalmente con el control de la planta baja de la penitenciar¨ªa. ¡°Pedimos ayuda humanitaria internacional¡±, se le¨ªa escrito a mano y en ¨¢rabe en una s¨¢bana dentro de una masificada celda en im¨¢genes grabadas por las c¨¢maras de seguridad. Los presos, como en el resto del mundo, entraron en p¨¢nico por miedo a morir contagiados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.