Los ecologistas triunfan en las municipales francesas, marcadas por una abstenci¨®n r¨¦cord
Las elecciones, aplazadas por la pandemia, certifican el fracaso del partido de Macron. Le Pen conquista Perpi?¨¢n y la socialista Anne Hidalgo revalida la alcald¨ªa de Par¨ªs
Despu¨¦s del coronavirus, la ecolog¨ªa. Las primeras elecciones francesas despu¨¦s de meses de confinamiento han arrojado un vencedor: las fuerzas ecologistas. Las proyecciones tras el cierre de los colegios indicaban este domingo que Europa Ecolog¨ªa Los Verdes (EELV) podr¨ªa gobernar en ciudades como Lyon, Marsella, Burdeos y Estrasburgo. EELV participa en la coalici¨®n de la socialista Anne Hidalgo, reelegida en Par¨ªs. La abstenci¨®n r¨¦cord y el fracaso de La Rep¨²blica en Marcha (LREM), el partido del presidente Emmanuel Macron, marcan una segunda vuelta retrasada tres meses por la covid-19.
Ni el populismo, ni la extrema derecha. En el mundo poscovid-19, la ecolog¨ªa se sit¨²a en el centro del debate pol¨ªtico franc¨¦s. Los factores que han llevado a los avances de los candidatos verdes, en alianza con formaciones de izquierdas, son m¨²ltiples. Pero confirman una tendencia de fondo, que el coronavirus puede haber consolidado: la protecci¨®n del medio ambiente es prioritaria para muchos votantes. EELV puede gobernar algunas de las principales ciudades francesas.
Los ecologistas, que reg¨ªan una sola ciudad de peso, Grenoble, disputan desde este lunes al debilitado Partido Socialista (PS) el liderazgo de la izquierda moderada y alejada de las corrientes antisistema. Y ponen presi¨®n a Macron para acelerar su prometido giro verde. La derrota de LREM es rotunda: hundido en Par¨ªs, que hasta hace unos meses era el primer objetivo, y derrotado en Estrasburgo, donde los sondeos le daban opciones, el partido del presidente solo puede exhibir una victoria significativa en Le Havre, donde gan¨® el primer ministro, ?douard Philippe. Pero Philippe ni siquiera milita en el partido y sale reforzado justo cuando el presidente de la Rep¨²blica debe decidir si mantenerlo o no en el cargo. Por ahora, seguir¨¢ como jefe de Gobierno y no ocupar¨¢ la alcald¨ªa.
A medida que avanzaba el recuento, las listas ecologistas sumaban m¨¢s y m¨¢s ciudades, algunas inesperadas, como Burdeos, feudo del centroderecha desde 1947, y otras de considerable peso pol¨ªtico como Marsella, donde los conservadores llevaban 25 a?os al mando. Pero tambi¨¦n Besan?on, Poitiers, Tours¡ Nombres como Pierre Humic (Burdeos), Mich¨¨le Rubirola (Marsella) o Gr¨¦gory Doucet (Lyon), hasta ahora desconocidos en la escena nacional, pasar¨¢n a ser figuras a tener en cuenta. Tambi¨¦n es una victoria a medias del PS: adem¨¢s de Hidalgo en Par¨ªs, la hist¨®rica socialista Martine Aubry conserva Lille. De las diez ciudades m¨¢s pobladas de Francia, la izquierda ecologista controlar¨¢ siete. Toulouse y Niza siguen en manos de la derecha de Los Republicanos (LR). Y en Lille, Aubry derrot¨® a un ecologista.
Unos 16 millones de franceses estaban convocados en la segunda vuelta de las elecciones municipales. La participaci¨®n rond¨® el 40%, seg¨²n algunas estimaciones. La distancia entre la primera vuelta y la segunda, la ausencia de m¨ªtines y campa?a u otras preocupaciones en la mente de los votantes como el virus, la recesi¨®n econ¨®mica o las vacaciones inminentes, pueden explicar el dato. En la primera vuelta, el 15 de marzo pasado, cuando la pandemia ya golpeaba Francia y 48 horas antes del confinamiento del pa¨ªs, la participaci¨®n fue del 44,7%. Y en la segunda vuelta de las anteriores municipales, en 2014, del 63,5%.
La segunda vuelta habr¨ªa tenido que celebrarse el 22 de marzo. Criticado por mantener la primera, Macron anunci¨® el 16 de marzo la suspensi¨®n de la segunda y, en el mismo discurso, decret¨® el confinamiento, que se prolong¨® hasta el 11 de mayo. Las elecciones de este 28 de junio deb¨ªan marcar un cierto regreso a la normalidad en Francia, cuando la libertad de movimiento ya es total, la asistencia a la escuela vuelve a ser obligatoria y los bares y restaurantes han reabierto.
Pero una visita a media ma?ana del domingo a un colegio electoral en el distrito 15 de Par¨ªs ya permit¨ªa observar que estas elecciones eran todo menos normales. A la entrada del Liceo Camille S¨¦e hab¨ªa un bote de gel desinfectante. El uso de la mascarilla era obligatorio. ¡°La gente respeta los gestos, se pone el gel hidroalcoh¨®lico, lleva m¨¢scaras y muchos traen sus propios bol¨ªgrafos. Nos sentimos m¨¢s seguros que en la primera vuelta¡±, explicaba Louise-Agathe Charpentier, presidenta de la mesa 4. ¡°Estamos mucho mejor preparados¡±.
De los 35.000 municipios franceses, m¨¢s de 30.000 ya eligieron al alcalde en la primera vuelta, al obtener m¨¢s de un 50% de votos. En el resto ¡ªentre ellos, las grandes ciudades del pa¨ªs¡ª, deb¨ªa celebrarse una segunda vuelta, a la que optaban las listas con m¨¢s de un 10% de votos.
Macron, que se declar¨® ¡°preocupado¡± por la abstenci¨®n, hab¨ªa descontado la derrota. Este lunes recibir¨¢ a los 150 ciudadanos que entre octubre y junio se han reunido en un experimento democr¨¢tico novedoso en Francia: la Convenci¨®n Ciudadana por el Clima. El presidente recibir¨¢ el documento con sus propuestas y pronunciar¨¢ unas palabras. No quiere ceder el monopolio del ecologismo a EELV y a sus aliados en la izquierda.
En los pr¨®ximos d¨ªas podr¨ªa anunciar un cambio de Gobierno y quiz¨¢ de primer ministro, movimiento que marcar¨ªa el inicio de una nueva etapa en la pol¨ªtica francesa despu¨¦s de la pandemia. Tambi¨¦n se espera un discurso de alcance con el programa para el tramo final de su mandato. La carrera para las presidenciales de 2022 comenz¨® este domingo por la noche.
Perpi?¨¢n, la mayor ciudad bajo control de la extrema derecha
Louis Aliot, quien fue la mano derecha del l¨ªder ultra Jean-Marie Le Pen y pareja de su hija Marine Le Pen, ser¨¢ el pr¨®ximo alcalde de Perpi?¨¢n. De 50 a?os, Aliot obtuvo, seg¨²n las proyecciones tras cerrar las urnas, un 53% en la segunda vuelta de las municipales en la ciudad catalano-francesa frente al 47% del alcalde y candidato del centroderecha, Jean-Marc Pujol.
Perpi?¨¢n, con 120.000 habitantes, se convierte as¨ª en la mayor ciudad francesa bajo control de la extrema derecha, que en los a?os noventa gobern¨® en Toulon. Esta victoria maquilla un resultado mediocre de Reagrupamiento Nacional (RN) en el conjunto de Francia, pero permite al partido de Le Pen apuntarse una victoria simb¨®lica que puede entra?ar lecciones para el resto del pa¨ªs.
Aliot ha roto el llamado frente republicano, la tradicional uni¨®n del resto de partidos y sus votantes para frenar a la extrema derecha. Lo ha logrado presentando un programa poco controvertido, limando las estridencias, hablando de econom¨ªa y seguridad m¨¢s que de inmigraci¨®n o Europa, y ofreciendo un talante pragm¨¢tico. Tambi¨¦n le ha ayudado el hartazgo con Pujol, alcalde desde 2009 y antes colaborador de los regidores Jean-Paul Alduy y Paul Alduy, hijo y padre que gobernaron la ciudad desde 1959.
¡°Es un trabajo de gran aliento que culmina con una gran victoria¡±, ha celebrado Marine Le Pen, quien a?adi¨® que la ciudad permitir¨¢ demostrar la capacidad de gesti¨®n de su partido. Es el fin del frente antirrepublicano, que consist¨ªa en buscar la derrota de Reagrupamiento Nacional solo porque era Reagrupamiento Nacional¡±, ha a?adido Le Pen. La paradoja es que, aunque en la segunda vuelta de las presidenciales de 2017 obtuvo m¨¢s de 10 millones de votos, y aunque gan¨® las europeas de 2019, apenas gobierna una decena de los 35.000 municipios franceses y en la Asamblea Nacional ni siquiera dispone de grupo parlamentario propio.
Perpi?¨¢n es un laboratorio de la estrategia de desdiabolizaci¨®n que puso en marcha Marine Le Pen al tomar las riendas del Frente Nacional, fundado por su padre y un pu?ado de simpatizantes del r¨¦gimen colaboracionista con los nazis del mariscal P¨¦tain y de la causa de la Argelia francesa. Esta estrategia busca limpiar la imagen del FN (ahora RN) como formaci¨®n de la ultraderecha m¨¢s rancia y hacer de ella un partido aceptable para votantes m¨¢s moderados. En la capital del departamento de los Pirineos Orientales ha funcionado.
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