Un error de Rutte pone en peligro la formaci¨®n de Gobierno en Holanda
El primer ministro en funciones y ganador de las elecciones del pasado marzo afronta una moci¨®n de censura que amenaza con atascar la b¨²squeda de una nueva coalici¨®n gubernamental
El primer ministro holand¨¦s en funciones, el liberal de derecha Mark Rutte, afronta este jueves uno de los momentos m¨¢s delicados de su trayectoria pol¨ªtica al ponerse en duda su sinceridad, el capital m¨¢s preciado de un pol¨ªtico. Como ganador de las elecciones del pasado marzo, Rutte deber¨ªa liderar su cuarto mandato consecutivo desde 2010. Sin embargo, se ha metido en un l¨ªo por haberse inmiscuido en la fase de exploraci¨®n de la nueva coalici¨®n gubernamental, y ha hecho peligrar la formaci¨®n misma del nuevo Gobierno. La p¨¦rdida de confianza parlamentaria que ello ha acarreado puede acabar con su carrera si pierde la moci¨®n de censura presentada por Geert Wilders, l¨ªder de la ultraderecha, que se estaba debatiendo en la noche de este jueves.
La exploraci¨®n es una etapa de tanteo entre los distintos partidos holandeses para averiguar su disposici¨®n a negociar, pero Rutte se salt¨® el protocolo y mencion¨® al democristiano Pieter Omtzigt como posible candidato a ministro, o bien a la presidencia del Congreso. Omtzigt es el diputado que contribuy¨® con sus preguntas a la dimisi¨®n del anterior Gabinete del propio Rutte -ocurrida en enero pasado- por culpa de un esc¨¢ndalo de subsidios familiares con tintes racistas. El supuesto inter¨¦s por ascenderle se interpret¨® como una forma de evitar el papel de los cr¨ªticos en la C¨¢mara. Sobre todo porque el primer ministro neg¨® primero haberle nombrado, para recordar despu¨¦s que s¨ª lo hab¨ªa hecho. Acorralado, ha debido utilizar todos sus recursos para no quedarse en la cuneta cuando ten¨ªa su cuarta legislatura casi en el bolsillo.
Primero, Rutte pidi¨® perd¨®n a todos por su desmemoria. Luego subray¨® que no hab¨ªa mentido porque, seg¨²n dijo, ¡°solo me equivoqu¨¦ al recordar los hechos¡±. M¨¢s tarde, explic¨® que el mismo jueves por la ma?ana hab¨ªa recibido una llamada de tel¨¦fono donde su interlocutor le advert¨ªa de que el nombre de Omtzigt aparec¨ªa en las notas tomadas por Kasja Ollongren, una de las dos exploradoras que dirig¨ªa este periodo de sondeo. Rutte no ha querido desvelar el nombre de su interlocutor telef¨®nico, pero s¨ª ha dicho que solo le interesaba ¡°la estabilidad de la democracia cristiana¡±. En ese punto, se le echaron encima todos menos sus correligionarios, y el ultraderechista Wilders declar¨® condescendiente que casi le daba pena lo solo que estaba, ¡°pero su tiempo ha pasado¡±.
El embrollo, en su doble acepci¨®n de enredo y embuste, ha estallado despu¨¦s de que Ollongren abandonara el pasado 25 de marzo el Congreso por haber dado positivo en una prueba de coronavirus. Con las prisas, mostr¨® sin querer a las c¨¢maras las controvertidas notas confidenciales negadas y luego admitidas por Rutte. Tanto ella como su compa?era de exploraci¨®n dimitieron de sus cargos dejando paso a otros dos colegas, pero el da?o ya estaba hecho.
El proceso de consultas para la formaci¨®n de Gobierno es lento en los Pa¨ªses Bajos, y hasta 2012 en ¨¦l estaba involucrada la Corona. La entonces reina Beatriz eleg¨ªa a un mediador (informateur) que deb¨ªa presentar al final un informe de evaluaci¨®n sobre la posible coalici¨®n. Luego se nombraba a un formador (formateur), que debe componer y liderar el Gabinete de coalici¨®n. Desde aquel a?o, la elecci¨®n de ambos puestos recae en el Parlamento, pero no se recuerda un atasco como el que ha paralizado ahora el proceso en su fase inicial de exploraci¨®n.
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