Emilio Archila: ¡°Colombia es mucho mejor pa¨ªs que antes de la implementaci¨®n de la paz¡±
El consejero presidencial para la Estabilizaci¨®n asegura en entrevista con EL PA?S que ¡°los excombatientes siguen muy comprometidos con el acuerdo de paz¡±
Emilio Archila, consejero para la Estabilizaci¨®n, ha sido el encargado de implementar el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las FARC desde el comienzo del Gobierno de Iv¨¢n Duque, un cr¨ªtico de la negociaci¨®n que sell¨® su antecesor, Juan Manuel Santos. En el despacho de Archila (Bogot¨¢, 57 a?os) en la Casa de Nari?o, el palacio presidencial, cuelga un enorme mapa de Colombia. Las 16 zonas marcadas con distintos tonos de azul, rosado y violeta son las regiones en las que se desarrollan los programas de desarrollo con enfoque territorial, o PDET, como se conocen los planes de inversi¨®n del Gobierno para los lugares m¨¢s golpeados por un conflicto armado de m¨¢s de medio siglo que ha dejado nueve millones de v¨ªctimas. ¡°En los puntos rojos quedan los antiguos espacios territoriales, pero hay un par que hemos movido¡±, explica el comienzo de esta entrevista con EL PA?S sobre los sitios donde los excombatientes se concentraron para dejar los fusiles y hacer su tr¨¢nsito a la vida civil.
Pregunta. ?La implementaci¨®n del acuerdo de paz ha avanzado al ritmo que le hubiera gustado en estos tres a?os?
Respuesta. No, ha avanzado a¨²n m¨¢s. En pr¨¢cticamente todos los frentes el nivel de logros ha sido mayor al que yo hab¨ªa anticipado.
P. La pandemia ralentiz¨® la implementaci¨®n, ?da por superados los retrasos que pueda haber implicado?
R. El Gobierno hizo un esfuerzo muy grande para que la pandemia no nos desviara sustancialmente de lo que ten¨ªamos planeado. Iniciando la pandemia al ministro [de Hacienda] Alberto Carrasquilla le hicieron una citaci¨®n al Congreso, y expres¨® que no iba a haber una desviaci¨®n de los recursos asignados a los planes de la implementaci¨®n. Eso se cumpli¨®. Lo que s¨ª hubo fue un gran cuidado con las poblaciones.
P. Usted ha dicho que ¡°la paz se hace en el territorio, no en el escritorio¡±. Hizo m¨¢s de un centenar de viajes en 2019. ?Ha podido retomar ese ritmo de visitas a los lugares donde se implementan los acuerdos?
R. Igual, no solamente lo hemos retomado, sino que nos estamos poniendo al d¨ªa. Estamos saliendo por lo menos tres d¨ªas a la semana, y visitamos cuatro territorios a la semana.
P. ?Los excombatientes siguen comprometidos con el acuerdo de paz?
R. S¨ª. Hay muchas formas de medir esto. La manera m¨¢s cruda es que pr¨¢cticamente ninguno ha vuelto [a las armas] a pesar de las invitaciones y las amenazas de parte de los grupos criminales para ir a narcotraficar. Pr¨¢cticamente la totalidad siguen en el registro, m¨¢s del 75% ven su propio futuro con optimismo. Entonces la respuesta es s¨ª, siguen muy comprometidos.
P. El partido Comunes, surgido de las extintas FARC, alega incumplimientos, y el Estado ha sido incapaz de detener el asesinato de excombatientes y l¨ªderes sociales. ?La seguridad es el principal obst¨¢culo para avanzar a mejor ritmo y generar m¨¢s confianza?
R. Comunes es un partido de oposici¨®n, y as¨ª se declararon desde el comienzo. Eso no es ni bueno ni malo, solo es una condici¨®n que hay que tener en cuenta. La implementaci¨®n, para pensarlo esquem¨¢ticamente, involucra las garant¨ªas jur¨ªdicas, el funcionamiento de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), la Comisi¨®n de la Verdad, la Unidad de B¨²squeda de Desaparecidos. Implica garant¨ªas pol¨ªticas, que el partido Comunes est¨¦ en el Congreso y haya participado en las elecciones. Quiere decir todo el apoyo para las v¨ªctimas, nuestros programas de sustituci¨®n voluntaria de cultivos il¨ªcitos, as¨ª como la implementaci¨®n de los planes de desarrollo con enfoque territorial para 170 municipios, eso es la tercera parte del territorio de Colombia. Quiere decir el programa de reincorporaci¨®n con 13.000 excombatientes y sus familias. Tambi¨¦n el desarrollo rural integral. ?La violencia nos ha afectado en todos esos frentes? S¨ª, pero nunca pudo haber sido de una manera distinta.
P. ?Podr¨ªa explicarlo?
R. Cuando se firm¨® el acuerdo con la antigua guerrilla de las FARC, el ELN ya exist¨ªa. El EPL, el Clan del Golfo, Los Pelusos, ya exist¨ªan. Y a eso se sumaron las mal llamadas disidencias. Nunca fue cierto que la implementaci¨®n del acuerdo fuera en s¨ª misma suficiente para lograr una paz estable y duradera. Era obvio que iba a tener que hacerse en ese contexto, y en la medida en que se iban resolviendo esas otras fuentes de violencia. Para nosotros, que existan todos esos criminales es un reto, que se ha agravado con la dictadura en Venezuela que les ayuda a estos se?ores. Hemos tenido todos los avances que hemos tenido a¨²n en ese contexto.
P. La Consejer¨ªa ha concentrado buena parte de sus esfuerzos en los planes de desarrollo con enfoque territorial, pero los indicadores de seguridad en esos territorios clave siguen siendo preocupantes...
R. La Consejer¨ªa ha concentrado sus esfuerzos en todos los frentes. No han sido m¨¢s importantes los PDET que nuestro apoyo a las v¨ªctimas, el desarrollo rural integral o nuestro apoyo al cap¨ªtulo ¨¦tnico o de mujeres. Solo son temas que avanzan a ritmos distintos. En cuanto a los indicadores de violencia, no quiero contradecirle sus cifras, pero lo invitar¨ªa a mirar d¨®nde hay miner¨ªa ilegal y coca.
P. Los PDET equivalen al 13% de la poblaci¨®n colombiana, pero suman el 25% de los homicidios, y,seg¨²n la congresista Juanita Goebertus, el 61% de los asesinatos a l¨ªderes han ocurrido en esas zonas. Esas estad¨ªsticas siguen alertando ¡
R. Ninguna muerte se justifica. Cuando uno hace el an¨¢lisis de la violencia, cuando trata de explicar lo que hemos hecho, corre un riesgo y es que parece como si uno estuviera satisfecho o tranquilo. Y eso no es as¨ª porque nunca ninguna muerte se va a justificar. Ahora, Colombia no era un pa¨ªs donde hubiera un grupo armado que estuviera enfrentado al Estado. Hay una multiplicidad de grupos armados que exist¨ªan cuando se firmaron los acuerdos. Insisto, la idea de que firmar ese acuerdo lograba una paz estable y duradera era un headline [titular]. Materialmente era imposible que las otras violencias desaparecieran cuando se estaba firmando con uno solo de los causantes de las violencias. Temas que son cuantificables: hay 13.000 excombatientes que est¨¢n en un proceso de reincorporaci¨®n. Esta es la guerrilla m¨¢s grande que ha existido, y siguen en un proceso de reincorporaci¨®n.
Si usted mira los indicadores antes de que se iniciara la implementaci¨®n ¨Ccu¨¢ntas muertes violentas hab¨ªa, cu¨¢ntos secuestros, ataques terroristas¨C, Colombia hoy en d¨ªa es un mucho mejor pa¨ªs de lo que era antes de que inici¨¢ramos esta implementaci¨®n. Y no lo digo yo, esa frase la han expresado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. ?Colombia sigue teniendo retos? Obvio. Pensar que las violencias se deben al no cumplimiento de los acuerdos, eso s¨ª no es cierto.
P. Le queda un a?o para entregar el relevo al pr¨®ximo Gobierno, que tambi¨¦n tendr¨¢ obligaciones en la implementaci¨®n. ?Qu¨¦ le recomendar¨ªa a su sucesor?
R. Que construya sobre lo construido. Lo m¨¢s poderoso que tiene esta implementaci¨®n es el tiempo. En los acuerdos est¨¢n incluidos una cantidad de temas que Colombia debi¨® superar hace d¨¦cadas, con o sin acuerdos. Tratar de resolverlos en tres a?os largos de Gobierno es imposible. La gran oportunidad que tiene hoy el pa¨ªs es trabajar durante 15 a?os o m¨¢s en resolver esos temas, que no se pueden resolver en menos tiempo. Lo que no nos perdonar¨ªa la siguiente generaci¨®n es que comencemos de cero. Hay que construir sobre lo construido.
P. Es extendida la percepci¨®n de que usted es el encargado de implementar un acuerdo de paz en un Gobierno muy cr¨ªtico de ese acuerdo de paz. ?Ha tenido que remar a contracorriente?
R. No. El presidente supo desde el principio que este era un compromiso no de un Gobierno sino del Estado. Y que ¨ªbamos a poder atender las directrices de la Corte Constitucional de hacer la implementaci¨®n en coherencia y consistencia con el resto de pol¨ªticas del Gobierno.
P. Antes de llegar al poder, el presidente Duque fue vocero del ¡®No¡¯ en el plebiscito sobre los acuerdos. ?En alg¨²n momento se ha sentido etiquetado en el Gobierno por haber votado ¡®S¨ª'?
R. En el Gabinete creo que la mitad votaron por el ¡®S¨ª'. No es algo determinante. Puedo contarle que el presidente lo que pens¨® en su momento era que hab¨ªa algunos aspectos que pod¨ªan haberse mejorado, no que no deb¨ªan haberse adoptado los acuerdos. Pero, adem¨¢s, cuando iba a empezar a trabajar con ¨¦l, tan pronto le reafirm¨¦ que yo hab¨ªa votado por el ¡®S¨ª', me dijo: ¡°Perfecto, eso nos da m¨¢s legitimidad¡±.
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