Colombia debate aplazar el informe de su Comisi¨®n de la Verdad hasta despu¨¦s de las elecciones de 2022

A los formidables obst¨¢culos con los que se ha topado la paz en Colombia se sum¨® una pandemia de incierto desenlace. Al pa¨ªs le ha costado dejar atr¨¢s la violencia sin esquivar la verdad de la guerra, y la irrupci¨®n del coronavirus ralentiz¨® la implementaci¨®n de unos acuerdos arduamente negociados que todav¨ªa agitan el debate p¨²blico. De las instituciones surgidas del hist¨®rico pacto con la guerrilla de las FARC, probablemente la Comisi¨®n de la Verdad, presidida por el sacerdote jesuita Francisco de Roux, es la que m¨¢s se ha visto afectada por cuenta de la in¨¦dita crisis sanitaria. Su trabajo de campo incluye recoger testimonios en rec¨®nditas veredas, territorios ¨¦tnicos y resguardos ind¨ªgenas, pero las restricciones de movilidad limitaron su despliegue territorial.

La comisi¨®n, como los dem¨¢s componentes del rebautizado Sistema Integral para la Paz, ha tenido que navegar en medio de la polarizaci¨®n pol¨ªtica. Su esperado informe final, que marca la conclusi¨®n de su mandato de tres a?os, debe conocerse en noviembre, y aterrizar¨¢ en un ambiente de campa?a electoral para escoger al sucesor del presidente Iv¨¢n Duque. El mandatario es un cr¨ªtico de los acuerdos que sell¨® su antecesor, Juan Manuel Santos (2010-2018), con las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hoy convertidas en el partido Comunes. Pero ahora, la Corte Constitucional estudia una demanda de varias organizaciones de v¨ªctimas para ampliar ese periodo.

El principal argumento es que la imposibilidad de viajar a los territorios afectados por el conflicto armado ha perjudicado de manera notable los pilares del mandato de la comisi¨®n: esclarecimiento, reconocimiento, convivencia y no repetici¨®n. Los demandantes ¨Cla Corporaci¨®n de Personas con Capacidades Diversas (Percadi), la Asociaci¨®n de V¨ªctimas Unidas de Granada (Asovida) y la Red Colombiana de Lugares de Memoria, con el apoyo de la Universidad de los Andes y del centro de pensamiento Dejusticia¨C explican que la comisi¨®n solo ha funcionado un a?o, tres meses y 14 d¨ªas en condiciones normales, menos de la mitad de su periodo. ¡°El resto del tiempo, si bien no han suspendido las actividades, s¨ª han tenido que trasladarse a la virtualidad y reducir el contacto directo con las comunidades¡±, se?alan.

Mantener el periodo inalterado, sostienen, incumplir¨ªa el derecho de las v¨ªctimas a la verdad y la no repetici¨®n. Un punto esencial del acuerdo. Para empezar, en muchas zonas rurales de esa Colombia profunda la conectividad es deficiente, y adem¨¢s las v¨ªctimas no sienten que la virtualidad garantice las condiciones de seguridad y confianza necesarias para aportar sus testimonios. ¡°Si ya es duro dar un testimonio frente a frente, imag¨ªnese por un celular que no tiene alma¡±, ha explicado Gloria Elcy Ram¨ªrez, representante de Asovida. Lo que piden es encontrar una f¨®rmula que permita compensar el tiempo perdido por la pandemia.

La comisi¨®n ha seguido trabajando sin pausa, apoyada en la virtualidad y con eventos semipresenciales. Entre otros actos, ha organizado comparecencias voluntarias de varios expresidentes. Ernesto Samper (1994-1998), C¨¦sar Gaviria (1990-1994) y Santos ya han dado sus testimonios, mientras que Andr¨¦s Pastrana (1998-2002) tambi¨¦n prepara sus aportes para finales de agosto. ?lvaro Uribe (2002-2010), el mentor pol¨ªtico de Duque, ha rechazado esa posibilidad. En julio, v¨ªctimas del secuestro confrontaron cara a cara, por primera vez, a la c¨²pula de las extintas FARC, entre ellas Ingrid Betancourt. Aunque varios de esos actos que producen di¨¢logos profundos y reparadores se han desarrollado a pesar de las limitaciones, queda poco tiempo para decantar la informaci¨®n y escribir el informe final. La comisi¨®n, adem¨¢s, ha tenido que superar la muerte de dos de sus once comisionados. A finales de 2019 falleci¨® el periodista y soci¨®logo Alfredo Molano, y hace un a?o, por coronavirus, la lideresa ?ngela Salazar.

El propio padre De Roux se mostr¨® por primera vez esta semana favorable a que la demanda progrese en la Corte Constitucional para poder profundizar la elaboraci¨®n del informe hasta julio del a?o entrante. ¡°Yo prefiero entregar el documento final al nuevo presidente y estar por fuera de la campa?a pol¨ªtica, para evitar esa manipulaci¨®n¡±, dijo durante un conversatorio virtual con el Centro de Fe y Culturas.

El debate sobre la conveniencia de ampliar el periodo de la comisi¨®n comienza a abrirse paso. Humberto de la Calle, el negociador jefe del Gobierno en los di¨¢logos de La Habana, es una de las voces que ha opinado que el informe deber¨ªa posponerse hasta despu¨¦s de las presidenciales de mayo del 2022. ¡°Sobre el funcionamiento y los prop¨®sitos de la Comisi¨®n de la Verdad, es evidente que la pandemia los ha dificultado, en particular en relaci¨®n con v¨ªctimas en zonas alejadas del pa¨ªs, el desarrollo de su tarea. Y en cuanto al momento oportuno para que la sociedad reciba y eval¨²e de manera constructiva el informe final, no me cabe duda de que las conclusiones de la comisi¨®n pudieran verse alteradas por la discusi¨®n pol¨ªtica propia de la ¨¦poca electoral¡±, dijo De la Calle a este peri¨®dico. ¡°El riesgo es que el informe se vea afectado en medio de la lucha pol¨ªtica y que perdamos la oportunidad de valorarlo y utilizar de manera constructiva sus hallazgos¡±, razona.

La experiencia de otras comisiones en el mundo muestra las dificultades para dejar satisfechos a todos los sectores. ¡°Si la expectativa es de mejor contexto pol¨ªtico para la entrega y la socializaci¨®n del informe, me temo que mientras m¨¢s se aplace, m¨¢s complicado ser¨¢ el contexto¡±, advierte Gonzalo S¨¢nchez, quien dirigi¨® durante a?os el Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica y hace parte de un comit¨¦ asesor de la comisi¨®n. Pero si el argumento es sobre las limitaciones que impuso la pandemia, matiza, ¡°hay razones m¨¢s que suficientes para atender la voz de las v¨ªctimas en el sentido de que el plazo se ampl¨ªe para que la consulta a ellas tenga asidero real¡±. Dadas las complejidades y duraci¨®n de m¨¢s de medio siglo del conflicto colombiano, zanja, el tiempo que se le asign¨® a la Comisi¨®n de la Verdad es ¡°a todas luces insuficiente¡±.

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