Muere Harry Reid, el dirigente dem¨®crata que logr¨® aprobar el ¡®Obamacare¡¯ en el Senado de Estados Unidos

Harry Reid, l¨ªder durante m¨¢s de una d¨¦cada de los dem¨®cratas en el Senado, muri¨® este martes a los 82 a?os. Su vida fue la historia de superaci¨®n, demasiado buena para ser real, de un pobre chico de Searchlight, en el Estado de Nevada, hijo de un minero alcoh¨®lico y depresivo y de una madre que sacaba adelante a la familia haciendo la colada de los burdeles de la zona. C¨®mo lleg¨® a las m¨¢s altas cotas de poder de Washington alguien nacido en 1939 en un entorno tan poco halag¨¹e?o es algo que conforma la clase de cuento ejemplar que a¨²n alimenta los mitos y las esperanzas estadounidenses. Tan dura fue esa infancia y adolescencia que, seg¨²n reconoci¨® en su discurso de despedida de la pol¨ªtica, le cost¨® aprender a estar orgulloso de sus ra¨ªces.

Falleci¨® en Henderson, tambi¨¦n en Nevada, seg¨²n informaron el gobernador dem¨®crata de ese Estado, Steve Sisolak, y Chuck Schumer, actual l¨ªder de la mayor¨ªa de ese partido en el Senado. Su esposa, Landra Reid, madre de sus cinco hijos, a?adi¨® en un comunicado que el senador muri¨® rodeado de su familia, ¡°despu¨¦s de una valiente batalla de cuatro a?os contra el c¨¢ncer de p¨¢ncreas¡±. La enfermedad le hab¨ªa sido diagnosticada en 2018.

Era un pol¨ªtico combativo, aunque de suaves maneras, y con un talento para la persuasi¨®n que demostr¨® reiteradamente a lo largo de su dilatada trayectoria. A menudo se asoci¨® su capacidad para el c¨¢lculo en la disputa a su pasado como joven boxeador de peso medio. ?l mismo titul¨® sus memorias The Good Fight (La buena pelea, 2009), que inclu¨ªan el subt¨ªtulo: Duras lecciones de Searchlight a Washington.

Su mayor logro tuvo lugar en 2009 con la aprobaci¨®n de la reforma sanitaria impulsada por la Administraci¨®n de Barack Obama (2009-2017), que ha pasado a la historia con el sobrenombre Obamacare. Aquel paquete legislativo trajo grandes avances sociales, nunca vistos desde la puesta en marcha de la Great Society en los a?os sesenta, un conjunto de medidas sociales del presidente Lyndon B. Johnson.

La c¨²spide de su carrera lleg¨® durante el periodo 2007-2014 en el que ejerci¨® como l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, donde debut¨® en 1987. A Washington hab¨ªa llegado en realidad cinco a?os antes, haciendo gala de un perfil moderado en asuntos como el aborto o la inmigraci¨®n, tras un par de d¨¦cadas en la pol¨ªtica local y cuando el crecimiento de la poblaci¨®n de Nevada hizo merecedor a ese pedazo del suroeste de Estados Unidos de un segundo esca?o en la C¨¢mara de Representantes. A lo largo de su vida pol¨ªtica, Reid tambi¨¦n asisti¨® al asombroso cambio de su Estado, que pas¨® de ser una polvorienta sociedad rural a acoger a Las Vegas, un lugar de enorme irradiaci¨®n en la econom¨ªa y las costumbres, que concentra el 70% de los votantes.

La llegada al poder de Obama, a quien le un¨ªa una estrecha relaci¨®n personal, le dio alas para demostrar su habilidad como negociador y su profundo conocimiento de las reglas de la pol¨ªtica estadounidense. Tras conocer su muerte, el 44? presidente de Estados Unidos comparti¨® en las redes sociales la ¨²ltima carta que mand¨® a su amigo, a requerimiento de la esposa de este, cuando su salud empeor¨®. ¡°Esto es lo que quiero que sepa: no habr¨ªa sido presidente si no hubiera sido por su aliento y apoyo, y no habr¨ªa logrado la mayor parte de lo que hice sin su habilidad y determinaci¨®n¡°, escribi¨® Obama en una afirmaci¨®n que trasciende a la exageraci¨®n sentimental propia de la p¨¦rdida reciente. Junto a la actual presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, Reid, fue uno de los primeros en confiar en el joven e idealista senador negro de Illinois, y con ¨¦l se convirti¨® en uno de los grandes legisladores de los ocho a?os de Obama como inquilino de la Casa Blanca.

Entre sus logros tambi¨¦n se cuenta su labor en la aprobaci¨®n de la ley de recuperaci¨®n y reinversi¨®n estadounidense, tambi¨¦n de 2009, y de la ley de reforma financiera de Wall Street, promulgada por Obama en 2010 y conocida como Ley Dodd-Frank. Ambas fueron piezas esenciales en la recuperaci¨®n de Estados Unidos tras la Gran Recesi¨®n, que sumi¨® al pa¨ªs en una de las mayores crisis de su historia. En otros dos periodos (2005-2006 y 2015-2016) fue tambi¨¦n jefe de filas de su partido cuando este se encontraba en minor¨ªa en la C¨¢mara alta.

Su muerte resuena especialmente estos d¨ªas en el Capitolio, profundamente dividido, escenario de luchas partidistas que hacen pr¨¢cticamente imposible el acuerdo para sacar adelante reformas legislativas de calado. Se hace inevitable pensar qu¨¦ habr¨ªa hecho Reid para salvar el escollo que est¨¢ impidiendo la unidad de los dem¨®cratas en un momento tan trascendental para Estados Unidos, cuando dos senadores, Joe Manchin (Virginia Occidental) y Kyrsten Sinema (Arizona), impiden a cada paso no ya un entendimiento entre los dos partidos, sino la mera sinton¨ªa entre correligionarios dem¨®cratas.

Reid, que forz¨® en 2013 una reforma del filibusterismo, herramienta de obstruccionismo parlamentaria, mostr¨® talento para unir una y otra vez a los suyos, mientras era testigo de c¨®mo el Senado pasaba de ser una C¨¢mara proclive al entendimiento entre contrarios al lugar ferozmente polarizado que es hoy.

Joe Biden escribi¨® este martes en ese gran libro de condolencias llamado Twitter que hab¨ªa perdido a un ¡°querido amigo y a un gigante de nuestra historia¡±. Compartieron casi 20 a?os en el Senado y trabajaron juntos cuando Biden era vicepresidente con Obama. ¡°Harry nunca olvid¨® sus humildes ra¨ªces. Como boxeador que era, nunca abandon¨® una pelea. Gran americano, se enfrent¨® a los desaf¨ªos y cre¨ªa en nuestra capacidad para hacer el bien, para hacer lo correcto¡±. Chuck Schumer, por su parte, ha dicho, tambi¨¦n en Twitter: ¡°Harry Reid fue mi l¨ªder, mi mentor, uno de mis amigos m¨¢s queridos¡±. Y anunci¨® que las banderas del Capitolio ondear¨¢n a media asta en honor al exsenador dem¨®crata.

Antes de morir, Reid tuvo, al menos, tiempo de ver c¨®mo el aeropuerto de Nevada, el Estado en el que comenz¨® el primer cap¨ªtulo de la novela dickensiana de su vida, era bautizado este mes con su nombre.

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.