?xito diplom¨¢tico y sanitario: China clausura los Juegos de Invierno de Pek¨ªn con sus objetivos pol¨ªticos cumplidos

Misi¨®n cumplida. Los fuegos artificiales ya han terminado con un ¨²ltimo mensaje escrito en el cielo: ¡°Todos somos una sola familia¡±. La antorcha ya se ha apagado en el Estadio Nacional, conocido popularmente como El Nido. Con los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de Pek¨ªn concluidos tras la ceremonia de clausura de este domingo, las divisiones que politizaron el evento en el tablero mundial contin¨²an inalteradas. Pero el presidente chino, Xi Jinping, puede presumir de haber cumplido todos sus objetivos en el terreno que le importaba: el interno.

En su discurso de clausura, el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), Thomas Bach, asegur¨® ante la mirada del propio Xi en el Estadio Nacional que Pek¨ªn ha organizado el acontecimiento de manera ¡±extraordinaria¡±, en unas instalaciones ¡°magn¨ªficas¡±.

El macroevento deportivo ha representado un momento de unidad nacional y ha servido para reforzar el prestigio del pa¨ªs a ojos de sus ciudadanos, con golpes de efecto como la propuesta de un nuevo orden mundial de Xi junto al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, en la jornada inaugural. Las competiciones se han desarrollado sin apenas incidentes ¡ªla gran excepci¨®n, la pol¨¦mica en torno al dopaje de la patinadora rusa Kamila Valieva¡ª, la covid se ha mantenido a raya y los deportistas extranjeros se han abstenido de aprovechar el evento para pronunciar declaraciones pol¨ªticas.

Incluso en el terreno externo ¡ªdonde los Juegos llegaban marcados por el boicoteo diplom¨¢tico de Estados Unidos y parte de sus aliados, en protesta por los abusos contra los derechos humanos de la poblaci¨®n uigur en la regi¨®n de Xinjiang¡ª la atenci¨®n ha estado centrada en los resultados deportivos. O en la crisis cada vez m¨¢s tensa en Ucrania.

D¨ªas de lucimiento para Xi

Para Xi, las dos semanas de Juegos han presentado la ocasi¨®n de sacar brillo a sus credenciales como jefe de Estado y m¨¢ximo representante internacional de su pa¨ªs. Tras un hiato de dos a?os en sus reuniones personales con otros mandatarios, como parte de las precauciones de China contra la covid, recibi¨® a los l¨ªderes de una treintena de pa¨ªses, muy especialmente a Putin. La reuni¨®n entre ambos dej¨® claro hasta qu¨¦ punto ambos pa¨ªses han apostado por su alianza de hecho para responder a Estados Unidos, su enemigo com¨²n. Ambos ¡°perciben una enorme sinergia¡±, apunta Jakub Jak¨®bowski, del Centro Polaco de Estudios Orientales.

Pero no solo ahond¨® la relaci¨®n con Rusia. Tambi¨¦n, entre otros, con gobiernos de la nueva izquierda latinoamericana, como el encabezado por el presidente argentino, Alberto Fern¨¢ndez, o el del ecuatoriano Guillermo Lasso. En el caso del peronista, acord¨® con su hom¨®logo chino iniciar el proceso para un futuro tratado de libre comercio, sumar a Argentina a la Nueva Ruta de la Seda y sell¨® pactos para cuestiones como el uso de la tecnolog¨ªa china Hualong en la construcci¨®n de la planta nuclear Atucha III. Fern¨¢ndez declar¨® su apoyo al principio de ¡°una sola China¡± que defiende Pek¨ªn y que acepta que Taiw¨¢n forma parte de China. Pek¨ªn, por su parte, expres¨® su apoyo a las reclamaciones argentinas sobre las Malvinas. Lasso se march¨® con el compromiso de que China estudiar¨¢ una pr¨®rroga para los plazos de devoluci¨®n de cr¨¦ditos por valor de 5.200 millones d¨®lares (4.600 millones de euros).

600 millones de espectadores

El entusiasmo en las calles ¡ªinicialmente poco visible, entre otras cosas debido a la herm¨¦tica burbuja contra la covid que separaba a los participantes en las competiciones de los residentes chinos¡ª crec¨ªa a medida que el equipo chino lograba su mayor cosecha de medallas de la historia en unos Juegos de Invierno, con nueve oros. Dos adolescentes, la chino-estadounidense Eileen Gu y el joven actor y snowboarder Su Yiming, se han convertido en megaestrellas deportivas y las caras de los Juegos con tres oros y dos platas entre ambos, entre v¨ªtores de una poblaci¨®n entusiasmada. Incluso la mascota del evento, el panda esquiador Bing Dwen Dwen, se ha convertido en un objeto de deseo gracias a una h¨¢bil campa?a de marketing en las redes sociales. M¨¢s de 600 millones de espectadores, el 40% de la poblaci¨®n china, ha visto alguna de las competiciones, seg¨²n el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI).

El entusiasmo ha disparado, a su vez, el consumo en el sector de los deportes de invierno. Seg¨²n la plataforma de comercio JD.com, las compras de productos de esqu¨ª crecieron un 322% durante estas dos semanas, los de patinaje sobre hielo, un 430%. Las clases medias m¨¢s acomodadas ¡ªque tienen dinero para gastar, ganas de viajar y ninguna manera de hacerlo en el extranjero, dado que las fronteras contin¨²an cerradas casi por completo por la lucha contra la covid¡ª han encontrado en los caros deportes de invierno una alternativa de ocio.

Pero, tanto como lo que ocurri¨®, el ¨¦xito se mide tambi¨¦n por lo que no pas¨®. China ha podido alardear de su sistema de control contra la covid y evitar que surgieran nuevos brotes. La burbuja herm¨¦tica, que se impuso de manera m¨¢s r¨ªgida a¨²n que en Tokio en los Juegos de Verano para aislar a la poblaci¨®n de los casos entre los visitantes internacionales, ha funcionado a la perfecci¨®n. No se detect¨® ning¨²n salto de los m¨¢s de 400 casos de infecci¨®n entre las delegaciones y los trabajadores de las instalaciones a los residentes de Pek¨ªn. No se vendieron entradas al p¨²blico; los espectadores presenciales lo fueron por invitaci¨®n, tras someterse al menos a cuatro pruebas PCR para garantizar que estaban libres de coronavirus. Aunque el reverso de la moneda implic¨® que los atletas que dieron positivo en las pruebas PCR diarias tuvieron que renunciar a competir y quedar confinados, viendo c¨®mo se les escapaba su sue?o ol¨ªmpico.

Si China consigui¨® evitar que surgieran nuevos brotes de covid, tambi¨¦n esquiv¨® otro problema, el esc¨¢ndalo en torno a la tenista Peng Shuai, que en noviembre acus¨® de abusos sexuales a un antiguo alto cargo chino. Peng concedi¨® una entrevista al peri¨®dico deportivo franc¨¦s L¡¯Equipe en la que, aunque no disip¨® los temores en el extranjero de que se encuentra vigilada por las autoridades, sostuvo que se encontraba en completa libertad. La deportista de 36 a?os presenci¨® tambi¨¦n varias competiciones a lo largo de las dos semanas de Juegos.

Ning¨²n atleta efectu¨® en p¨²blico ninguna declaraci¨®n embarazosa para China sobre Xinjiang o la situaci¨®n de los derechos humanos en el pa¨ªs anfitri¨®n durante su estancia, tras advertencias previas del Gobierno chino de que hacer declaraciones pol¨ªticas podr¨ªa acarrear consecuencias. Las quejas de algunos deportistas sobre las r¨ªgidas medidas contra la covid o sobre la calidad de la comida se silenciaron dentro del pa¨ªs. Los medios chinos se hicieron abundante eco, en cambio, de las alabanzas de otros participantes, especialmente el esquiador estadounidense Aaron Blunk, que asegur¨® que Pek¨ªn hab¨ªa hecho un ¡°trabajo estelar¡± con los Juegos y denunci¨® que Twitter le hab¨ªa cerrado su cuenta por haber sido elogioso con China.

Todos estos halagos contrastan con lo que ocurr¨ªa en Occidente al mismo tiempo. En una rueda de prensa en v¨ªsperas de la clausura, Human Rights Watch (HRW) denunci¨® la censura en la cita deportiva. ¡°Los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno de 2022 han ayudado a consolidar las violaciones de los derechos humanos que el Gobierno chino introdujo por primera vez durante los Juegos [de Verano] de 2008¡å, denunci¨® Yaqiu Wang, investigadora de HRW para China. ¡°Deber¨ªa ser la ¨²ltima vez que [se permiten] anfitriones ol¨ªmpicos abusivos¡±, a?adi¨®. En Estados Unidos, las cifras de telespectadores de los Juegos han sido muy inferiores a las de los Juegos de Pyeonchang (Corea del Sur) cuatro a?os atr¨¢s: esta semana la audiencia se redujo a la mitad respecto a entonces.

Con la bandera ol¨ªmpica ya entregada a Mil¨¢n y Cortina d¡¯Ampezzo, los organizadores de los Juegos de 2026, China ¡ªy Xi¡ª pasan ahora p¨¢gina en un apretado calendario pol¨ªtico, que se centrar¨¢ en la sesi¨®n legislativa anual, a comienzos de marzo. Aguarda tambi¨¦n el XX Congreso del Partido Comunista de China en oto?o, en el que el todopoderoso presidente ver¨¢ renovado su mandato para al menos cinco a?os m¨¢s. Y, a 6.500 kil¨®metros de distancia, lo que pueda ocurrir en Ucrania.

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