La crisis econ¨®mica y la oposici¨®n a Erdogan espolean el discurso contra los refugiados en Turqu¨ªa
Ante las demandas de los opositores de que los acogidos regresen a sus pa¨ªses, el Gobierno incrementa las redadas y anuncia un programa de retorno voluntario para un mill¨®n de sirios
A principios de mayo, la polic¨ªa turca irrumpi¨® en un restaurante del centro de Ankara regentado y frecuentado por inmigrantes somal¨ªes para desalojarlo y exigir que lo cerraran. ¡°No somos racistas, pero hemos recibido muchas quejas¡±, se escucha decir al oficial de polic¨ªa a cargo de la operaci¨®n en un v¨ªdeo grabado por uno de los presentes y publicado luego por varios medios: ¡°No sois solo vosotros. [La gente] no quiere a iraqu¨ªes, no quiere a sirios. Id y abrid [restaurantes] en Esertepe, en Uyanis, en Ke?i?ren [barrios del extrarradio de la capital turca] o donde resid¨¢is, pero aqu¨ª no se os quiere¡±.
Turqu¨ªa es el pa¨ªs que m¨¢s refugiados acoge: 3,7 millones de sirios, m¨¢s algunos cientos de miles de iraqu¨ªes y afganos, todos ellos protegidos por un estatus temporal. Si se le a?aden los inmigrantes con permiso de residencia (1,4 millones) e incluso si se estiman en un mill¨®n el n¨²mero de sin papeles ¨DTurqu¨ªa es un pa¨ªs de paso para aquellos que quieren alcanzar territorio europeo¨D, los extranjeros en el pa¨ªs euroasi¨¢tico suponen en torno a un 7% de la poblaci¨®n (89 millones, incluidos los refugiados). Es decir, un nivel similar o ligeramente inferior al de otros pa¨ªses europeos.
Sin embargo, el hecho de que la poblaci¨®n extranjera haya crecido r¨¢pidamente en los ¨²ltimos a?os (hace una d¨¦cada supon¨ªa menos del 0,5% de la poblaci¨®n) al calor de las crisis migratorias originadas por los conflictos en Oriente Pr¨®ximo y en Afganist¨¢n, y la sensaci¨®n de que la Uni¨®n Europea utiliza a Turqu¨ªa como almac¨¦n de refugiados ¨Ddebido al pacto de 2016 para evitar que crucen a territorio comunitario¡ª han creado malestar en la poblaci¨®n local. Un malestar ahora espoleado por la cada vez m¨¢s cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica en Turqu¨ªa. Si en 2015 la mayor¨ªa de los turcos estaba a favor de la pol¨ªtica de puertas abiertas del Gobierno del islamista Recep Tayyip Erdogan y de acoger a refugiados, ahora m¨¢s del 75% est¨¢ en contra. ¡°Y esto es transversal a los votantes de todos los partidos¡±, sostiene Berk Esen, polit¨®logo del Centro de Estudios Aplicados sobre Turqu¨ªa en Berl¨ªn. Algunos pol¨ªticos se preparan para capitalizar este descontento.
Un documental que habla de invasi¨®n
Solo unos d¨ªas antes de la redada en el restaurante somal¨ª de Ankara, otro v¨ªdeo comenz¨® a hacer furor en las redes sociales en Turqu¨ªa. En este caso se trataba de una obra de ficci¨®n titulada Invasi¨®n Silenciosa. Se sit¨²a en Estambul en un a?o 2043 en el que un joven turco ¨²nicamente puede optar, con suerte, a un puesto de limpiador de hospital, pese a su t¨ªtulo de doctor, porque los ¨¢rabes han copado todas las plazas. Est¨¢ prohibido hablar en turco en su trabajo y las calles son cada vez m¨¢s peligrosas. El v¨ªdeo, que super¨® los cuatro millones de visitas en Youtube en su primera semana, ha sido dirigido por la periodista Hande Karacasu ¨Dque ahora se enfrenta a un proceso judicial por incitar al odio¨D y ha sido financiado por ?mit ?zdag, un pol¨ªtico expulsado del partido de derecha nacionalista IYI (el segundo mayor de la oposici¨®n), que es, a su vez, una escisi¨®n del ultraderechista MHP (actualmente aliado del Gobierno de Erdogan). ?zdag fund¨® el pasado a?o su propio Partido de la Victoria (ZP, por sus siglas en turco), centrado en la cuesti¨®n migratoria, con la promesa de expulsar a todos los refugiados y discursos fuertemente racistas.
?zdag se gu¨ªa por ¡°unas l¨ªneas de pol¨ªtica populista de extrema derecha, exagerando los problemas y ofreciendo soluciones simples aunque irrealizables, pero que, desde el punto de vista electoral, tienen sentido¡±, explica el polit¨®logo Esen. Si bien en las encuestas de abril el ZP obten¨ªa entre un 0,5% y 1,2% de intenci¨®n de voto, en mayo ha dado un salto: muchos sondeos lo sit¨²an con entre el 2% y el 3%, e incluso un estudio lo eleva al 4,7%. Esen, con todo, duda de que sea capaz de mantener este apoyo en el a?o que falta hasta las elecciones presidenciales y legislativas ¨Do que sea capaz de salvar todos los obst¨¢culos para presentarse a los comicios¨D, pero lo cierto es que ha conseguido introducirse en el debate nacional. Ayudado, tambi¨¦n, por sus salidas de tono: la primera semana de mayo, ?zdag ret¨® al tambi¨¦n ultranacionalista titular de Interior, S¨¹leyman Soylu, a enfrentarse f¨ªsicamente a las puertas del ministerio despu¨¦s de que este le llamase ¡°inferior a un animal¡± e ¡°hijo de Soros [en referencia al magnate y fil¨¢ntropo de origen h¨²ngaro George Soros]¡±.
Pero ?zdag no es el ¨²nico. Una de las promesas estrella de la coalici¨®n opositora formada por el partido centroizquierdista CHP y el derechista IYI es llegar a un acuerdo con el dictador Bachar el Asad y devolver a los sirios a su pa¨ªs en un plazo de dos a cinco a?os, y mientras tanto ir cancelando o reduciendo los programas de ayuda e integraci¨®n actualmente en marcha (en su mayor¨ªa financiados por la UE). La Asociaci¨®n Siria por la Dignidad de los Ciudadanos (SACD, en sus siglas inglesas) ha criticado estos llamamientos a expulsar a los refugiados de Turqu¨ªa y de otros pa¨ªses de Europa y considera que todav¨ªa es ¡°prematuro¡± para hablar de un retorno por la ¡°falta de seguridad¡± de quienes regresan, que en muchos casos se enfrentan a la persecuci¨®n de Damasco.
Construir viviendas en el norte de Siria
El Gobierno turco tambi¨¦n ha endurecido su pol¨ªtica para no quedarse atr¨¢s, y en los ¨²ltimos meses se han multiplicado las redadas y expulsiones de extranjeros indocumentados. Erdogan ha prometido impulsar la construcci¨®n de viviendas en los territorios bajo control de Turqu¨ªa en el norte de Siria para facilitar el ¡°retorno voluntario¡± de un mill¨®n de refugiados, pero ha advertido de que no entregar¨¢ ninguno ¡°a los asesinos¡±, en referencia al r¨¦gimen sirio. Una fuente de una organizaci¨®n internacional confirm¨® a este peri¨®dico que el Ejecutivo turco se ha puesto en contacto con ellos para poner en pr¨¢ctica este programa de retorno, sobre el que expres¨® dudas de que vaya a cumplirse.
¡°La pol¨ªtica del Gobierno es incoherente. Por un lado, negocia con la Uni¨®n Europea c¨®mo conseguir m¨¢s dinero a cambio de mantener aqu¨ª a los refugiados; por otro, le dice al pueblo que los va a devolver a su pa¨ªs mientras garantiza a los empresarios que seguir¨¢n aqu¨ª y les servir¨¢n de mano de obra barata y sin derechos¡±, critica ?st¨¹n Reinart, portavoz de la asociaci¨®n turca Puente de los Pueblos.
Muchos refugiados trabajan en talleres peque?os y medianos, en condiciones de explotaci¨®n y por menos del salario m¨ªnimo, sin capacidad para exigir mejoras, bajo la amenaza de sus capataces de denunciarlos a las autoridades, expone Ali ?zdemirel, abogado del Sindicato de Migrantes: ¡°Por desgracia, en los ¨²ltimos a?os hemos visto c¨®mo las casas y los negocios de los inmigrantes eran apedreados. Muchos tienen miedo a salir de casa o temen enviar a sus hijos a las escuelas. Incluso cuando tienen razones legales, se ven imposibilitados a defender sus derechos por el miedo a ser deportados, cosa que puede ocurrirles sin que medie un juicio¡±.
La polarizaci¨®n pol¨ªtica y lo re?idas que ser¨¢n las pr¨®ximas elecciones hacen prever que la cuesti¨®n migratoria seguir¨¢ en el debate, con postulados cada vez m¨¢s demag¨®gicos. ¡°En Turqu¨ªa hay serios problemas econ¨®micos y por ello la gente est¨¢ tensa, infeliz y desesperanzada. Y por eso buscan un chivo expiatorio¡±, afirma Reinart, quien a?ade: ¡°Construir una alternativa sobre la base de soluciones reales requiere mayor esfuerzo que se?alar a los refugiados. Es un modo f¨¢cil y barato de conseguir votos para los pol¨ªticos de oposici¨®n. El racismo ha pasado de ser algo de lo que avergonzarse a ser plenamente aceptado. Es algo que me asusta mucho, porque puede llevarnos a una situaci¨®n de caos y violencia¡±.
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