La en¨¦rgica diplomacia de Marruecos por el S¨¢hara Occidental agita el Magreb
El choque diplom¨¢tico con T¨²nez, que recibi¨® hace unos d¨ªas a Brahim Gali, se suma a las tensiones vividas con varios pa¨ªses europeos
La octava edici¨®n de la cumbre entre Jap¨®n y los pa¨ªses de la Uni¨®n Africana, que se celebr¨® el pasado fin de semana en T¨²nez, se anunciaba tediosa, sin grandes acuerdos a la vista. Sin embargo, inesperadamente, horas antes del inicio estall¨® una crisis que marc¨® el evento: Marruecos anunci¨® que se retiraba del c¨®nclave y llamaba a consultas a su embajador en T¨²nez a causa de la invitaci¨®n a la cumbre de la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD), no reconocida como Estado ante Naciones Unidas. El Gobierno tunecino respondi¨® con la misma moneda, y retir¨® a su embajador de Rabat. Esta es la cuarta crisis diplom¨¢tica bilateral que abre Marruecos en el ¨²ltimo a?o, tras las ya cerradas con Espa?a y Alemania, y la actual con Francia.
En todos los casos, el detonante parece ser el conflicto del S¨¢hara Occidental, que como advirti¨® el rey Mohamed VI en un reciente discurso, es el ¡°prisma¡± a trav¨¦s del cual el pa¨ªs norteafricano valora sus relaciones y alianzas exteriores. A menudo, estas crisis estallan despu¨¦s de que Marruecos se declare ofendido por alguna acci¨®n de otro pa¨ªs respecto al S¨¢hara, aunque esta no sea diferente respecto al statu quo anterior. Por ejemplo, nunca antes la llegada a Espa?a de un l¨ªder del Frente Polisario hab¨ªa suscitado la reacci¨®n y la crisis que provoc¨® el ingreso en un hospital espa?ol de Brahim Gali en abril de 2021.
¡°Esta actitud agresiva no es nueva, sino que existen precedentes. Ahora bien, ha subido de tono despu¨¦s del reconocimiento de la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental por parte de Donald Trump a finales de 2020¡å, estima Irene Fern¨¢ndez-Molina, profesora de la Universidad de Exeter (Reino Unido). Esta experta en relaciones internacionales del norte de ?frica se?ala tambi¨¦n otros factores que explican los m¨¦todos marroqu¨ªes, como el ¨¦xito de una posici¨®n dura en las negociaciones con la UE del propio Marruecos o de Turqu¨ªa. ¡°Esta pol¨ªtica est¨¢ bastante asociada al ascenso del actual ministro de Exteriores, Naser Burita, y se debe tambi¨¦n a la percepci¨®n de la debilidad argelina tras el movimiento de protesta del hirak¡±, a?ade.
Eduard Soler, investigador del CIDOB, matiza la estrategia marroqu¨ª. ¡°M¨¢s que agresiva, yo definir¨ªa la diplomacia marroqu¨ª como asertiva. No suele solo amenazar con consecuencias negativas, sino que tambi¨¦n despliega una estrategia de seducci¨®n¡±. Seg¨²n Soler, Rabat es consciente de que su peso en la escena internacional ha aumentado, y es capaz de jugar diferentes cartas en funci¨®n de los intereses del interlocutor. ¡°En ?frica, su diplomacia ha sido muy exitosa, apostando al desarrollo econ¨®mico y a la diplomacia religiosa. Con Alemania, utiliza su condici¨®n de futura potencia productora de hidr¨®geno verde, y con Espa?a, la cuesti¨®n migratoria¡±, a?ade Soler.
Ahora bien, en el caso de T¨²nez, no hay zanahoria. En su comunicado, Rabat acusa a T¨²nez de haber invitado unilateralmente a la ¡°entidad separatista¡± de la RASD a la cumbre, y censura que el presidente Kais Said recibiera a su l¨ªder, Gali, con honores de jefe de Estado. Horas despu¨¦s, T¨²nez respond¨ªa con otra nota p¨²blica justificando su posici¨®n: ¡°La Uni¨®n Africana, en su calidad de principal participante en la cumbre entre Jap¨®n y los pa¨ªses de la Uni¨®n Africana, hab¨ªa hecho p¨²blico un memor¨¢ndum invitando a todos sus miembros, incluida la RASD¡±, reza el texto, en el que reitera la ¡°neutralidad¡± hacia el conflicto del S¨¢hara Occidental.
En un nuevo comunicado, Rabat expres¨® su disgusto ante la respuesta tunecina, y advirti¨® de que hab¨ªa profundizado incluso m¨¢s la crisis. La diplomacia marroqu¨ª afirma que T¨²nez ya hab¨ªa realizado ¡°actos hostiles¡± anteriormente, y cita su abstenci¨®n el a?o pasado en el Consejo de Seguridad de la ONU en una votaci¨®n sobre el S¨¢hara Occidental, aline¨¢ndose con Rusia, aliado del Frente Polisario.
¡°La recepci¨®n de Gali fue una provocaci¨®n y un error que rompi¨® la neutralidad hist¨®rica de T¨²nez que le permit¨ªa intentar mediar en el conflicto¡±, opina el analista tunecino Ayman Bougami. ¡°El presidente Said ha optado por alinearse con Argelia no solo por intereses nacionales, como recibir el gas a un precio de descuento, sino personales. Necesita el apoyo de Argel a su proyecto porque se halla bastante aislado a nivel internacional¡±, desliza Bougami.
Turbulencias con Par¨ªs
La relaci¨®n entre Rabat y Par¨ªs tambi¨¦n atraviesa turbulencias. En su reciente discurso dedicado al S¨¢hara, el rey Mohamed VI inst¨® a una mayor ¡°claridad¡± a algunos ¡°socios tradicionales¡±, una indirecta que se interpret¨® dirigida al El¨ªseo. ¡°Hay enfriamiento entre ambos pa¨ªses, que se debe a varias razones, entre ellas, el esc¨¢ndalo del espionaje con [el software israel¨ª] Pegasus a miembros del Gobierno franc¨¦s, y la restricci¨®n de visados por parte de Francia... as¨ª como el hecho de que EE UU ha situado muy alto el list¨®n de apoyo en el S¨¢hara, y Rabat presiona a Francia para que haga lo mismo¡±, considera Fern¨¢ndez-Molina. Adem¨¢s, expertos como el periodista disidente Ali Lmrabet, apuntan a que no habr¨ªa sentado bien en Par¨ªs la estrecha relaci¨®n pol¨ªtica y de seguridad que se est¨¢ tejiendo entre Israel y Marruecos, que considera su patrio trasero.
¡°En el Magreb actual, las relaciones son de suma cero. Es dif¨ªcil el equilibrio. Cualquier avance bilateral con Argelia, es a expensas de Marruecos, y al rev¨¦s¡±, comenta el periodista argelino Otman Lahiani, que considera que el largo viaje de Macron a Argelia fue, en parte, una se?al a Rabat. De momento, no se espera que la diplomacia marroqu¨ª abra nuevos frentes, ya que suele hacerlo solo una vez ha cerrado alguno de los ya abiertos.
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