El sacrificio ilegal de millones de visones, la pol¨¦mica decisi¨®n que precipit¨® las elecciones de este martes en Dinamarca

En noviembre de 2020, cuando la pandemia de coronavirus causaba miles de muertes diarias en Europa, el organismo dan¨¦s que monitorea las enfermedades infecciosas alert¨® de que se hab¨ªan detectado unas mutaciones del virus en varias granjas de visones, y que, en el peor escenario, Dinamarca podr¨ªa ¡°convertirse en el nuevo Wuhan¡±. Al d¨ªa siguiente, Mette Frederiksen, la primera ministra socialdem¨®crata, anunci¨® que todos los visones ¡ª17 millones, el pa¨ªs escandinavo era el mayor exportador mundial de sus pieles¡ª ser¨ªan sacrificados. ¡°Actu¨® de manera autoritaria. No hab¨ªa ninguna base legal para tomar esa decisi¨®n¡±, sostiene Frederik Waage, juez interino del Tribunal Superior del Este, en una cafeter¨ªa de Copenhague.

El Gobierno en minor¨ªa de Frederiksen ha tratado de pasar p¨¢gina durante estos dos a?os, pero los partidos de la oposici¨®n y uno de sus socios parlamentarios forzaron finalmente a la mandataria a convocar las elecciones anticipadas de este martes para evitar una moci¨®n de censura. Frederiksen, de 44 a?os, ha reconocido que la orden de sacrificar a todos los visones fue ilegal, pero que lo desconoc¨ªa. La socialdem¨®crata tambi¨¦n apareci¨® en televisi¨®n, entre l¨¢grimas, pidiendo perd¨®n por ¡°los errores cometidos¡± a algunos de los granjeros que lo hab¨ªan perdido todo. ¡°La legislaci¨®n necesaria para poder llevar a cabo ese sacrificio masivo se aprob¨® en el Parlamento bastantes d¨ªas despu¨¦s de que hubiera comenzado la operaci¨®n¡±, aclara Waage.

Martin Merrild, hasta hace poco director de la Asociaci¨®n Danesa de Agricultura y Alimentaci¨®n, tuvo que ver c¨®mo miles de visones eran aniquilados en su granja en el municipio de Sture, en el noroeste de la pen¨ªnsula de Jutlandia. ¡°Los veterinarios me hab¨ªan asegurado que en unos d¨ªas todos los animales infectados se habr¨ªan recuperado. Adem¨¢s, faltaba menos de una semana para que comenzara la temporada de desollado de pieles y la mayor¨ªa iban a ser sacrificados igualmente¡±, comenta por tel¨¦fono. ¡°Y en cientos de granjas del pa¨ªs, no hab¨ªa ni un solo vis¨®n que estuviera infectado¡±, agrega.

Dinamarca no fue el ¨²nico miembro de la UE que orden¨® matar visones durante la pandemia. En Espa?a, m¨¢s de 100.000 fueron sacrificados, y en Pa¨ªses Bajos, m¨¢s de un mill¨®n; pero solo el pa¨ªs escandinavo ¡ªe Irlanda, donde ¨²nicamente hab¨ªa tres granjas, y planes para desmantelarlas previos a la pandemia¡ª dio instrucciones de que no quedara ni uno vivo. Merrild relata que Frederiksen le llam¨® unas horas antes de anunciar su decisi¨®n, y que ¨¦l le suplic¨® que se reuniera con profesores universitarios y expertos en veterinaria para tratar de buscar una alternativa. Morgens Jensen, el ministro de Alimentaci¨®n, Agricultura y Pesca, dimiti¨® pocos d¨ªas despu¨¦s al considerar que ya no contaba con ¡°la confianza de la mayor¨ªa parlamentaria¡±.

La manera en la que se procedi¨® al sacrificio masivo de visones tambi¨¦n recibi¨® muchas cr¨ªticas. En algunas zonas del pa¨ªs, los must¨¦lidos no se enterraron a una profundidad suficiente y algunos cuerpos reaparecieron en la superficie. En otras, la descomposici¨®n de los visones comenz¨® a contaminar aguas cercanas y cientos de miles tuvieron que ser exhumados.

El Gobierno socialdem¨®crata cerr¨® un acuerdo con los m¨¢s de 3.000 criadores de visones afectados para indemnizar al sector con 19.000 millones de coronas danesas (2.500 millones de euros). La oposici¨®n ha tratado de exprimir el asunto, al acusar a Frederiksen de ser una pol¨ªtica ¡°sedienta de poder¡±, cuya decisi¨®n, que carec¨ªa de cobertura legal, ha destrozado una industria prioritaria para el pa¨ªs y ha costado una cifra astron¨®mica para las arcas p¨²blicas. Kopenhagen Fur, la mayor casa de subastas de pieles de vis¨®n del mundo, ha anunciado que cerrar¨¢ el pr¨®ximo a?o. China era ¡ªcon much¨ªsima diferencia¡ª el cliente principal de esta industria danesa.

Elecciones anticipadas

En abril de 2021, el Folketing (Parlamento) aprob¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n para investigar la actuaci¨®n del Gobierno durante la crisis de los visones. El informe publicado por la comisi¨®n el pasado junio se?ala que algunas declaraciones de Frederiksen fueron ¡°gravemente enga?osas¡± y que se dieron ¡°instrucciones ilegales a las autoridades¡±. La primera ministra recibi¨® una reprimenda oficial, despu¨¦s de que fracasaran los intentos de la oposici¨®n de impulsar la apertura de un impeachment (juicio pol¨ªtico), para lo que se requer¨ªa la mayor¨ªa parlamentaria. Aun as¨ª, el Partido Social Liberal ¡ªaliado tradicional de los socialdem¨®cratas¡ª exigi¨® posteriormente a la mandataria que convocara elecciones anticipadas si no quer¨ªa ser sometida a una moci¨®n de censura.

Durante la investigaci¨®n de la comisi¨®n parlamentaria, la confianza en el Ejecutivo socialdem¨®crata se vio a¨²n m¨¢s perjudicada despu¨¦s de que saliera a la luz que Frederiksen y otros altos cargos hab¨ªan borrado mensajes de texto de sus tel¨¦fonos m¨®viles relativos al asunto. En los ¨²ltimos meses, la primera ministra ha propuesto varias medidas para mejorar la transparencia y el control parlamentario durante tiempos de crisis.

El Ejecutivo de Frederiksen anunci¨® a finales de septiembre que la prohibici¨®n de criar visones expirar¨¢ el pr¨®ximo 1 de enero. ¡°La industria peletera est¨¢ muerta en Dinamarca. Jam¨¢s va a revivir¡±, sentencia Merrild. Britta Riis, directora de la organizaci¨®n danesa Dyrenes Beskyttelse (Protecci¨®n Animal), considera un grave error que se reinicie la actividad en el pa¨ªs. ¡°La existencia de granjas de visones implica que necesariamente va a haber acciones crueles con los animales, y son un peligro para el medio ambiente y la salud p¨²blica¡±, argumenta por correo electr¨®nico. ¡°Los contribuyentes daneses ya hemos tenido que pagar much¨ªsimo dinero para cerrar estas granjas, y mantener la prohibici¨®n ser¨ªa beneficioso para la sociedad en su conjunto¡±, prosigue.

Un Gobierno amplio

Al convocar elecciones anticipadas el pasado 5 de octubre, Frederiksen declar¨® que su intenci¨®n era dejar atr¨¢s la pol¨ªtica de bloques establecida desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas en Dinamarca y formar un Gobierno ¡°amplio que incluya a partidos de izquierda y derecha¡±; una opci¨®n que r¨¢pidamente descartaron los l¨ªderes del bloque de la derecha. Aun as¨ª, las encuestas sugieren que esa es una posibilidad real. La irrupci¨®n con fuerza del Partido Moderado, creado en junio por Lars Lokke Rasmussen, primer ministro entre 2015 y 2019, ha alterado por completo el escenario pol¨ªtico dan¨¦s. Con los sondeos situando la estimaci¨®n de voto para los moderados cerca del 10%, ninguno de los dos bloques tradicionales alcanzar¨ªa la mayor¨ªa parlamentaria. Aun as¨ª, las encuestas sit¨²an a los socialdem¨®cratas con en torno al 25% de los sufragios y la suma de los partidos de izquierda alrededor del 48%.

Rasmussen, militante del Partido Liberal hasta el a?o pasado, no ha anunciado a qu¨¦ bloque apoyar¨¢ tras los comicios, y ha dejado la puerta abierta a formar una coalici¨®n con los socialdem¨®cratas. Sin embargo, el ex primer ministro ha destacado que eso no significar¨ªa que el asunto de los visones se d¨¦ por zanjado. ¡°Este caso ha de cerrarse de una manera apropiada y digna¡±, declar¨® a finales de septiembre a la radiotelevisi¨®n p¨²blica danesa. Rasmussen sostiene que ¡°un abogado independiente¡± deber¨ªa estudiar el informe de la comisi¨®n y concluir si existe una base legal para iniciar un impeachment. ¡°Mi punto de partida para negociar con Frederiksen ser¨¢ que acepte esta condici¨®n¡±, declar¨®.

El juez Waage, tras haber le¨ªdo el informe, considera que no hay fundamentos para someter a la mandataria a un juicio pol¨ªtico, y que, de todos modos, este ser¨ªa ¨²nicamente por negligencia y se enfrentar¨ªa a penas leves. En caso de que la socialdem¨®crata lograra ser investida para un segundo mandato, y finalmente la mayor¨ªa del Parlamento dan¨¦s aprobara someterla a un juicio pol¨ªtico, este ser¨ªa el primero que se celebra en el pa¨ªs escandinavo contra un primer ministro desde el siglo XIX.

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