Los papeles clasificados de Mar-a-Lago complican m¨¢s el panorama judicial de Trump
El expresidente ha visto aumentar su popularidad entre sus partidarios a ra¨ªz de la imputaci¨®n, pero afronta otras investigaciones que pueden complicar su futuro
Aplausos, carteles de bienvenida, v¨ªtores y una sala atiborrada de partidarios que beb¨ªan cada palabra de un discurso cuajado de supuestos agravios. El sitio era Mar-a-Lago, la residencia de Donald Trump en Florida. El momento, el primer acto ¡ªun mitin¡ª del expresidente de Estados Unidos tras comparecer ante un juez para responder ante 34 acusaciones de falsificaci¨®n de documentos corporativos. El Trump candidato electoral ha optado por una estrategia que de momento parece darle r¨¦ditos: presentarse como v¨ªctima de una persecuci¨®n pol¨ªtica que se extiende hasta los juzgados. Pero el Trump imputado puede encontrar que esa apuesta se le complica: otras investigaciones abiertas ¡ªcomo la de los papeles confidenciales que se llev¨® de la Casa Blanca a su mansi¨®n de Florida¡ª avanzan discretamente y pueden presentar cargos muy fundados contra ¨¦l antes de que comiencen las primarias republicanas.
Aunque Trump saque pecho ahora, las cosas pueden cambiar. El candidato a regresar a la Casa Blanca tiene pendientes varias investigaciones penales y causas civiles. Algunas de ellas, con base legal m¨¢s firme que el caso de Nueva York, a juicio de los expertos, que apuntan que el resultado puede depender de c¨®mo se interpreten las leyes.
Algunas de esas investigaciones pendientes han avanzado de manera sustancial en las ¨²ltimas semanas, hasta tal punto que sus responsables bien podr¨ªan decidir tambi¨¦n imputar a Trump a lo largo de este a?o, y que el magnate vuelva a sentarse en el banquillo de los acusados antes incluso del 4 de diciembre, cuando tiene la pr¨®xima cita en los tribunales de Manhattan por el caso Stormy Daniels.
Entre los casos que m¨¢s progresos parecen haber registrado est¨¢ la investigaci¨®n que el fiscal especial Jack Smith sigue en torno a los documentos clasificados que el FBI encontr¨® en un registro en Mar-a-Lago el a?o pasado, tres meses despu¨¦s de que el Departamento de Justicia hubiera ordenado a los abogados de Trump la devoluci¨®n de cualquier material clasificado que el expresidente mantuviera en su poder tras haber abandonado la Casa Blanca. Los agentes de la polic¨ªa federal encontraron m¨¢s de un centenar de papeles confidenciales.
El mi¨¦rcoles llegaba un nuevo recordatorio de que los problemas legales de Trump van mucho m¨¢s all¨¢ del caso Stormy Daniels. El que fuera su vicepresidente, Michael Pence, daba a conocer que acatar¨¢ una orden judicial y declarar¨¢ ante un gran jurado en otra pesquisa de Smith. Esta, sobre el papel que el expresidente jug¨® en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 y los esfuerzos por impedir el traspaso del poder al ganador de las elecciones, Joe Biden.
Los sondeos, a favor de Trump
Pese a estos nubarrones jur¨ªdicos, las encuestas sonr¨ªen por ahora a Trump. Un sondeo de Ipsos indicaba el lunes que un 51% de los votantes estadounidenses aceptan su tesis de que sus problemas judiciales son fruto de una persecuci¨®n pol¨ªtica. Los cofres de su campa?a electoral reciben un constante flujo de donaciones desde que el jueves de la semana pasada se conoci¨® que un gran jurado hab¨ªa aprobado imputarlo en Nueva York: cuatro millones de d¨®lares (3,6 millones de euros) en las primeras 24 horas, y tres millones m¨¢s antes de que empezara la vista ante el juez Juan Manuel Merchan. Un 25% de esas cantidades, procedentes de personas que no hab¨ªan dado dinero antes a la campa?a trumpista.
El expresidente ya era el favorito indiscutible para ganar la candidatura del Partido Republicano a las presidenciales de 2024. Ahora, a¨²n m¨¢s. La encuesta de Ipsos, la primera tras la imputaci¨®n, indica que un 48% de los votantes de esa formaci¨®n quieren que Trump sea su candidato, frente al 44% que lo deseaba antes de que fuera imputado. Su inmediato seguidor, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, cae del 30% al 19%.
Su tir¨®n entre el p¨²blico se extiende a los medios: las grandes cadenas de noticias dedicaron una programaci¨®n especial a la comparecencia en los juzgados de Nueva York. Tambi¨¦n emitieron ¨ªntegro el discurso de Mar-a-Lago, algo cada vez menos frecuente en una era de dura competencia por unas audiencias fragmentadas.
Con estos n¨²meros y estas perspectivas, el espacio para que otros pol¨ªticos republicanos se lancen al ruedo a competir contra Trump en las primarias es cada vez m¨¢s reducido. DeSantis, de quien se daba por segura su candidatura antes de la imputaci¨®n, ni siquiera ha confirmado que vaya a presentarse. Otros que lo han hecho ¡ªla exgobernadora Nikky Halley o el multimillonario Vivek Ramaswamy¡ª apenas aparecen en el radar de los votantes, con intenciones de voto de menos del 10%.
Estos vientos favorables pueden cambiar. Una variedad de imputaciones procedentes de casos de todo tipo y sin relaci¨®n entre s¨ª har¨ªan m¨¢s dif¨ªcil a Trump vender a los simpatizantes republicanos la idea de que es una v¨ªctima de una caza de brujas pol¨ªtica. Tambi¨¦n le complicar¨ªa mucho las posibilidades de conquistar el voto independiente, imprescindible para cualquier candidato que quiera llegar a la Casa Blanca.
Jack Smith, el fiscal especial que investiga el caso de los documentos clasificados, maneja, seg¨²n ha publicado The Washington Post, el testimonio clave de uno de los asistentes de Trump en Mar-a-Lago. Este indica que, despu¨¦s de que se recibiera la orden de devoluci¨®n, se movieron cajas con esos documentos por orden del expresidente. Al parecer, seg¨²n ese testimonio, el magnate tambi¨¦n examin¨® personalmente los papeles, llevado por el aparente deseo de conservar algunos.
Las declaraciones del asistente coinciden con lo que muestran grabaciones de c¨¢maras de circuito cerrado en la propiedad hotelera, apunta el Post, que cita fuentes de la investigaci¨®n. De confirmarse, esos datos abonar¨ªan la tesis que investiga Smith: que Trump obstruy¨® a la justicia con toda intenci¨®n para quedarse con documentos clasificados.
La ley estadounidense obliga a todos los presidentes salientes a entregar a los Archivos Nacionales los documentos que hayan manejado durante su mandato. Aun as¨ª, no es raro que algunos se traspapelen y aparezcan m¨¢s tarde. El actual presidente, Joe Biden, tambi¨¦n se encuentra bajo investigaci¨®n de un fiscal especial despu¨¦s de que una serie de papeles aparecieran en su vivienda particular y una antigua oficina. La clave para que eso constituya un delito es la intenci¨®n con que se conservaron esos materiales.
Adem¨¢s de las investigaciones federales, Trump tambi¨¦n tiene pendiente otro caso en Georgia. All¨ª, la fiscal Fani Willis, de filiaci¨®n dem¨®crata, prev¨¦ decidir en las pr¨®ximas semanas si imputa al expresidente por intentos de alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en aquel Estado.
Actitud desafiante
Si el martes Trump apareci¨® contrariado en la sala del tribunal, con gesto hura?o, el mi¨¦rcoles continu¨® la actitud desafiante que exhibi¨® en Mar-a-Lago. Aunque su imputaci¨®n es responsabilidad de los tribunales de Manhattan, en su red social ha instado a recortar el presupuesto del Departamento de Justicia y al FBI. ¡°Los REPUBLICANOS EN EL CONGRESO DEBER?AN RETIRAR FONDOS A JUSTICIA Y AL FBI HASTA QUE ENTREN EN RAZ?N¡±, escrib¨ªa.
Es poco probable que ning¨²n otro pol¨ªtico estadounidense pudiera prosperar en su carrera con esta actitud. Desde luego, no pelear por la Casa Blanca con una imputaci¨®n a rastras. Pero Trump no es un pol¨ªtico al uso. Es un maestro del caos y la disrupci¨®n, que sabe leer perfectamente a su p¨²blico y aprovechar cualquier resquicio para sacar ventaja por la v¨ªa que sea.
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