Bolivia culmina el proceso de estatizaci¨®n de las pensiones tras 26 a?os en manos privadas
El Gobierno de Luis Arce pone fin al largo proceso para rescindir los contratos de las AFP entre el temor de muchos sectores y acusaciones de la oposici¨®n de que usar¨¢ los fondos para paliar su d¨¦ficit
El Gobierno boliviano culminar¨¢ en tres semanas el largo proceso de defunci¨®n del sistema privado de pensiones. El pr¨®ximo 2 de mayo, los casi 24.000 millones de d¨®lares de los ahorros bolivianos para su jubilaci¨®n dejar¨¢n de ser responsabilidad de dos empresas privadas de propiedad extranjera y comenzar¨¢n a ser administrados por la Gestora P¨²blica, una instituci¨®n que al Gobierno boliviano le ha costado alrededor de 13 a?os poner en pie. Con ello, se quitar¨¢ el ¨²ltimo ladrillo de la estructura econ¨®mica que se cre¨® hace 26 a?os, durante el periodo neoliberal de fines del siglo pasado.
Con el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) privadas, el Gobierno promete rendimientos m¨¢s altos, menos comisiones y, por tanto, pensiones mayores. El cambio inminente ha despertado temores y protestas de varios sectores sociales y es considerado como una ¡°apropiaci¨®n del dinero de la gente¡± por parte de la oposici¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.
Seg¨²n declar¨® a la prensa Jaime Dur¨¢n, gerente de la Gestora, esta subir¨¢ los rendimientos de las inversiones de los fondos de pensiones de 3%, que es el promedio logrado por las AFP en dos d¨¦cadas y media, a m¨¢s de 4%. Para eso, dejar¨¢ de cobrar las comisiones que las AFP descontaban de las inversiones. Tambi¨¦n disminuir¨¢ la comisi¨®n directa que estas entidades privadas impon¨ªan a cada jubilado, de 1,81% a 0,5%. ¡°Lo haremos mejor y a un menor costo¡±, prometi¨®.
El camino para renacionalizar las pensiones ha sido largo. Ya en 2010, el Gobierno de Evo Morales argumentaba que las AFP nunca hab¨ªan competido entre ellas, que el resultado de su trabajo hab¨ªa sido mediocre y que, a cambio, estas compa?¨ªas se llevaban grandes utilidades que alcanzaron los 225 millones de d¨®lares en 2023. La animosidad contra las AFP, que al comienzo era alta, fue disminuyendo en el largo tiempo que se necesit¨® para concretar la rescisi¨®n de sus contratos. Hoy, el sentimiento predominante en los sectores sociales, sobre todo en los que son generalmente opositores, como los maestros, universitarios, polic¨ªas, militares, pero tambi¨¦n en algunos grupos obreros, parece ser el temor al cambio y a que el Gobierno use mal los recursos, como ocurr¨ªa en la ¨¦poca anterior a la privatizaci¨®n.
Aprovechando esta susceptibilidad, la oposici¨®n pol¨ªtica, que en Bolivia tiene una orientaci¨®n predominantemente liberal, habla abiertamente de que el Gobierno ¡°se apropiar¨¢¡± de unos fondos que son privados y que los usar¨¢ para pagar su d¨¦ficit. ¡°La Gestora P¨²blica est¨¢ dirigida por cinco ejecutivos que fueron nombrados por el oficialismo, por lo que no hay una garant¨ªa que los trabajadores reciban una jubilaci¨®n digna¡±, denunci¨® el rector de la Universidad de Santa Cruz, Vicente Cu¨¦llar.
El gerente Dur¨¢n ha asegurado que los fondos de pensiones ser¨¢n independientes de cualquier decisi¨®n gubernamental y que prestar¨¢n dinero al Estado en las mismas condiciones que lo han hecho con las AFP, es decir, a trav¨¦s de la compra de bonos p¨²blicos garantizados en la bolsa de valores. Actualmente, solo un 20% del dinero de jubilaci¨®n est¨¢ prestado al Gobierno.
La decisi¨®n de estatizar el sistema de pensiones se tom¨® en la Asamblea Constituyente que funcion¨® entre 2006 y 2008. As¨ª, la Constituci¨®n boliviana manda que ¡°los servicios de seguridad social p¨²blica no podr¨¢n ser privatizados ni concesionados¡±. En 2010 se aprob¨® una ley para sustituir las AFP por la Gestora P¨²blica, pero esta instituci¨®n no estuvo en condiciones de operar hasta el a?o pasado, cuando comenz¨® a trabajar con peque?as cifras de aportes.
Durante estos 13 a?os, los fracasos por dotar a la Gestora de las herramientas t¨¦cnicas que necesitaba para albergar los 2,5 millones de cuentas que manejaban las AFP, generaron cr¨ªticas, que se repiten hasta ahora, contra el entonces ministro de Econom¨ªa y actual presidente del pa¨ªs, Luis Arce.
Las cuentas individuales, que fueron la gran innovaci¨®n de las reformas de pensiones de los a?os noventa en Latinoam¨¦rica, se mantendr¨¢n en el nuevo sistema, aunque complementadas con un ¡°fondo solidario¡± que asegura una pensi¨®n m¨ªnima a quienes tienen menos aportes propios. Este fondo funciona ya desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Solo el 60% de los bolivianos que trabaja ha aportado alguna vez para su jubilaci¨®n, un d¨¦ficit causado por la elevada informalidad de la econom¨ªa.
Una de las AFP que han operado en Bolivia desde 1997, llamada Futuro, pertenece a Zurich South America Invest. La otra, Previsi¨®n, es propiedad del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria. Este ¨²ltimo, aprovechando un acuerdo sobre inversiones entre Bolivia y Espa?a, demand¨® al Estado boliviano por los da?os y perjuicios que supuestamente le ocasion¨® el proceso. El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial fall¨® a su favor en 2022 y orden¨® al Gobierno boliviano pagarle 94,8 millones de d¨®lares, bajo el argumento de que el proceso que atraves¨® el banco para salir del mercado boliviano desde que se comunic¨® la rescisi¨®n del contrato en 2010 fue largo, lento y tuvo requerimientos extraordinarios. El fallo se encuentra en la fase de apelaci¨®n.
El mes de mayo ser¨¢ crucial para la Gestora P¨²blica, que ahora debe demostrar que el sistema de pensiones, hasta ahora razonablemente eficiente, continuar¨¢ si¨¦ndolo, a fin de desmontar las protestas que preparan sus cr¨ªticos.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.