El presidente Said aplasta la disidencia en T¨²nez para afianzar su r¨¦gimen autoritario
El mandatario conserva su popularidad frente a un bloque de oposici¨®n que no se ha consolidado como alternativa de poder
Cada s¨¢bado, desde hace tres meses, las escalinatas del Teatro Municipal de T¨²nez se convierten en la ¨²nica tribuna para una oposici¨®n acallada por la represi¨®n. ¡°Ya estuve cuatro a?os en la c¨¢rcel con [el dictador Zine el Abidine] Ben Al¨ª. Ahora no tengo miedo de volver entre rejas con el presidente Kais Said¡±, reta el profesor de ¨¢rabe Samir Bidi, de 60 a?os, ante el emblem¨¢tico edificio de la avenida Burguiba, epicentro de la revoluci¨®n que inaugur¨® la primavera ¨¢rabe en enero de 2011.
Decenas de disidentes al r¨¦gimen de Said, quien gobierna por decreto tras haber disuelto el Parlamento, han sido encarcelados en los ¨²ltimos meses bajo la vaga acusaci¨®n de ¡°atentar contra la seguridad del Estado¡±. Entre ellos se encuentra Rachid Ganuchi, de 81 a?os, expresidente del Legislativo y l¨ªder del movimiento islamista Ennahda, el mayor partido en la C¨¢mara clausurada el 25 de julio de 2021. Fue condenado a un a?o de c¨¢rcel el 15 de mayo, pero la semana pasada volvi¨® a ser encausado junto a otras dos decenas de figuras de la oposici¨®n.
¡°Estamos aqu¨ª para reclamar la liberaci¨®n de todos los prisioneros pol¨ªticos tras el golpe de Estado [como la oposici¨®n define la clausura del anterior Parlamento], y para defender la libertad y el retorno de la democracia¡±, proclamaba Ahmed Neyib Chebi, de 74 a?os, cabeza visible de la iniciativa pol¨ªtica conjunta de la oposici¨®n Frente de Salvaci¨®n Nacional. ¡°A Said le pedimos una sola cosa: que se vaya, para devolver las libertades a los tunecinos¡±, resum¨ªa su proyecto.
¡°Ha atacado a todas las instituciones del Estado, desde la justicia hasta el Parlamento, desde los medios de comunicaci¨®n a las centrales sindicales¡±, enfatizaba el veterano l¨ªder de la izquierda tunecina, ¡°y ha rechazado todas nuestras ofertas de di¨¢logo pol¨ªtico antes de ser presentadas¡±. Chebi llamaba finalmente a configurar una alternativa como la del Hirak en Argelia, que en 2019 forz¨® la salida del presidente Abdelaziz Buteflika tras dos decenios en el poder.
¡°T¨²nez vive bajo un modelo h¨ªbrido, en el que se espera una cierta competencia electoral en las elecciones presidenciales previstas para diciembre de 2024, pero la alianza de la oposici¨®n no representa a¨²n una alternativa a Said¡±, sostiene Tarek Kalaui, analista pol¨ªtico formado en Estados Unidos, durante el exilio bajo la dictadura de Ben Al¨ª, desde donde ejerci¨® la disidencia. ¡°Las redes sociales fueron cruciales entonces y lo est¨¢n siendo ahora para entender el fen¨®meno Said¡±, argumenta este profesor de historia y comentarista pol¨ªtico en la emisora privada IFM, en un caf¨¦ pr¨®ximo al estudio de la radio, en las afueras de la capital tunecina. Considera que el presidente, que fue elegido con el 72% de los votos en 2019, tiene el viento a favor para rehacer las instituciones a su conveniencia y revalidar su mandato por otros cinco a?os frente a un bloque de oposici¨®n integrado por partidos desacreditados.
¡°M¨¢s que un r¨¦gimen autocr¨¢tico, en T¨²nez se est¨¢ construyendo un modelo populista de perfil autoritario, sobre todo respecto a la libertad de expresi¨®n¡±, resalta el analista. ¡°Y ahora hay mucha gente en la c¨¢rcel solo por criticar al presidente¡±. Profesor de Derecho Constitucional de 65 a?os, pr¨¢cticamente desconocido hasta su elecci¨®n, Said gobierna con ampl¨ªsimas prerrogativas. Ejerce una pol¨ªtica panarabista y nacionalista, inspirada hace m¨¢s de medio siglo por el egipcio Gamal Abdel Nasser y el argelino Huari Bumedi¨¢n, y que parec¨ªa ya extinguida.
Si las elecciones se celebrasen ahora, Said ganar¨ªa en la primera vuelta con m¨¢s de 50% de los votos, seg¨²n las encuestas. Los l¨ªderes de la oposici¨®n, casi desconocidos por el electorado, reciben una baja intenci¨®n de voto. A pesar de la grave crisis econ¨®mica, Said sigue siendo popular para los votantes tunecinos.
Bloguero en las barricadas de la primavera ¨¢rabe, Haythem el Makki, de 40 a?os, es hoy el conductor del programa pol¨ªtico estrella de Radio Mosa?que, el de mayor audiencia en T¨²nez. Sus sarc¨¢sticos comentarios en antena sobre la financiaci¨®n de las fuerzas de seguridad le valieron el mes pasado una citaci¨®n a declarar ante la justicia, en un caso que puede conllevar condena de c¨¢rcel. El director general de su emisora, Nuredin Butaren, fue excarcelado el 24 de mayo tras haber permanecido tres meses entre rejas. A dos calles del estudio central en T¨²nez se encuentra la sede principal del partido Ennahda, sellada y vigilada por la polic¨ªa y rodeada por barreras y alambradas.
Para este activista de las redes sociales, la restricci¨®n de las libertades en T¨²nez dista a¨²n de ser la de Egipto, donde el ej¨¦rcito siempre ha estado al mando. ¡°En T¨²nez, los militares no han intervenido en la pol¨ªtica desde 1987¡å, precisa. ¡°Sin embargo, Said nos ha llevado hacia una autocracia con su r¨¦gimen hiperpresidencial. La detenci¨®n del islamista Ganuchi ha sido recibida con conmoci¨®n, ya que se pensaba que era intocable al estar protegido por Argelia, el principal aliado de Said.
Los comicios parlamentarios en T¨²nez, celebrados los pasados meses de diciembre y enero, dejaron los colegios electorales vac¨ªos, con una abstenci¨®n de casi el 90%, reflejo de la indiferencia del los votantes al Parlamento de nueva configuraci¨®n, con menor peso que el disuelto en 2021. Said buscaba completar con un Legislativo a su medida un r¨¦gimen autocr¨¢tico. La menor tasa de participaci¨®n en 11 a?os de democracia en T¨²nez, pa¨ªs que cont¨® con una afluencia a las urnas del 40% en las legislativas celebradas en 2019, fue todo un aviso para su hoja de ruta.
Los expertos consultados consideran que Said est¨¢ jugando de forma arriesgada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), del que depende desde octubre del a?o pasado un plan de rescate para el naufragio econ¨®mico de T¨²nez. A cambio de una inyecci¨®n de 1.900 millones de d¨®lares (1.775 millones de euros), debe recortar los subsidios a productos b¨¢sicos ¡ªcomo az¨²car, leche, caf¨¦ o aceite¡ª y liquidar los monopolios en el sector p¨²blico. ¡°?l ve en el plan de rescate una amenaza pol¨ªtica a su modelo de r¨¦gimen por el descontento social que suscitar¨ªa, y por eso rechaza el diktat del FMI, al que por primera vez osa enfrentarse un presidente tunecino¡±, asegura el analista Kalaui. Los pa¨ªses occidentales, mientras tanto, temen que se produzca un vac¨ªo de poder en el pa¨ªs magreb¨ª m¨¢s peque?o, y ofrecen respaldo a Said a pesar de su deriva autoritaria.
¡°Los tunecinos han sufrido mucho. Nadie est¨¢ ahora en condiciones de rebelarse contra el sistema¡±, subraya El Makki. ¡°Muchos hab¨ªan puesto sus esperanzas en Said, un outsider sin pasado pol¨ªtico y con fama de incorruptible. Pero gobierna solo. No dialoga. No escucha a la sociedad. Aunque est¨¢ ahora afianzado en el poder porque el sistema pol¨ªtico tunecino ha fracasado¡±, concluye.
Tras un decenio bajo la influencia de Ennahda (2011-2020), en el que los partidos se limitaron a conservar el poder, el comentarista pol¨ªtico de Radio Mosa?que augura un decenio bajo la hegemon¨ªa de Said (entre 2019 y 2029 si, como todo apunta, es reelegido el a?o que viene). ¡°No soy pesimista, soy realista. El futuro que nos espera no va a ser de color de rosa. Parece que la ¨²nica soluci¨®n para T¨²nez es que la crisis llegue a su paroxismo para que despierten las conciencias. Estamos atravesando un proceso de evoluci¨®n: tras la revoluci¨®n ha llegado el populismo¡±, apunta El Makki. ¡°Confiemos al menos en que el proceso de retorno a la democracia sea lo m¨¢s acelerado posible¡±.
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