Alemania regresa a la austeridad con unos Presupuestos que recortan en todas las ¨¢reas salvo en defensa

La ¨¦poca de las vacas gordas, de gastar alegremente para compensar los efectos de la pandemia de coronavirus y de la crisis energ¨¦tica provocada por la guerra en Ucrania, llega a su fin en Alemania. El mensaje de su ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, ha sido muy claro: vuelve la austeridad. Y hay que apretarse el cintur¨®n porque, mal que les pese a sus socios de coalici¨®n, no hay dinero para todo. El Consejo de Ministros ha aprobado este mi¨¦rcoles el proyecto de Presupuestos para 2024, que recorta fondos en todos los departamentos salvo en defensa. Con 30.600 millones menos, sufrir¨¢n las infraestructuras, la sanidad, el subsidio parental¡­ Pr¨¢cticamente todos los departamentos deber¨¢n renunciar a financiar algunas de sus pol¨ªticas.

Las cuentas para 2024, que se votar¨¢n en oto?o y a¨²n pueden sufrir modificaciones, llevan meses provocando fricciones entre los socios de Gobierno del canciller, el socialdem¨®crata Olaf Scholz. Lindner cancel¨® por sorpresa en marzo una rueda de prensa convocada para presentar las l¨ªneas maestras de su Presupuesto. Los Verdes, acusados de manirrotos por los liberales, se opon¨ªan a los recortes. No hab¨ªa forma de ponerlos de acuerdo. Lejos de relajar las tensiones, la presentaci¨®n de las cuentas al borde del receso estival vuelve a poner en tela de juicio la uni¨®n del tripartito y hace emerger nuevas peleas que se prolongar¨¢n hasta la aprobaci¨®n definitiva.

En los ¨²ltimos tres a?os Alemania hab¨ªa abandonado sus estrictas normas de gasto para hacer frente a la covid-19 y a la crisis en Ucrania. Lindner, abanderado de la ortodoxia fiscal, insist¨ªa en que era necesario recuperar el schuldenbremse, o freno de deuda, el l¨ªmite al endeudamiento que consagra la Constituci¨®n alemana. Tras meses de intensas negociaciones, que requirieron la intervenci¨®n del canciller para obligar a los ministros a ajustarse a las peticiones de Lindner, el ministro, conocido como uno de los mayores halcones fiscales de la eurozona, ha conseguido asegurar el retorno a la disciplina.

El a?o que viene el Gobierno alem¨¢n ¨²nicamente se endeudar¨¢ en 16.600 millones de euros, exactamente el l¨ªmite que permite el schuldenbremse, que restringe el d¨¦ficit presupuestario al 0,35% del PIB. La cantidad es llamativa si se compara con los 45.600 millones de deuda de este a?o, pero mucho m¨¢s si nos remontamos a 2021 (215.400 millones) o a 2022 (115.400 millones). Para devolver a Alemania a la senda de la rectitud fiscal, el gasto p¨²blico tiene que adelgazarse hasta l¨ªmites que espantan a los ministros socialdem¨®cratas y verdes. El de Sanidad, por ejemplo, ve reducido su presupuesto en un tercio.

¡°Las negociaciones han sido muy intensas en el seno del Gobierno federal porque las circunstancias son especialmente dif¨ªciles¡±, ha reconocido Lindner en una comparecencia ante los medios. La ¨²ltima vez que Alemania hab¨ªa tenido que hacer tales esfuerzos fue en 2010, explic¨®, cuando se introdujo la limitaci¨®n constitucional al endeudamiento en plena crisis de deuda soberana. ¡°Ahora hay que volver al freno de la deuda¡±, ha subrayado, ¡°a pesar de las peticiones de gasto casi diarias que llegan al Gobierno¡±. Lindner es consciente de que las cuentas de la mayor econom¨ªa de la eurozona son escrutadas por el resto. ¡°Por supuesto, es una se?al para nuestros socios y amigos en Europa¡±, ha se?alado.

Coto a la pol¨ªtica fiscal expansiva

Lindner pretende poner coto a la pol¨ªtica fiscal expansiva de estos ¨²ltimos a?os manteniendo la promesa que hizo a su electorado en la campa?a de 2021: que no subir¨ªa los impuestos. ¡°Sabemos que nuestro pa¨ªs ya tiene una presi¨®n fiscal muy alta. En la situaci¨®n actual, en la que necesitamos reforzar nuestra competitividad, ser¨ªa econ¨®micamente imprudente aumentar la carga que soportan los ciudadanos y las empresas. Los ciudadanos pueden contar con que no tomaremos el camino f¨¢cil subiendo los impuestos, sino que nos consolidaremos poniendo a prueba el gasto¡±, ha se?alado, provocando las primeras reacciones de algunos economistas que ponen en duda la viabilidad de las cuentas en un momento en el que Alemania necesita emprender grandes inversiones en infraestructuras, protecci¨®n del clima o nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Es una enorme oportunidad perdida. El nuevo Presupuesto es econ¨®micamente imprudente, antisocial y poco estrat¨¦gico¡±, ha se?alado Marcel Fratzscher, presidente del Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica de Berl¨ªn (DIW). Tambi¨¦n los sindicatos se han apresurado a criticar las cuentas.

El Presupuesto ha provocado fuertes disputas entre los miembros del Gobierno. Los Verdes est¨¢n especialmente molestos por los recortes impuestos a su ministra de Familia, Lisa Paus, que ha anunciado un controvertido l¨ªmite en la prestaci¨®n que permite a las parejas disfrutar de hasta 14 meses de permiso parental pagado. Si ahora la renta m¨¢xima anual para acceder a esta prestaci¨®n est¨¢ en 300.000 euros, Paus propone rebajarla a la mitad. Es decir, las parejas que ganen m¨¢s de 150.000 euros al a?o dejar¨ªan de cobrar el llamado elterngeld (subsidio parental).

Los dos partidos se han estado acusando mutuamente, en p¨²blico, de ser los culpables del recorte. Paus dice que se ha visto obligada por la austeridad impuesta por Lindner. El pol¨ªtico liberal ha llegado a publicar en su cuenta de Twitter que Paus podr¨ªa haber recortado de otros sitios. La reducci¨®n del elterngeld, que en la pr¨¢ctica solo ahorra 290 millones de euros, ha provocado cr¨ªticas de las asociaciones feministas y de muchas diputadas de la oposici¨®n, que este mi¨¦rcoles han afeado a Scholz en el Bundestag que la medida castiga a las mujeres al volver a hacerlas m¨¢s dependientes de sus parejas. Sin los 1.800 euros como m¨¢ximo de la prestaci¨®n, las mujeres, que en general cobran menos que los hombres, ser¨ªan las que se quedar¨ªan en casa al cuidado de los hijos.

La nueva austeridad alemana se cebar¨¢ tambi¨¦n con la educaci¨®n y con el transporte, justo en un momento en el que el Gobierno quiere fomentar los viajes en tren para luchar contra la emergencia clim¨¢tica. La red de Deutsche Bahn, la empresa p¨²blica de ferrocarriles, est¨¢ en un estado calamitoso despu¨¦s de d¨¦cadas de infrafinanciaci¨®n. Sus responsables han asegurado que necesitar¨ªan unos 45.000 millones hasta 2027 para poner a punto la red, pero el Presupuesto solo les garantiza 12.000 millones en ese periodo.

El gasto p¨²blico se reduce, aunque es superior a los niveles anteriores a la pandemia. En 2019 el Gobierno federal gast¨® 356.000 millones de euros, pr¨¢cticamente un 25% menos que los 445.700 millones de euros previstos para 2024 en las cuentas de Lindner.

El ¨²nico ministerio que contar¨¢ con m¨¢s fondos es Defensa, al pasar de los 50.000 millones de este a?o a los 51.800 millones para el a?o que viene. El aumento, seg¨²n han dicho tanto Lindner como Scholz, permitir¨¢ finalmente cumplir la meta que fija la OTAN de que los pa¨ªses miembros destinen al menos el 2% de su PIB a defensa. Aunque en realidad ese objetivo se alcanzar¨¢ gracias al fondo especial de 100.000 millones aprobado el a?o pasado al anunciar la zeitenwende, o cambio de era en la pol¨ªtica exterior y de defensa de Alemania tras la invasi¨®n rusa de Ucrania. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, ha reconocido que cuando ese fondo se agote, ser¨¢ necesario aumentar el presupuesto ordinario de su departamento.

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