Una UE blanca y ¡®boomer¡¯: un informe advierte sobre la desafecci¨®n de los europeos j¨®venes, no blancos y del Este

La percepci¨®n de que la UE es demasiado blanca y boomer (dominada por las generaciones nacidas tras la II Guerra Mundial y hasta mediados de los sesenta) est¨¢ alejando del proyecto europeo a sectores de la poblaci¨®n como los j¨®venes y las personas racializadas, junto con ciudadanos de los pa¨ªses del Este, seg¨²n un estudio del centro de an¨¢lisis Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, en sus siglas en ingl¨¦s) y la Fundaci¨®n Europea de la Cultura. El estudio advierte, adem¨¢s, sobre una ¡°deriva peligrosa hacia una concepci¨®n ¨¦tnica de la europeidad¡±, alimentada con discursos xen¨®fobos que los partidos mayoritarios copian a la extrema derecha.

El sentimiento proeuropeo prevalece entre los Estados miembros, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es optimista sobre el futuro de la Uni¨®n, en la que conf¨ªan. Bajo esa superficie positiva subyacen, sin embargo, ¨¢ngulos muertos que suponen un ¡°grave peligro¡± para el futuro de la UE, seg¨²n el informe Bienvenidos a Barbieland: lo que el a?o de guerras y elecciones ha revelado sobre el sentimiento europeo, tercera edici¨®n de la Br¨²jula del Sentimiento Europeo que se publica este mi¨¦rcoles y divulgado por los peri¨®dicos del grupo LENA, entre ellos EL PA?S.

Para empezar, el analista Pawel Zerka, autor del estudio realizado con aportaciones de investigadores de los 27 Estados miembros, se?ala la ¡°blancura de la UE¡±, que conduce a un sector de la sociedad ¡ªespecialmente a la poblaci¨®n musulmana¡ª a sentirse excluido. En esa no pertenencia hay factores cuantificables como la falta de representaci¨®n en las elecciones al Parlamento Europeo del pasado junio: ¡°No salieron elegidos m¨¢s de 20 eurodiputados racializados¡±, subraya el documento. Esta cifra no llega ni al 3% del total, muy por debajo del 10% que suponen las minor¨ªas raciales y ¨¦tnicas en la poblaci¨®n europea. Estos eurodiputados provienen adem¨¢s de cinco Estados miembros ¨DSuecia, Francia, Alemania, Pa¨ªses Bajos y B¨¦lgica¡ª, mientras en otros como Italia, Austria o Dinamarca estaban absolutamente ausentes de las listas electorales.

La poblaci¨®n musulmana, se?ala la investigaci¨®n, ha visto limitados derechos como la libertad de expresi¨®n o de asamblea en algunos Estados miembros en los ¨²ltimos meses, con la prohibici¨®n de protestas contra la guerra en Gaza. Al tiempo, han observado c¨®mo la mayor¨ªa de los gobiernos mostraba m¨¢s solidaridad con Israel que con las v¨ªctimas palestinas, mientras el conflicto ¡°proporcionaba nuevo material para la narrativa y las actitudes xen¨®fobas e islam¨®fobas en la UE¡±. En ese contexto se celebraron los comicios europeos en los que la ultraderecha no logr¨® el gran avance que esperaba pero, aun as¨ª, gan¨® en Francia, Italia, B¨¦lgica, Austria y Hungr¨ªa y qued¨® segunda en Pa¨ªses Bajos y Alemania.

¡°Peor a¨²n¡± que los mensajes racistas y xen¨®fobos de la extrema derecha, se?ala el informe, es que parte de los partidos mayoritarios europeos, especialmente entre los de centro-derecha y liberales, dan ¡°la impresi¨®n de haber abrazado elementos de una visi¨®n xen¨®foba del mundo¡±. Esto ha quedado patente en el nuevo pacto europeo sobre migraci¨®n y asilo y en propuestas como enviar a los refugiados a pa¨ªses terceros.

Enfriamiento del europe¨ªsmo en el Este

Zerka mira especialmente a los pa¨ªses del este europeo, donde ¡°el lenguaje y las pol¨ªticas xen¨®fobas¡± ya no son exclusivas de partidos euroesc¨¦pticos y ultras, como los que gobiernan Hungr¨ªa y Eslovaquia. En el informe se detiene en Polonia, bajo el liderazgo del conservador liberal Donald Tusk, que se opone al reparto solidario de refugiados y azuza un discurso antiinmigraci¨®n en t¨¦rminos de supervivencia de civilizaciones y vincul¨¢ndolo a la seguridad. El debate p¨²blico en estos pa¨ªses ¡°sugiere que la concepci¨®n ¨¦tnica de la europeidad est¨¢ ampliamente aceptada¡±, afirma el trabajo. Como recuerda, en Europa occidental los partidos ultras azuzan tambi¨¦n la xenofobia, por ejemplo con la teor¨ªa de la conspiraci¨®n del gran reemplazo, pero se encuentran con m¨¢s resistencia, como las manifestaciones antirracistas en Alemania.

En la regi¨®n del centro y este de Europa se observa un cierto enfriamiento del sentimiento proeuropeo. Se ve en el apoyo a los partidos euroesc¨¦pticos, en la celebraci¨®n modesta del 20? aniversario de la ampliaci¨®n de la UE y en la baja participaci¨®n en las elecciones europeas, donde en siete de los 11 Estados de la regi¨®n no lleg¨® al 40%. En estos pa¨ªses, advierte el informe, emerge una nueva confianza en s¨ª mismos que se refleja en datos como que m¨¢s del 35% de los rumanos, eslovacos y b¨²lgaros ¡ªy hasta el 47% de los polacos¡ª creen que su pa¨ªs podr¨ªa tener un mejor futuro fuera de la Uni¨®n, mientras solo una quinta parte o menos de los alemanes, holandeses, daneses, suecos o finlandeses afirman lo mismo.

El tercer ¨¢ngulo muerto en el que se centra el informe son los j¨®venes, que participan menos en una pol¨ªtica en la que no se sienten representados. Volviendo a las cifras, solo 24 de los 720 eurodiputados tienen menos de 30 a?os en una instituci¨®n donde la edad media son los 50 a?os.

Aunque no hay datos consolidados a nivel europeo, los sondeos a pie de urna y las encuestas en algunos Estados miembros muestran m¨¢s abstenci¨®n entre la juventud que en otros grupos de edad. Y aunque las nuevas generaciones son en general m¨¢s proeuropeas y tolerantes que sus mayores, entre los que votaron en junio pasado aument¨® el apoyo a opciones populistas y de extrema derecha. El informe apunta m¨¢s a un problema de oferta que de demanda: los partidos tradicionales, m¨¢s centrados en sus bases de votantes mayores, no les prestan atenci¨®n, mientras los pol¨ªticos de ultraderecha manejan con soltura redes sociales como TikTok y tienen candidatos m¨¢s j¨®venes, como Jordan Bardella, que con 29 a?os es presidente del Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen.

Frente al peligro de que el sentimiento europeo est¨¦ ¡°cada vez m¨¢s arraigado en una concepci¨®n xen¨®foba, ¨¦tnica y cerrada de la europeidad¡±, el autor urge a los pol¨ªticos a no caer en el cortoplacismo electoral. ¡°A menudo, esto implicar¨¢ tambi¨¦n enfrentarse a sus propios votantes en cuestiones de migraci¨®n y diversidad¡±, subraya. Zerka aboga por fomentar la participaci¨®n entre quienes se sienten ¡°excluidos¡±, ¡°desilusionados¡± o ¡°desinteresados¡± en la UE y resistirse a la ¡°concepci¨®n ¨¦tnica¡± al tiempo que se llena de contenido la ¡°c¨ªvica¡±.