Polonia, el alumno ejemplar que abraz¨® el populismo y ahora renueva su relaci¨®n con la UE
Los dos principales partidos, los antagonistas Ley y Justicia y Plataforma C¨ªvica, llegan igualados a los comicios europeos tras seis meses de Gobierno liberal
Polonia decide sobre su relaci¨®n con la Uni¨®n Europea este domingo, cuando se acaban de cumplir 20 a?os de su adhesi¨®n. El ultraconservador Ley y Justicia (PiS, en sus siglas en polaco) tiene un historial problem¨¢tico, euroesc¨¦ptico. El partido que lidera el Gobierno de coalici¨®n, el centroderecha liberal de Plataforma C¨ªvica (PO), es la opci¨®n europe¨ªsta que fue recibida con alivio en Bruselas tras las elecciones de oto?o. Ninguno es complaciente y ambos coinciden en su oposici¨®n a acuerdos comunitarios como el pacto migratorio. Seis meses despu¨¦s del cambio de Gobierno que cerraba en teor¨ªa la era nacionalpopulista de PiS, los dos principales partidos llegan este domingo a los comicios europeos pr¨¢cticamente empatados en las encuestas.
El ¨²ltimo s¨¢bado de mayo, Dariusz Jonski, candidato de PO, afronta otra jornada intensa de campa?a peinando Lodz y alrededores, en el centro del pa¨ªs. A 100 kil¨®metros de all¨ª, en un mercado de Radomsko, reparte folletos junto a su equipo. Algunos vecinos le felicitan por su interrogatorio al l¨ªder de PiS, Jaroslaw Kaczynski, el d¨ªa anterior, en la comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria que preside. Otros le insultan. En el camino, se extiende sobre la necesidad de una uni¨®n de la defensa europea, el mensaje principal de la campa?a. Tambi¨¦n, sobre el desarrollo del pa¨ªs desde que se uni¨® a la UE ¡ªel PIB per c¨¢pita era el 40% de la media comunitaria y ahora es el 80%¡ª, empezando por la autov¨ªa que recorre. Su ayudante, Aleksandra Wieckowska, de 19 a?os, encarna a una generaci¨®n que solo conoce la Polonia anterior a 2004 por lo que le han contado: ¡°Era un pa¨ªs triste que acababa de salir de la influencia rusa; sin nada en las tiendas, con las fronteras cerradas y la gente intentando escapar a Alemania¡±.
Danuta Huebner, la primera comisaria europea polaca, recuerda muy bien el ingreso en la UE. ¡°Durante los m¨¢s de 10 a?os de negociaciones, fuimos el alumno aplicado¡±. El pa¨ªs, que acababa de salir del comunismo, adapt¨® con premura el ordenamiento jur¨ªdico europeo y se prepar¨® para aprovechar hasta el ¨²ltimo euro. ¡°Se nos consideraba el ejemplo a seguir por los dem¨¢s Estados de la ampliaci¨®n, incluso siendo una democracia muy joven¡±. ¡°Hasta que todo se vino abajo en 2016¡å, dice sobre la llegada de PiS al poder tras las elecciones de 2015, cuando empezaron los choques constantes con la UE por el deterioro del Estado de derecho y de los valores europeos. ¡°Fueron a?os muy duros; perdimos oportunidades, financiaci¨®n¡±, explica al tel¨¦fono desde Bruselas, donde agota su ¨²ltimo mandato como eurodiputada.
Tusk, que presidi¨® el Consejo Europeo entre 2014 y 2019, tiene una trayectoria proeuropea demostrada. Sin embargo, como explica la polit¨®loga Anna Paczesniak, de la Universidad de Breslavia, cuando PiS y PO nacieron a principios de los 2000, ¡°Plataforma C¨ªvica no era tan proeuropea como ahora y PiS era menos euroesc¨¦ptico¡±. Los ciudadanos no lo ten¨ªan muy claro. Algunos sectores, como los agricultores, estaban preocupados. Ahora los ultraconservadores ven la UE como un campo de batalla de los intereses nacionales donde se impone el m¨¢s fuerte, mientras los liberales creen en la cooperaci¨®n para alcanzar beneficios nacionales, desarrolla. A Paczesniak no le extra?ar¨ªa si ¡°la UE est¨¢ algo decepcionada con el nuevo Gobierno¡± por su postura en algunos asuntos, y recuerda que el primer ministro suele decir que el pa¨ªs ahora ¡°es lo suficientemente maduro como para ser m¨¢s asertivo y no aceptar todo lo que venga de Bruselas¡±.
El diputado de PiS Pawel Jablonski asegura que su partido no es euroesc¨¦ptico, aunque est¨¢ ¡°en contra de algunas ideas, como la tendencia al federalismo¡±. ¡°La gente ve que les quieren quitar el derecho a tomar decisiones; las quieren tomar bur¨®cratas sin responsabilidad democr¨¢tica. Si se quita ese poder a las naciones, se vuelven m¨¢s rebeldes¡±, argumenta en los pasillos del Parlamento polaco, tras un debate sobre seguridad. ¡°Con m¨¢s integraci¨®n en el ¨¢mbito de la defensa no habr¨ªamos podido reforzar el ej¨¦rcito¡±, sostiene. En la Euroc¨¢mara, PiS representa la mayor delegaci¨®n del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), donde est¨¢n tambi¨¦n Vox y Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni.
Tusk, que presidi¨® el Partido Popular Europeo, es uno de los impulsores de la defensa com¨²n y ha logrado en un tiempo r¨¦cord convencer a Bruselas de que el Estado de derecho est¨¢ a salvo con ¨¦l. Fomenta la cooperaci¨®n en la UE y formatos como el tri¨¢ngulo de Weimar, con Alemania y Francia. En cuestiones como el pacto migratorio, ha seguido, sin embargo, la l¨ªnea dura de sus predecesores y ha votado junto a Hungr¨ªa contra el acuerdo europeo. Adem¨¢s, es ambivalente respecto a la reforma de los tratados para que la toma de decisiones deje de ser por unanimidad. ¡°PO no quiere abrir la caja de pandora¡±, explica el analista Piotr Maciej Kaczynski, tambi¨¦n en relaci¨®n con la introducci¨®n del euro. Kaczynski, que no tiene nada que ver con el l¨ªder de PiS, explica que ¡°hay algo en la psique polaca¡± que les empuja ¡°a oponerse, a no obedecer¡±.
Elecciones encadenadas
Entre el 40% y el 45% del electorado vota a los ultraconservadores de PiS o a la extrema derecha de Confederaci¨®n. Tusk est¨¢ muy atento a la opini¨®n p¨²blica y Polonia lleva un a?o en campa?a permanente, encadenando tres comicios: las parlamentarias de octubre, las regionales de marzo y las europeas del 9 de junio. La sociedad polaca sigue siendo mayoritariamente proeuropea, pero menos. Seg¨²n una encuesta del diario Rzeczpospolita, el porcentaje de personas que ve m¨¢s ventajas que inconvenientes a pertenecer a la UE ha ca¨ªdo 11 puntos, del 64,4% de 2020 al 53,5% de este a?o. El descenso fue m¨¢s pronunciado en los feudos de PiS en zonas rurales, que rechazan el pacto verde europeo. El l¨ªder del partido, Kaczynski, poco dado a visitar Bruselas, viaj¨® esta semana a la capital europea para apoyar la protesta de los agricultores.
El rechazo de este Gobierno y el anterior al pacto migratorio entronca, entre otros aspectos, con la defensa de la soberan¨ªa. La polit¨®loga Malgorzata Bonikowska explica en un caf¨¦ del centro de Varsovia que este ¡°es un asunto delicado¡± en Polonia, un pa¨ªs que estuvo bajo dominio ruso y alem¨¢n durante m¨¢s de 150 a?os. ¡°Perdimos la independencia dos veces; ning¨²n otro pa¨ªs occidental ha pasado por un trauma as¨ª¡±.
Otra consecuencia de la historia reciente del pa¨ªs es la desconfianza, apunta. Los polacos vivieron como una traici¨®n que los situasen en el bloque del Este, de nuevo bajo mando ruso, tras la II Guerra Mundial. ¡°Sentimos que no le import¨¢bamos a nadie. Y es un sentimiento importante. Todav¨ªa hoy desconfiamos de Occidente¡±, subraya. PiS ha capitalizado ese sentimiento en su relaci¨®n con Bruselas. Con todo, la presidenta del think tank Centre for International Relations Foundation considera que ¡°es natural¡± que los Estados cooperen m¨¢s tras su adhesi¨®n, y despu¨¦s se comporten de otra forma, incluso problem¨¢tica. Como ejemplo, recuerda el Reino Unido de Margaret Thatcher.
La carta de la amenaza rusa
La memoria hist¨®rica impregna la pol¨ªtica polaca. Tusk ha fiado toda su campa?a, muy polarizadora, a la carta de la amenaza rusa y, en una apuesta arriesgada, ha vinculado al rus¨®fobo PiS con el Kremlin por su ideolog¨ªa ultraconservadora tendente al autoritarismo. Las elecciones se celebran en un momento cr¨ªtico en la guerra en Ucrania y tras la huida de un juez polaco a Bielorrusia, con la llegada de migrantes desde ese pa¨ªs en aumento y varios incidentes en la frontera, incluyendo ataques a las fuerzas de seguridad que le han costado la vida a un guardia fronterizo, adem¨¢s de sabotajes y ciberataques rusos. Pero adem¨¢s, el primer ministro ha repetido algunos de los movimientos de PiS que ¨¦l critic¨® en las elecciones de octubre, como las comparecencias en la frontera con un fondo de uniformados, el anuncio de un plan millonario de refuerzo de la linde, y una pol¨¦mica comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la injerencia rusa.
El principal partido del Gobierno ha apelado a reeditar el esp¨ªritu de los comicios parlamentarios al presentarlos como una elecci¨®n entre dos civilizaciones: democracia occidental frente a autoritarismo del Este. En una concentraci¨®n en Varsovia el pasado martes, en el 35 aniversario de las primeras elecciones semidemocr¨¢ticas que impulsaron la ca¨ªda del comunismo, Tusk llam¨® a los votantes a ¡°evitar que el Kremlin conquiste Bruselas o J¨¢rkov¡±. El primer ministro apel¨® tambi¨¦n a la unidad, en Polonia y en Europa, como garant¨ªa de seguridad y de defensa de la democracia.
Despu¨¦s de quedar segundo en las elecciones regionales ¡ªaunque sum¨® mayor¨ªa junto con sus socios de coalici¨®n¡ª, PO espera desbancar a PiS el domingo y lograr la mayor¨ªa de los 53 diputados que se reparte el quinto pa¨ªs de la UE. Las encuestas les han mostrado igualados, con alrededor del 30% de intenci¨®n de voto, aunque las m¨¢s recientes dan ventaja a PO. La clave ser¨¢ la movilizaci¨®n. La participaci¨®n en las europeas suele ser baja y los polacos acusan fatiga pol¨ªtica. Para atraer a los suyos, ambos partidos han encendido el discurso y han enviado a pesos pesados a las listas y a recorrer el pa¨ªs. Tusk, a varios ministros. Kaczynski, a dos exministros que pasaron por prisi¨®n.
En Lodz, el ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, acompa?a a Jonski y advierte de que PiS ¡°est¨¢ inconscientemente a favor del Polexit¡±, la salida de Polonia de la UE. En un recorrido a buen ritmo por la calle principal de la ciudad, algunos ciudadanos les increpan. Sikorski le quita importancia: ¡°Hemos restaurado los valores de la UE y la democracia¡±.
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