Irlanda vota en las elecciones generales con los bolsillos llenos, pero inquieta por la vivienda y la inmigraci¨®n
Los dos principales partidos, Fine Gael y Fianna Fail, conf¨ªan en poder repetir coalici¨®n tras el paso por las urnas este viernes. El Sinn F¨¦in remonta en la campa?a a pesar de su crisis interna
El dublin¨¦s m¨¢s famoso de la historia, el escritor James Joyce, estaba convencido de que si con su literatura pod¨ªa atrapar el coraz¨®n de esta ciudad lograr¨ªa a la vez capturar el de todas las ciudades del mundo, porque en lo particular reside lo universal. La circunscripci¨®n electoral de Dubl¨ªn Central, al norte del r¨ªo Liffey, puede tambi¨¦n servir como microcosmos para explicar lo que se juega el pa¨ªs en las elecciones generales que celebra Irlanda este viernes. El Gobierno las convoca a lomos de un super¨¢vit presupuestario in¨¦dito en cualquier otro miembro de la UE, pero con una crisis de la vivienda, una carest¨ªa de la vida y una irrupci¨®n de la inmigraci¨®n que han agitado el clima pol¨ªtico de la isla.
Los dos principales partidos que han formado coalici¨®n estos cuatro a?os, Fine Gael y Fianna Fail, rivalizan entre ellos pero conf¨ªan en poder seguir gobernando juntos. El Sinn F¨¦in, el hist¨®rico brazo pol¨ªtico del IRA que dio la sorpresa en 2020 al ser el m¨¢s votado, lucha por remontar su crisis interna y volver a ser fuerte en estos comicios.
¡°?A qu¨¦ nos referimos cuando hablamos de crisis de la vivienda?¡±, se pregunta ret¨®ricamente Siobh¨¢n, la mujer que lleva una d¨¦cada al frente de la oficina de venta inmobiliaria The Property Shop, en Manor Street. ¡°A que cuando pongo una casa en venta en esta zona, por la que puedo pedir entre 300.000 y 600.000 euros, me la quitan de las manos en menos de dos semanas¡±, explica.
Se refiere al barrio de Stoneybatter, que forma parte de Dubl¨ªn Central y desde hace a?os es una zona de moda codiciada por los compradores, muchos de ellos trabajadores con buen sueldo de los gigantes tecnol¨®gicos como Apple, Google o Meta, que han hecho de la capital irlandesa su sede social en Europa y han llenado las arcas del Estado, a pesar de pagar apenas un escaso 12,5% del Impuesto de Sociedades.
A 10 minutos andando est¨¢ otro suburbio llamado Phibsboro, donde el deterioro urbano es m¨¢s evidente y pueden verse a cada paso a personas sin hogar que se han apropiado de un rinc¨®n de la calle.
All¨ª es m¨¢s f¨¢cil divisar carteles electorales con el nombre de Gerry Hutch, que se presenta como candidato independiente en una circunscripci¨®n que env¨ªa hasta cuatro diputados al Parlamento. ¡°Necesitamos un cambio y yo soy vuestro hombre¡±, dice el lema de campa?a de Hutch.
Sospechoso de estar al frente de dos de los robos m¨¢s famosos en la historia de Irlanda; apodado El Monje (The Monk) por su vida austera, y l¨ªder de una banda mafiosa, el llamado Hutch Gang; y extraditado en 2021 por la justicia espa?ola ¡ªresidi¨® en Lanzarote y Fuengirola¨D para hacer frente en un tribunal de Dubl¨ªn a la acusaci¨®n de asesinato de su rival mafioso, David Byrne, de la que fue absuelto; y vecino hist¨®rico del barrio.
¡°Es un aut¨¦ntico criminal, s¨ª¡±, se r¨ªe Siobh¨¢n, ¡°pero eso es cosa de los de Phibsboro¡±.
¡°Nadie se preocupa de los irlandeses, solo de los extranjeros que no dejan de llegar al pa¨ªs¡±, dice Rita Flynn, una pensionista de 79 a?os, mientras empuja su carro de la compra. ¡°No me importar¨ªa votar a El Monje, para ver si puede hacer algo¡±, sugiere.
El fantasma de la xenofobia
Catorce candidatos, de diferentes partidos, pero tambi¨¦n independientes, compiten por los cuatro esca?os de Dubl¨ªn Central. Y cuatro de ellos son los que convierten esta circunscripci¨®n en un peque?o laboratorio de las elecciones irlandesas. Hutch y el abogado de extrema derecha Malachy Steenson agitan a una base obrera y republicana que vot¨® hist¨®ricamente al Sinn F¨¦in y hoy se muestra a disgusto con la tolerancia de este partido con la inmigraci¨®n irregular.
La presidenta de esa formaci¨®n, Mary Lou McDonald, tambi¨¦n se presenta en ese distrito. La abogada dublinesa, que hered¨® del hist¨®rico Gerry Adams la direcci¨®n del partido, logr¨® cambiar la imagen del Sinn F¨¦in para convertirlo en un movimiento de izquierdas y de protesta contra el establishment, atractivo para un electorado urbano y acomodado.
En 2020, fue el partido m¨¢s votado, y solo la coalici¨®n de los dos hist¨®ricos rivales, el Fine Gael y el Fianna Fail ¨Dm¨¢s liberal uno, m¨¢s conservador el otro, pero dos ramas del mismo ¨¢rbol nacionalista de la independencia de Irlanda¨D fren¨® su avance.
Junto a una serie de esc¨¢ndalos internos, la irrupci¨®n de la inmigraci¨®n ha descolocado a McDonald y al resto de la direcci¨®n del partido. En apenas dos a?os han llegado 120.000 ucranios y casi 30.000 solicitantes de asilo, la mayor¨ªa de Oriente Pr¨®ximo, a un pa¨ªs de 5,2 millones de habitantes que hasta hace poco estaba m¨¢s acostumbrado a producir emigrantes que a recibirlos.
En noviembre del a?o pasado estallaron disturbios violentos y xen¨®fobos en el centro de la ciudad como nunca se hab¨ªan registrado antes. El Gobierno ha desalojado a la fuerza en varias ocasiones campamentos de refugiados con centenares de tiendas de campa?a en las calles de Dubl¨ªn.
¡°El Sinn F¨¦in es un partido nacionalista, pero muy de izquierdas, con un liderazgo claramente socialista. Abiertos a acoger a aquellos en situaci¨®n de necesidad. Pero muchos de sus votantes no son tan abiertos. Lo son, s¨ª, pero con los irlandeses vulnerables, no con los extranjeros. Y eso ha provocado una clara tensi¨®n interna¡±, explica a EL PA?S Gail McElroy, profesora de Ciencias Pol¨ªticas del Trinity College de Dubl¨ªn.
Super¨¢vit enga?oso
Finalmente, para completar el esbozo de Dubl¨ªn Central, hay que mencionar al candidato del Fine Gael, Paschal Donohoe, exministro de Gasto P¨²blico y Reforma Nacional y presidente del Eurogrupo.
Fiel aliado del primer ministro, Simon Harris, ambos se han lanzado a una lluvia de regalos al contribuyente y rebajas fiscales favorecidas por el super¨¢vit, a lo que han ayudado tambi¨¦n los m¨¢s de 14.000 millones de euros extra que la justicia europea ha obligado a Apple a pagar al Gobierno irland¨¦s.
El pa¨ªs, sin embargo, ha visto c¨®mo el precio de los bienes b¨¢sicos se ha disparado, y mantiene niveles de desigualdad especialmente altos.
La supuesta ventaja de las encuestas que llev¨® a Harris a adelantar los comicios se ha diluido. Los tres principales partidos llegan a las urnas con un empate t¨¦cnico del 20% cada uno. ¡°La coalici¨®n de Fine Gael y Fianna Fail sigue siendo la favorita, pero no con un apoyo mayoritario. Hay diez partidos, eso sin contar con los independientes. Es el resultado m¨¢s probable, pero todo es posible¡±, asegura Theresa Reidy, profesora del Departamento de Pol¨ªtica del University College de Cork.
El rechazo expreso por parte de los dos partidos de la coalici¨®n a sumar sus fuerzas con el Sinn F¨¦in anticipa, en el caso de que la jornada electoral acabe volviendo a ser generosa con esta formaci¨®n, d¨ªas complicados hasta que se forme nuevo Gobierno.
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