As¨ª pararon los dem¨®cratas la ola trumpista
La exhortaci¨®n de Biden a defender la democracia, la movilizaci¨®n por el aborto y el mensaje radical del magnate favorecieron al partido del presidente
Joe Biden no dej¨® de declararse ¡°optimista¡± hasta el ¨²ltimo d¨ªa de campa?a. Cuando los presagios apuntaban a un fuerte retroceso dem¨®crata, ¨¦l mantuvo la fe en parar la ¡°gigantesca ola roja¡± que pronosticaba su antecesor Donald Trump, en referencia al color de los republicanos. El presidente de Estados Unidos sabe que a¨²n no tiene garantizado el control del Senado y que le basta con perder la C¨¢mara de Representantes para enfrentarse a una segunda mitad de su mandato muy complicada, pero en comparaci¨®n con las previsiones y con otras elecciones de mitad de mandato, su resultado ha sido un ¨¦xito. Su implicaci¨®n personal en Pensilvania, su Estado natal; su exhortaci¨®n a defender la democracia; la movilizaci¨®n de las votantes proabortistas, y el extremismo de Trump y de algunos candidatos republicanos han permitido a los dem¨®cratas levantar un dique contra esa marea.
El m¨¦rito es mayor porque los dem¨®cratas llegaban a las urnas con la inflaci¨®n m¨¢s alta desde los tiempos de Jimmy Carter y con la popularidad del presidente casi por los suelos. Los republicanos se lamen las heridas tras creer que iban a arrasar en la C¨¢mara de Representantes y a disfrutar de un c¨®modo control del Senado.
Biden insisti¨® en que estas elecciones eran cruciales (¡±las m¨¢s importantes de nuestra vida¡±, lleg¨® a decir), un punto de inflexi¨®n que pod¨ªa marcar el futuro de Estados Unidos en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas. Durante su campa?a martille¨® con que los trumpistas extremos representan una amenaza para la democracia. Este mi¨¦rcoles, al comentar los resultados en rueda de prensa, interpret¨® que los estadounidenses han enviado ¡°un mensaje claro e inequ¨ªvoco de que quieren preservar la democracia¡±.
Un factor que parece haber jugado a favor de los dem¨®cratas es la movilizaci¨®n por el aborto. Cuando el Tribunal Supremo derog¨® en junio el precedente de Roe contra Wade, que establec¨ªa el derecho al aborto en todo el pa¨ªs, el asunto pas¨® al primer plano y los dem¨®cratas lo convirtieron en uno de los ejes de su campa?a. Las encuestas previas a las elecciones, sin embargo, lo situaban por debajo de otras preocupaciones como la econom¨ªa en general (y la subida de los precios en particular), la inmigraci¨®n y la delincuencia, que favorec¨ªan a los republicanos.
Cuando las encuestas pintaban m¨¢s negras, los estrategas del Partido Dem¨®crata empezaron a flagelarse. Antes incluso de que llegara el d¨ªa de la votaci¨®n, volaban los cuchillos con cr¨ªticas internas a una campa?a con el foco equivocado. La idea general era que se hab¨ªa prestado poca atenci¨®n a la econom¨ªa y dedicado gran parte del presupuesto publicitario al aborto.
El aborto, sin embargo, parece haber tenido un efecto movilizador mayor del que anticipaban las encuestas. Tradicionalmente, eran los votantes antiabortistas del Partido Republicano los que lo ten¨ªan como una prioridad, pero con el cambio del criterio del Supremo, la situaci¨®n se ha dado la vuelta. Este martes en California, Michigan y Vermont se propon¨ªa blindar el derecho al aborto en las constituciones estatales. En la conservadora Kentucky se propon¨ªa lo contrario: eliminar el derecho al aborto de la constituci¨®n estatal. En todos los casos, los votantes se han pronunciado a favor del aborto en los referendos.
Donde parece haber resultado m¨¢s determinante ha sido en Michigan. Los activistas se han movilizado intensamente durante toda la campa?a y han acudido masivamente a las urnas. Eso ha tenido un efecto arrastre que ha permitido a la gobernadora dem¨®crata Gretchen Whitmer salir reelegida y a su partido hacerse con el control de las dos c¨¢maras del parlamento estatal, algo que no ocurr¨ªa desde hace 40 a?os.
Las encuestas realizadas por AP a pie de urna muestran adem¨¢s que los candidatos dem¨®cratas han recibido sobre todo un apoyo mayoritario del voto femenino en Estados como Pensilvania, donde el candidato a gobernador, el trumpista extremo Doug Mastriano, no solo se opon¨ªa al aborto sin excepciones para casos de violaci¨®n o riesgo para la madre, sino que tambi¨¦n estaba en contra del matrimonio homosexual y de la adopci¨®n de ni?os por parejas del mismo sexo.
Biden, por otra parte, se implic¨® personalmente en la campa?a de Pensilvania, su Estado natal. Mientras algunos candidatos prefer¨ªan no hacer campa?a a su lado (como el de Ohio, que ha sido derrotado), el presidente apareci¨® una y otra vez al lado de John Fetterman, el candidato dem¨®crata al Senado. Pensilvania es el ¨²nico Estado donde los dem¨®cratas han arrebatado un senador a los republicanos, lo que les permitir¨¢ mantener el control de la C¨¢mara aunque pierdan uno de los tres que defienden en Arizona, Nevada y Georgia, donde el resultado est¨¢ a¨²n en el aire. El candidato republicano en este ¨²ltimo Estado, Herschel Walker, es un exjugador de f¨²tbol americano respaldado por Trump que rechaza el aborto, pero ha sido acusado en la campa?a de haberle pagado uno a una antigua novia. El aborto puede ser un tema clave de nuevo en el desempate, previsto para el 6 de diciembre.
Lo cierto, adem¨¢s, es que Biden nunca descuid¨® la econom¨ªa en sus m¨ªtines. Se lanz¨® a hacer campa?a con los sindicatos el D¨ªa del Trabajo para mantener el voto obrero al que Trump sedujo en buena parte del pa¨ªs. Ya hab¨ªa bautizado antes como Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n una norma importante que no iba a servir para hacer caer los ¨ªndices de precios, pero que s¨ª le permit¨ªa articular un mensaje que repiti¨® machaconamente: el Partido Dem¨®crata defiende a las clases medias y trabajadoras, les rebaja el coste de algunos medicamentos y mantiene las prestaciones sociales y sube los impuestos a las grandes empresas, mientras que los republicanos favorecen a los ricos.
Los dem¨®cratas han aprovechado adem¨¢s el perfil extremista de algunos candidatos republicanos, hasta el punto de que apoyaron de forma encubierta a algunos de ellos en las primarias del partido rival con la esperanza de que ahuyentar¨ªan al voto centrista e independiente a la hora de la verdad. Esa estrategia ha funcionado y ha sido decisiva para mantener a algunos representantes y, sobre todo, a su senadora en New Hampshire, Maggie Hassan, frente a Don Bolduc, tan a la derecha que llamaba ¡°comunista¡± al gobernador del Estado, un republicano tradicional.
Biden mantuvo su optimismo toda la campa?a, recurriendo con frecuencia a una an¨¦cdota: ¡°Me hab¨¦is o¨ªdo decirlo mil veces. Mi abuelo Finnegan me sol¨ªa decir cuando sal¨ªa por la puerta: ¡®Joey, mant¨¦n la fe¡¯. Y mi abuela gritaba: ¡®No, Joey, dif¨²ndela¡±. Biden difundi¨® la fe, los dem¨®cratas jugaron sus cartas y la ola roja perdi¨® su fuerza antes de llegar a la orilla.
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