C¨®mo mejorar la relaci¨®n entre los ni?os y las mascotas cuando se llevan como el perro y el gato

Se puede pasar de la guerra a la paz entre los ni?os y el perro o el gato cuando la convivencia se complica, pero lo ideal es prevenir que surjan problemas de interacci¨®n entre ellos desde que una mascota llega a casa. ¡°Los menores, seg¨²n su edad, sobre todo los m¨¢s peque?os, y su nivel de desarrollo pueden ser impredecibles, incontrolables, invasivos, ruidosos y desconocedores de c¨®mo comportarse con otras especies. Estas caracter¨ªsticas pueden resultar estresantes para los perros y los gatos en el d¨ªa a d¨ªa¡±, explica Rosana ?lvarez, veterinaria especializada en medicina del comportamiento, directora de la cl¨ªnica veterinaria Etolia, y perteneciente al grupo de especialidad en medicina del comportamiento (GEMCA) de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Asociaci¨®n Veterinarios Espa?oles Especialistas Peque?os Animales (AVEPA).

La se?al de que la convivencia entre ambos no est¨¢ resultando satisfactoria se refleja en la reacci¨®n del animal. ¡°Puede mostrar miedo, agresividad, nerviosismo o evitaci¨®n; suele permanecer escondido y hace sus necesidades dentro de casa. Se comporta diferente a como lo hac¨ªa antes de estar el ni?o¡±, a?ade ?lvarez. Sobre la forma de evitarlo, la veterinaria aconseja ¡°socializar al animal desde que es cachorro con ni?os y beb¨¦s de diversas edades¡±. Y hace un matiz: ¡°En el caso de los perros, desde el mes a los tres meses de edad, y en los gatos desde las dos hasta la nueve semanas de vida¡±. En cualquier caso, la familia siempre tiene que respetar el espacio del perro o gato, como cuando duerme o come. ¡°Hay que conseguir que el animal asocie al menor con algo positivo como chuches, comida, juego o caricias. Y nunca rega?arle en presencia del ni?o¡±, asegura.

La prevenci¨®n de problemas pasa por conocer las necesidades de las mascotas: c¨®mo se comportan y comunican para identificar problemas de interacci¨®n. ¡°Ante la duda, lo mejor es consultar a un especialista y no intentar aplicar m¨¦todos y t¨¦cnicas sin saber realmente si lo estamos haciendo bien o no o si es aplicable a nuestro caso¡±, aconseja la especialista.

Cuando se mantiene en el tiempo una situaci¨®n de interacci¨®n inadecuada entre el ni?o y el perro o el gato, esto puede derivar en problemas de agresividad por parte del animal con el consiguiente riesgo de agresi¨®n. ¡°Para la mascota puede suponer una fuente de estr¨¦s que, a largo plazo, acabe desembocando en problemas de salud f¨ªsica, como los digestivos, o de conducta, a causa de su estado de estr¨¦s cr¨®nico¡±, aclara Rosario Galtier, veterinaria y et¨®loga. La tambi¨¦n directora t¨¦cnica de Ebavet, cl¨ªnica veterinaria, menciona varias pautas para prevenir y corregir comportamientos problem¨¢ticos en el hogar:

1. Vigilar y supervisar la relaci¨®n de los ni?os con los animales, aunque la convivencia sea fluida. No se puede garantizar la falta total de riesgo de agresi¨®n, como cuando el animal est¨¢ enfermo o tiene dolor. Puede ser el caso de que tenga otitis y reaccione con agresividad cuando el ni?o le toque cerca de las orejas.
2. Habilitar zonas privadas libres de menores para cuando el animal quiera evitar la interacci¨®n. En el caso de los gatos, se pueden colocar estanter¨ªas o repisas en lugares elevados donde puedan acceder y saltar con facilidad para sentirse independientes. En cuanto a los perros, se pueden colocar refugios donde puedan aislarse si lo necesitan, como una peque?a caseta, y ense?ar al ni?o a respetar ese espacio.
3. Usar vallas de seguridad para habilitar diferentes espacios independientes, como la zona de descanso o juego.
4. Educar y ense?ar a los m¨¢s peque?os para que no molesten al animal cuando come o descansa.
5. Informarse previamente a la llegada de un perro o gato a casa con un especialista en comportamiento animal. Esto puede resultar clave para saber c¨®mo gestionar la llegada de la mascota, de forma que se consiga un hogar tranquilo.

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