No, tu hijo no puede entrar a este bar
FACUA denuncia a un restaurante de Bilbao por no permitir que vayan ni?os. No es un caso aislado. Existen locales que huyen del ajetreo de los m¨¢s peque?os, a pesar de la indignaci¨®n de los padres y el derecho leg¨ªtimo de los menores a acceder
?Deben ir los ni?os a los bares o no? ?Qu¨¦ responsabilidad tienen los padres si acuden con ellos? ?Existe de verdad la ni?ofobia? Son preguntas que surgen cada vez que se conoce que este o aquel establecimiento proh¨ªbe que los menores de edad vayan a su local. El ¨²ltimo caso ha sido el de un restaurante de Bilbao que ha sido denunciado por FACUA (Consumidores en acci¨®n) por no permitir el acceso a los ni?os. Parece ser que el lugar, llamado Balicana, insiste en su p¨¢gina web que su local ¡°est¨¢ reservado exclusivamente a mayores de edad¡±. Seg¨²n la organizaci¨®n de defensa al consumidor, ¡°impedir la entrada a un establecimiento, alegando tan solo la edad como motivo, es un uso discriminatorio de admisi¨®n, que no se encuentra amparado por la legislaci¨®n¡±, informan en un comunicado. Por todo esto, FACUA exige que se multe al local y anima a la sociedad civil a denunciar si observan alg¨²n comportamiento similar en otro bar o restaurante.
El caso que ha ocurrido en Euskadi no es un caso aislado. Algunos establecimientos alegan que la presencia de ni?os entorpece la paz, aumenta el ruido o que sus padres no les vigilan como es debido. Locales que huyen del ajetreo de los m¨¢s peque?os y deciden apostar por la calma y el disfrute de sus productos solo para los adultos, a pesar de la indignaci¨®n que desata entre los padres, que quieren acudir con sus hijos, y el derecho leg¨ªtimo de los m¨¢s peque?os a entrar.
?Existe la ni?ofobia?
¡°La ni?ofobia existe desde el inicio de la historia. Son los m¨¢s vulnerables. Y los que no pueden defenderse¡±, dice rotunda Berna Iskandar, periodista especialista en maternidad, crianza y derechos de la infancia. ¡°Existe¡±, prosigue, ¡°una ignorancia real de las necesidades de los m¨¢s peque?os por parte de los adultos que tienen que cumplir unas expectativas que no concuerdan con su edad. La infancia es una etapa de pleno desarrollo, en la que tienen que experimentar¡±. Iskandar explica que la forma de erradicar la ni?ofobia es ¡°construyendo espacios m¨¢s amables para los menores en los que se tengan en cuenta sus derechos y necesidades. Ciudades, bares, que se adapten a ellos y no al rev¨¦s¡±. ¡°Al igual que se adaptan los espacios a personas con dificultades, con rampas, por ejemplo, hay que adaptarlos para que los m¨¢s peque?os se puedan desarrollar y desfogarse, algo que para ellos es vital¡±, a?ade.
Para la experta, es una realidad que los ni?os no pueden defenderse y cuando ocurre una injusticia como en el caso de Bilbao, ¡°que va en contra de la ley, los ¨²nicos que podemos luchar contra la injusticia somos nosotros, los adultos¡±. ¡°Si construimos sitios, espacios, m¨¢s amables para la infancia, provocar¨ªa que grandes y peque?os disfrutasen. El objetivo es claro. Hay que conseguir pasar de una sociedad adulcentrista como la actual a una ni?ocentrista¡±, argumenta.
La responsabilidad de los padres es atender las necesidades de sus hijos, ¡°acudir a sitios en los que el ni?o tambi¨¦n disfrute. Y si se le ve alterado, estar atento y acompa?arle¡±, a?ade. ¡°La realidad es¡±, prosigue, ¡°que la vida actual es una vida llena de prisas, los ni?os deben cumplir unos horarios impuestos por los adultos. No les acompa?amos, no estamos con ellos, abusamos de las pantallas, de las cosas materiales y nuestros hijos est¨¢n solos¡±. Iskandar no cree que la educaci¨®n de ahora sea peor que la de antes: ¡°Antes hab¨ªa m¨¢s espacios abiertos. Los ni?os ten¨ªan m¨¢s posibilidades de jugar, de moverse, por lo que sol¨ªan llegar m¨¢s tranquilos, por ejemplo, a la hora de comer. Ahora viven m¨¢s encerrados y tienen que contener toda esa energ¨ªa propia de la infancia. Convertirles en el centro deber¨ªa ser la prioridad¡±, termina.
El auge de los sitios ¡®libres de ni?os¡¯
El caso de Bilbao no es anecd¨®tico. Varios ejemplos ocurridos en 2018 y 2019 en Murcia, Salamanca o Vigo dejaban patente que los reto?os no eran bienvenidos, aunque las razones que alegaban eran distintas. En el caso de Murcia, el due?o colocaba un cartel en el que escrib¨ªa: ¡°Todo aquel ni?o que est¨¦ sin supervisi¨®n materna o paterna en este bar pasar¨¢ a ser propiedad del bar y ser¨¢ vendido como esclavo¡±. Lo que gener¨® una gran pol¨¦mica, sobre todo la palabra ¡°esclavo¡±. El due?o, que reconoci¨® en declaraciones a este peri¨®dico que la frase era una broma y que adoraba a los ni?os, dijo: ¡°Los padres consumen mientras su prole hace la vida imposible a los dem¨¢s¡±. En Salamanca, fueron m¨¢s all¨¢. El local imprimi¨® una serie de normas por las que los m¨¢s peque?os no se pod¨ªan separar de sus progenitores en ning¨²n momento; no pod¨ªan llevar un juguete de casa o, incluso, no pod¨ªan hablar. La pol¨¦mica fue tal que el local tuvo que retirar sus normas. Por su parte, un restaurante de Vigo colg¨® un cartel en el que se pod¨ªa leer: ¡°Zona libre de ni?os¡±, enfatizando que contaban con una zona en la que hab¨ªa calma y se pod¨ªa descansar.
Esther Vivas, autora del libro Mam¨¢ desobediente, explica que ¡°efectivamente existe una visi¨®n adulcentrista de la sociedad en general, vivimos en una sociedad que tiene una visi¨®n muy hip¨®crita en relaci¨®n con la infancia¡±. ¡°Por un lado¡±, prosigue, ¡°alaba y ensalza a la infancia, los ni?os bonitos y quietos que vemos en la publicidad, pero al mismo tiempo da la espalda a las necesidades de las criaturas y al hecho de que se comporten como tal¡±. ¡°Entonces cuando se empiezan a re¨ªr, correr y molestar, queremos hoteles, bares y espacios libres de ni?os¡±, incide. ?Por qu¨¦ molestan los ni?os? ¡°Por el simple hecho de ser ni?os, vivimos en una sociedad que est¨¢ tan centrada en lo productivo, en el mercado, en el beneficio econ¨®mico, y en la que las personas dependientes incomodan¡±, sostiene Vivas. ¡°Y esta es la causa principal de que exista esta ni?ofobia¡±, dice . Vivas asegura que el sistema no permite a los ni?os ser ni?os: ¡°Niega sus derechos¡±.
Para la tambi¨¦n soci¨®loga, esto constata la visi¨®n general adulcentrista que existe, que no reconoce sus necesidades y que b¨¢sicamente quiere criaturas que se comporten como adultos: ¡°Pero son ni?os y ni?as y se comportan como tal, pero este sistema los sanciona¡±. Un ejemplo ha sido esta pandemia, seg¨²n sostiene Vivas. ¡°En un primer momento, en el inicio de la crisis, se apuntaba a que los ni?os eran supercontagiadores. Fueron las personas m¨¢s castigadas durante la crisis, encerrados durante semanas en casa, prohibi¨¦ndoles salir a la calle y socializar con sus iguales. Y aun a d¨ªa de hoy, cuando es posible ir a un bar o a un restaurante y tomarte algo sin mascarilla y estar con amigos; ellos, si tienen m¨¢s de seis a?os, tienen que llevarla en el colegio todo el rato, incluso, en el recreo, y esto es discriminaci¨®n fragante, que muestra como la ni?ofobia es una realidad¡±, concluye Vivas.
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